25.9.12

LOS AMORTIGUADORES (Martes 25-09-2012)


La dominación burguesa, el estado burgués, se sostienen sobre unos amortiguadores que mitigan las tensiones sociales que produce la lucha de clases. Cuando son incapaces de contener, de atajar la turbulencia social, el sistema entra en crisis, se anuncian cambios profundos.
Uno de estos amortiguadores son las elecciones burguesas, en Venezuela funcionaron durante medio siglo.
Con la llegada de la Revolución , por razones de sus características, hubo la necesidad de continuar con las elecciones burguesas. En varias ocasiones se han visto desbordadas por las contradicciones, así se produjeron el golpe y el sabotaje petrolero. Se podría decir que a medida que la Revolución avanza las elecciones pierden cada vez más su papel amortiguador, la restauración de la dominación capitalista busca vías extra elecciones.
A medida que la Revolución se hace fuerte, las elecciones burguesas se debilitan en su papel. Esto parece ser una ley de las revoluciones pacíficas. Hoy en Venezuela las contradicciones han llegado a tal punto que el sistema electoral estalla en pedazos. Veamos.
El CNE se debilita. El episodio de la gorra de capriles, el embrollo con el simulacro, la insistencia de la oligarquía en cantar fraude, configura un cuadro de CNE golpeado, disminuido.
La amenaza de resultados adelantados, dar por sentado la derrota de Chávez y la supuesta negativa nuestra a reconocer los resultados, junto a las agresiones de personeros gringos, configuran un cuadro de desbordamiento de las contradicciones.
En esta situación dos son los escenarios a considerar:
Las elecciones pueden contener el estallido de las contradicciones, el triunfo de Chávez será aceptado por la derecha nacional e internacional, preservaremos la paz, seguiremos construyendo.
Las elecciones son incapaces de contener el estallido de las contradicciones, la derecha asalta a la Revolución. Este escenario de alta probabilidad tiene muchas variantes, van desde un golpe clásico, de esos que se dan en la madrugada, hasta la desestabilización y posterior intervención.
¿Qué hacer?
Primero: desechar el virus del electoralismo. Las elecciones burguesas son sólo una vía para resolver las contradicciones sociales, no "la única vía", ni siquiera son la manera de ser democráticos. La experiencia indica que el electoralismo, paradójicamente, se enraíza más en las revoluciones pacíficas en el poder que en la derecha desplazada.
Segundo: organizarse para enfrentar el asalto a la Revolución, construyendo un tejido social y, sobre todo, dejando claros los comandos, estos a la hora de los hornos son indispensables, sin ellos, a despecho de la conseja anarquista, no hay victoria posible.
Tercero: hacer un gran ejercicio unitario, la unidad no debe ser castradora, debe hacerse alrededor de dos únicos requisitos: ser Chavista y ser Socialista.
Cuarto: debemos pensar que a la hora del quiebre se debe instaurar un estado de excepción, que permita profundizar y defender la Revolución.
La mayoría actuante, la misma que hizo la Revolución de la Independencia , tiene igual o más legitimidad que la mayoría votante, que es inactiva y se limita a un acto individual, egoísta.
¡Con Chávez!

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