No se podrá ser
socialista si no se es humanista, sin entenderse miembro de toda la humanidad.
Quizá la mayor arma de la dominación, desde el inicio de los siglos, es
fragmentar a la especie, dividirla en tantos trozos como individuos existan,
cada uno interesado en sí mismo, así es fácil presa de los lobos. Así la
humanidad queda alienada, sometida a los vaivenes del mercado, a merced de las
cosas.
El humano fragmentado, desarraigado de su especie, es
un cuerpo extraño en el milagro de la vida, es un "no-vida": la
ataca, la lesiona, no puede establecer relaciones armónicas con su entorno ni
con él mismo. Así se constituyó en el mayor peligro que la vida ha generado, en
una especie suicida.
De allí que la esencial tarea del Socialismo es
rescatar la integración del humano, esta es la base indispensable del nuevo
edificio social. Y por eso los grandes hombres de la Humanidad son primero
grandes humanistas. En el centro de sus planteamientos, de sus anhelos, siempre
está el humano. Cuando Martí dice "Patria es Humanidad" está
invitándonos a elevarnos a la condición de hombres pertenecientes a una especie
y conscientes de ello a encontrarnos con nuestra esencia. Como dijo el
filósofo: "Ser y consciente de ser".
La energía vital es limitada, está dada por la
capacidad que tenga la vida de captarla del sol, lo hace por intermedio de unas
especies dotadas de estructuras adaptadas a este fin: los vegetales, algunas
bacterias, son el eslabón inicial de la vida. Nuestra especie destruye
este primer escalón: extermina bosques, seca ríos, altera los ciclos de
la vida, rompe la armonía, desajusta el clima, de esta forma la vida tiende a
quedarse sin energía, va a la extinción. Parafraseando a Martí, diríamos:
" La Patria es la vida, la naturaleza".
El hombre fragmentado es también un ser de ideas
fragmentadas, incapaz de relacionar y de entender el mundo. La salvación
comenzará por el rescate de la capacidad de relacionar, por ejemplo, al
capitalismo con el desajuste climático, a éste con la falta de alimento, es
decir, de energía capturada, a esta falta de energía con el despilfarro en los
países del norte opulento, a todo esto con los gobiernos, a estos con las
políticas locales y también con las universales. En resumen, a relacionar los
hechos en una parte del planeta con las consecuencias sobre todo el universo.
Hombres así integrados serán el primer paso para
salvar la especie, la vida. Para salvarla de sí misma, de líderes insensatos
como aquel que se burla de la intención de salvar al planeta, o como aquellos
que desprecian los grandes temas de la vida en aras de lo inmediato: por una
recompensa ahora, condenan a la humanidad. Tal es el carácter del hombre de la
sociedad capitalista.
Se debería formar un Gran Tribunal Mundial para la
Preservación de la Humanidad , Venezuela debería proponerlo. capriles sería el
primer condenado.
¡Con Chávez humanista!
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