Las señales en
el cielo son claras, aumentan a cada hora, a medida que se acerca el punto
crítico del 7 de octubre se descarnan las contradicciones, el verdadero
carácter no se puede ocultar, las reales intenciones afloran a la superficie.
Sólo un cándido no percibe que la derecha nacional e
internacional está preparando un plan extra constitucional, sólo un tonto puede
pensar que es una elección normal y que no hay nada oculto. El plan
desestabilizador de la derecha es evidente, sobrepasa la voluntad de los
miembros de la mesa oligarca, adquirió vida propia. Su desenlace es
inminente, sólo resta saber la fuerza que acumuló y las variantes que adopte
para expresarse.
Ante el ataque contra la Patria es necesario
involucrar al pueblo revolucionario, informarlo, concientizarlo, prepararlo
para la respuesta, para la defensa de la Revolución , del Comandante y para la
profundización del Socialismo. El pueblo de Bolívar debe ir en
defensa del futuro de la única manera que esto es posible: avanzando hacia el Socialismo.
Regresar a la impunidad, a la ambigüedad, es condenarnos a la derrota.
El pueblo debe estar involucrado en la defensa de la
Revolución y debe tener en cuenta que, tal como decía Aníbal Ponce, "Las
revoluciones se hacen, en efecto, con doctrina de pensadores y están condenadas
de antemano la insurrección que confíe a la inspiración del momento la suerte
de sus aventuras".
La dirección tiene la responsabilidad de guiar al
pueblo sin complejos anarcoides, esa es su función, debe volcar todo el estudio
y la experiencia política de años de combate teórico-práctico y su olfato, en
consignas que resuman esa sabiduría.
Bolívar supo resumir las enseñanzas de Simón Rodríguez
y las de los enciclopedistas en consignas claras, en arengas lúcidas, en
proclamas certeras que guiaron a la sociedad a su liberación.
Fidel fue capaz de verter toda su sabiduría en
consignas oportunas que guiaron a los cubanos a esa hazaña histórica que es la
Revolución Cubana. Detrás de ellos había una montaña de estudio, de reflexión,
de rigor y de práctica que les dieron a sus palabras y a sus pensamientos la
capacidad de acertar.
Chávez transformó dos palabras, "por
ahora", en huracán, resumían años de estudio, de preparación, de amor.
Las circunstancias difíciles que atraviesa la Patria
exigen que la dirección incorpore al pueblo, que lo dirija y produzca
orientaciones para salir airosos de las vicisitudes que se aproximan. No
podemos dejar la respuesta a la improvisación, no debe ser espontánea. El
oligarca, y esa es una característica del capitalista, aprende de sus derrotas,
ya asimiló sus errores de abril y del sabotaje petrolero, no los repetirá. La
respuesta nuestra debe ser más inteligente y rotunda.
El pueblo entenderá que el 7 de octubre la Revolución
tiene dos tareas: ganar con amplia ventaja y defender la Patria y la Paz.
Si se atreven no habrá perdón, no habrá nueva
conspiración, del capitalismo no quedará piedra sobre piedra.
¡Con Chávez siempre!
El 7 transmisión
especial en www.elaradoyelmar.tv
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