26.2.11

ESTOS 12 AÑOS (Sábado 26-02-2011)

Estos doce años han sido de preparación para el “Punto Crítico” que inevitablemente se acerca. Se trata del momento cuando se define el rumbo de la Sociedad. Todo lo hecho hasta aquí es acumulación para ese instante histórico.
La Revolución, gracias al hilo conductor y unificador del Comandante, ha conseguido atravesar con éxito estos años turbulentos de feroz lucha contra el imperio y sus lacayos, y también de violenta lucha interna entre las corrientes que procuran la conducción de la Revolución. En los dos frentes se combatió con fiereza, no se pidió ni se dio cuartel.
Una Revolución es así, con momentos de euforia, de viento en popa, y de momentos duros, de desencanto, de confusión. Por eso en una Revolución es indispensable el líder, éste la dota de la coherencia que impide la desbandada. La tarea se ha cumplido, haber llegado a los aires decisivos es una proeza.
Nos aproximamos a una batalla definitiva que se decidirá por tres factores principales: primero, la ideología, segundo, la masa actuante impregnada de esa ideología, siguiendo el mandato del líder. Esta trilogía: ideología, masa y líder, resolverá la contienda.
La situación es muy peligrosa y simultáneamente prometedora. Existe el líder, tenemos la potencialidad de la masa actuante ya probada en otras batallas, como en abril y en el sabotaje petrolero. Sabemos, el 27 de febrero nos lo enseñó, de la necesidad de la organización, la dirección, y que sólo así se pueden dar batallas exitosas. Conocemos la necesidad de objetivos políticos claros, tenemos experiencia en malos y en buenos combates.
Fallamos en interiorizar la lucha ideológica, comprender su lógica, entenderla para ubicarse en el momento histórico y cumplir el papel que nos toca.
No es posible el triunfo sin una fuerte y clara definición ideológica. Los campos se definirán por la ideología, ésta superará las barreras de la militancia política e impondrá su lógica. Así se explica que partidos y líderes, antes con la Revolución, hoy estén sentados en la misma mesa donde se planificaron los asesinatos de sus líderes y militantes, sentados con adecos y copeyanos, con los capitalistas. La ideología borró la vergüenza.
No es posible entender el momento histórico sin hacer un mapa ideológico, éste supera en nitidez al mapa político. Quiere decir que más importará la militancia ideológica que la militancia política.
Los campos se perfilan cada vez más: el Comandante Chávez deslinda el lado Revolucionario con la consigna “los que quieran patria vengan conmigo”, que significa: los que quieran Socialismo verdadero, que es la única manera de tener Patria, de tener humanidad.
De allí que sea obligatorio definir la ideología socialista. Podríamos adelantar en este escrito algunas características:
El humano como centro de todos los afanes, la vida como razón de los esfuerzos, la naturaleza como fundamento de todo. La Conciencia del Deber Social entrelazada con la Propiedad Social de los medios de producción administrados por el Estado Nacional. El internacionalismo. Estar siempre del lado de los débiles, de los luchadores, de los Revolucionarios.
¡Con Chávez Resteaos!

1 comentario:

gxerman dijo...

"...la ideología socialista. Podríamos adelantar en este escrito algunas características:
El humano como centro de todos los afanes, la vida como razón de los esfuerzos, la naturaleza como fundamento de todo. La Conciencia del Deber Social entrelazada con la Propiedad Social de los medios de producción administrados por el Estado Nacional. El internacionalismo. Estar siempre del lado de los débiles, de los luchadores, de los Revolucionarios."

En síntesis: el Reino de la Razón, de la Hermandad y la Justicia Eterna. El Socialismo Utópico del Siglo XXI.

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"Fallamos en interiorizar la lucha ideológica, comprender su lógica, entenderla para ubicarse en el momento histórico y cumplir el papel que nos toca.
No es posible el triunfo sin una fuerte y clara definición ideológica. Los campos se definirán por la ideología, ésta superará las barreras de la militancia política e impondrá su lógica."

Existen tres modos de ver al mundo:
1: La visión científica: basada en la observación de lo que es y en la explicación racional de lo observado. Ejemplo: "El Capital" de Carlos Marx.
2: La visión romántica: Adorna lo que es con nuestras expectativas de lo que debe ser. Ejemplo: Don Quijote transforma a Aldonza Lorenzo, lo real, en "Dulcinea del Toboso", lo ideal.
3: La visión idealista: Capta lo que es sólo como un débil reflejo de sustancias supra reales. Ejemplo: La explicación de los conflictos humanos en términos de Dios y el Diablo.

La visión romántica y la visión idealista pueden ser útiles para los que contemplan y meditan acerca de la realidad. Pero el artesano y el revolucionario deben tener, necesariamente si quieren ser útiles, una visión científica. La visión romántica y la visión idealista son pésimas herramientas cuando lo que se quiere es transformar la realidad.