A medida que se acercan las primarias del candidato gringo de la mesa cunde el desespero en esas filas, se descabezan por demostrar sumisión a sus amos del norte, y simultáneamente no evidenciar su conducta entreguista. Es así que alaban a Mercal, y al mismo tiempo atacan las leyes que protegen a los obreros. Dicen que dejarán las Misiones, pero arremeten contra los médicos cubanos y desconocen a los nuevos médicos venezolanos formados en el espíritu misionero.
¿Cuál es el fondo de la intención escuálida, qué los atormenta, qué los entrampa?
La derecha, a diferencia de su época dorada del pacto de punto fijo, cuando sólo competían entre capitalistas, ahora tienen que medirse con el Socialismo. Esa es la diferencia, ahora sus mentiras quedan al descubierto cuando se confrontan con el Socialismo, en esa confrontación reside nuestra fortaleza.
El capitalismo tiene leyes que escapan al control humano: buscar los mayores niveles de ganancia, crear en la sociedad el egoísmo más profundo, construir la imagen de humanos de primera, ellos, y humanos de segunda, a los que se justifica explotar, excluir, despreciar. Esos son los pilares de su funcionamiento, son inevitables. Todo capitalista debe cumplirlos, y los escuálidos de la mesa, que son capitalistas, también deben cumplirlos.
Dicen que se importan por el bienestar de los humildes, es mentira, no pueden hacerlo y al mismo tiempo ser capitalistas. La explotación, propia del capitalismo, como antes lo fue la de la esclavitud, necesita sentir al prójimo explotado o esclavizado como un ser inferior, incapaz de sentir, indigno de ser tomado en cuenta, con un comportamiento que justifica la pobreza en que el capitalismo lo sume.
Prometen privatizar a PDVSA ¡Es verdad! Eso se lo exigen los gringos, necesitan apropiarse de la extraordinaria fuente de energía que pertenece a la sociedad venezolana, a esta y a las futuras generaciones.
Prometen continuar las Misiones ¡Mentira!, al privatizar a PDVSA, privan a la sociedad de su riqueza, se la roban, enriquecen a los gringos, no habrá dinero para pagar la deuda social, al contrario, ésta se incrementará, el país será sumido en la miseria espiritual y material.
Prometen, prometen, prometen ¡Puras mentiras! La gran verdad es que si alguno de ellos gana nos gobernarán los gringos, perderemos hasta el modo de caminar, hasta la moneda.
La batalla electoral, más allá de los engaños, del narcótico electoral, es la confrontación entre Socialismo y capitalismo, es en ese campo de batalla donde la Revolución es fuerte. Sólo allí, defendiendo al Socialismo, confrontando al capitalismo, demostrando que ellos son los verdaderos ladrones, que es necesario expropiar a los expropiadores, se pueden cosechar victorias verdaderas, desenmascarar las mentiras de los capitalistas.
El capitalismo es indefendible, destroza el planeta, amenaza la vida, nos sume en la miseria. Los escuálidos de la mesa lo defienden, esa es su mayor debilidad. Si desechamos nuestra ventaja y plantamos cara en el terreno de ellos, estaremos siendo cándidos y cosecharemos derrotas.
¡Con Chávez!
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