6.12.06

CONTUBERNIO

La restauración oligarca no cesa en su empeño de capturar a la Revolución. Desde el inicio se han conjurado contra los sueños bolivarianos: abril, el sabotaje petrolero, guarimbas, embestidas comunicacionales, ataques financieros, todo forma parte de la agresión constante a la Revolución.
Ahora la oligarquía, después de la derrota del 3 de diciembre, aparece con otra agresión contra la Revolución, se trata de la propuesta de pacto, o mejor, la propuesta de contubernio. El método no es nuevo, lo han usado muchas veces, es eficaz, lo usaron contra Bolívar, Zamora, y con esa argucia derrotaron la gesta popular del 23 de enero del 58. Veamos.
Es nauseabunda la oferta de la oposición, que ayer no más decía que había que enterrar al chavismo siete metros bajo tierra, y ahora con un caradurismo olímpico, aparece llamando a la convivencia y a la colaboración.
El Nacional, en su editorial del 4 de diciembre, nos obsequia esta joya:
…“hemos vivido de excesiva politización y, sobre todo, de antagonismos que, desde un punto de vista del interés individual o nacional, debe ceder espacios a otras experiencias de amplitud que nos permitan convenir sobre los grandes desafíos que tiene planteados la nación”…
Engañoso planteamiento, “convenir sobre los grandes desafíos que tiene planteada la nación”. Es decir, según ellos, la Revolución que va hacia el Socialismo debe pactar con la oligarquía capitalista creadora de la miseria espiritual y material, de la pobreza que queremos superar. Este planteamiento es fácil de desmontar, a éstos los conocemos como se conoce al pájaro.
Pero la cosa toma color de capitulación, cuando el mismo día columnistas principales bolivarianos plantean algo similar. Nos dicen:
El proceso de cambios revolucionarios debe seguir adelante – tiene que seguir- hay que lograr su profundización sin vacilaciones, pero garantizándoles a todos la inclusión en ese proceso.
El planteamiento conciliador encierra una debilidad que falsea la propuesta de “seguir adelante con los cambios revolucionarios”: Veamos.
Para adelantar un proceso que tiene como fundamento construir una sociedad que supere al capitalismo, y eliminar los privilegios, miserias y vicios groseros que genera, debemos convocar primero a los actores principales, a las energías motoras del proceso: a los excluidos, a los trabajadores. Allí está nuestra fuerza, con ellos debemos adelantar la principal tarea revolucionaria que es construir un territorio espiritual y material socialista. Esa es nuestra prioridad, construir la conciencia y la economía revolucionaria apoyados en esos sectores sociales. Después de cumplido el principal deber de los revolucionarios, que es hacer la Revolución, se puede interactuar con formas sociales, políticas, económicas, reliquias, vestigios y signos de la transición.
Ahora bien, poner como tarea prioritaria “garantizar la inclusión” de formas no revolucionarias, lo que hace es extraviarnos por caminos sin salida.
¡Sólo con Socialismo habrá convivencia!
¡Con contubernios no hay Socialismo!

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