30.11.12

LA EXTINCIÓN (Viernes 30-11-2012)


"Una especie está en peligro de extinción, la especie humana". Así alertó Fidel hace más de veinte años en la Cumbre de la Tierra , en Río de Janeiro. Las condiciones que produjeron la alarma se han elevado.
Muchas preguntas orbitan el problema: ¿La especie humana se extingue sola? ¿Se extinguirá la vida junto a ella? ¿Es esta la única especie humana que ha existido? ¿Existieron otras humanidades? ¿Son Sodoma y Gomorra, el Diluvio, metáforas de extinciones anteriores? ¿Somos un nuevo acto fallido?
La especie humana ha sido dotada de un arma muy poderosa: su capacidad de pensar, de imaginar. Algunos llaman libre albedrío a la posibilidad de construir su mundo, un don que nos ha convertido en una especie capaz de violar las leyes de la naturaleza, y de crear nuevas leyes como la de la herencia cultural, superando así a la genética.
Desde lo profundo de los tiempos geológicos retumba el eco de humanidades perdidas que nos llaman a la humildad. Sabernos parte de un todo que es la vida planetaria, nos invita a conectar con ella y nos alerta que esa es la única manera de existir. Enfrentarnos a la naturaleza, violentar su lógica, es el camino más corto a la extinción.
Sabemos de civilizaciones perdidas que violaron la armonía con la naturaleza y perecieron, conocemos civilizaciones fósiles que sobreviven aisladas como melancolías de mundos fallidos, de ensayos frustrados. Quedaron flotando en el dilema de no crecer o crecer mal. Algunas acabaron con bosques, desertizaron su hábitat, otras no captan energía suficiente para crecer, refieren al fino equilibrio de la humanidad para que la especie sea viable.
Es evidente que la humanidad está en una encrucijada vital: rescata la armonía con la naturaleza o perece. Pero ya no habrá más ensayos de civilizaciones, será de tal magnitud el daño a la naturaleza que la vida sucumbirá junto a su más excelsa creación: el pensamiento.
La Revolución Bolivariana, que mejor debía llamarse el Humanismo Bolivariano, es una de las últimas oportunidades de sobrevivencia de la especie. Nuestra dirección, que ha dado muestras de valentía teórica y práctica, y ha corrido los riesgos de fundar, es la llamada a repetir a escala mundial lo que hizo el 4 de febrero en lo nacional: asombrar al mundo.
Es necesario romper la lógica que nos conduce por el camino de la costumbre. Viviendo así podemos durar algunos años pero al final todos sucumbiremos. Ganamos en 20 estados, nos alegramos, vienen las elecciones presidenciales, luchamos, ganamos, hacemos un plan de la nación, empoderamos un poquito, todos alegres, mejoraron la calzada, la comuna produjo repollos, se construyeron muchas casas, volvieron los dignificados, los escuálidos son unos perdedores… Y un día amanecemos con el agua al cuello, la naturaleza tiembla, llueve, la culpa es de…
No supimos seguir el mandato del Libertador: hacer que la naturaleza nos obedezca, de la única manera que eso es posible: conviviendo, enamorados, con ella, armónicos, nunca atropellándola.
¡Con Chávez, Humanistas!

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