El Che Guevara, un antiimperialista integral, tenía como principal deber luchar contra el imperialismo donde quiera que esté. Decía en la famosa carta a Armando Hart, a propósito de la necesidad de publicar las obras de Rosa Luxemburgo: "Nadie ha leído nada de Rosa Luxemburgo, por ejemplo, quien tiene errores en su crítica de Marx (tomo III) pero murió asesinada, y el instinto del imperialismo es superior al nuestro en estos aspectos."
Estaba en lo cierto: el imperio y sus reformistas tienen un instinto superior, olfato fino para reconocer a sus enemigos más importantes, y contra ellos enfilan sus arteras armas.
Asesinaron a Cristo, allá en lo profundo de nuestra historia, a Allende, Torrijos, Fabricio, Lumumba, a Martin Luther King, Malcom X, Julio Antonio Mella, al mismo Che… y paremos de contar.
Hoy se conoce que tienen comandos especializados en estos asesinatos de los líderes más peligrosos. Ellos han estudiado muy bien a la Revolución Bolivariana y saben que el centro de esta Revolución, el que la resume, es el Comandante Chávez. Lo olfatearon temprano y contra él apuntan sus armas más crueles. Acechan a Chávez en todos los frentes, los legales y los ilegales. No han dejado de planificar magnicidios, ataques de todo tipo. Aquí nos referiremos a sus estrategias electorales.
Luis Vicente León, el oráculo electoral y analista de la política oligarca, expresa claramente la estrategia electoral que viene del norte contra Chávez, leámosla:
“Si bien él tiene respaldo de la mitad de la población, solo una cuarta parte de ella está de acuerdo con la idea de que se le reelija (…) allí hay una oportunidad de oro de la oposición para convencer a esa mitad (…) de personas que sienten que Chávez es un líder adecuado, (que) no son obviamente los chavistas duros, son chavistas light, por llamarlos de alguna manera, que le están diciendo, a mi me gusta el arroz con pollo (…) pero yo no quiero el arroz con pollo por el resto de mi vida. (…) yo quiero comer otra cosa."
Saben que por la vía electoral no pueden ganarle a Chávez, el pueblo lo apoya, se lo dicen sus datos, por tanto, se plantean separarlo del proyecto socialista, se proponen engañar al pueblo diciendo que Chávez puede salir y no va a pasar nada en el país, a lo sumo un cambio “gastronómico”, del estilo de hacer las cosas. Que se puede salir de Chávez como si un problema de apetito caprichoso se tratara. Quieren trivializar la contienda, aislar al Comandante.
La estrategia nuestra es clara: ¡resteo con Chávez! ¡con el Socialismo! con una nueva manera de vivir, un nuevo mundo que estamos construyendo ¡Chávez es el Socialismo, tanto como el Socialismo es Chávez!
No hay lugar a vacilaciones: sin Chávez los humildes volverán a la miseria sin ninguna esperanza de redención.
¡Resteados con Chávez!
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