Si pensamos con mentalidad estratégica, con sentido histórico,
nos daremos cuenta que aquí, en Venezuela, se dilucida el futuro de la
Revolución Pacífica como vía para superar al capitalismo, es aquí que se
escriben sus leyes, se pone a prueba su viabilidad.
Siendo así, lo que hoy sucede tiene profundo significado
vital para el tránsito de la humanidad, no se trata entonces de lo mezquino de
nuestra existencia, decidimos cómo será el mañana.
Si la Revolución falla, si Chávez pasa a la historia
como uno más que lo intentó, el mundo será arropado por manto de escepticismo,
la oleada capitalista podrá durar mil años, la esperanza no guiará a los
pueblos sufrientes. Ahora bien, todos los cálculos científicos vaticinan que
de seguir el capitalismo, la humanidad, la vida se extinguirá en pocos
años. Entonces, si nosotros fallamos, si no somos ejemplo para el mundo, si no
marcamos rumbo, estamos condenando a la humanidad a la extinción, estamos
actuando con un egoísmo suicida, el capitalismo con su lógica nos habrá
convertido en verdugos de la especie.
Nuestra responsabilidad es pensar en grande, no
podemos confinarnos al mezquino entorno y al tiempo que nos tocó vivir, a vivir
bien hoy a costa del mañana ¡No! Es necesario romper con el egoísmo
generacional, actuar con criterio de especie, de humanidad, nuestra
responsabilidad nos obliga a analizarnos, a predecir, a medir las consecuencias
de los actos de hoy.
Debemos derrotar a la lógica capitalista, el mañana
importa, dentro de cien años la especie debe vivir. Quien no piense así, no
podrá ser feliz hoy, ya no es humano, es una máquina de consumo, un engendro de
egoísmo, un miserable.
Estamos obligados a derrotar al capitalismo, y para
eso es necesario que nos analicemos, que entendamos el momento, estudiemos
hacia dónde será su desarrollo.
Parece una ley que el capitalismo usa dos vías para
derrotar a la Revolución Pacífica:
Una, la vía pacífica, participa en elecciones,
invoca a la Constitución , se portan bien. En esta vía su mejor arma es la
lógica capitalista, la inocula en las arterias del cambio, impide la sustitución
de esa cultura, nos presiona a bailar su música, seduce a los dirigentes con
vanidades, oropel. Lo anterior se complementa con acusaciones de comunismo,
lo ven por todos lados, o mejor, lo fabrican.
De esta forma presionan a los débiles, asustan a los
vacilantes, aúpan a los reformistas. La evolución de esta vía es atenuar a la
Revolución , hacerla inventar atajos para diferenciarse del
"comunismo", desdibujarse, apartarse de los humildes, buscar a la
clase media.
La otra vía es la golpista, la salida de fuerza,
siempre está presente. Ahora cobra vigor con la derrota de la vía pacífica,
hablan de fraude, de gobierno írrito, siguen susurrando.
Parece una ley que la Revolución Pacífica sufra el
asedio de los capitalistas, estos no dudan en llevarla a terrenos de violencia,
es decir, la Revolución Pacífica o se entrega al reformismo, o enfrenta una
fase violenta.
¡Con Chávez!
3 comentarios:
¡Excelente!, entonces los funcionarios tienen una responsabilidad moral ineludible, y mayor cuanto más alto sea su cargo. Utilizar transporte público, utilizar el sistema de salud pública, que ellos y sus hijos utilicen educación pública, que no vivan con excesos y lujos y mucho menos que los exhiban, que las políticas que propongan y el mensaje que el sistema de medios públicos esté orientado hacia los logros colectivos y no los individuales...
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