7.11.12

¿POR QUÉ EL SOCIALISMO ES SOCIALISMO? (Miércoles 07-11-2012)


¿Por qué el Socialismo es Socialismo? O mejor: ¿cuál es su esencia? El Socialismo, en pocas palabras, es la integración de la Sociedad. Es devolverle su condición de conjunto, su organización en totalidad, superar la fragmentación a la que la sometieron los sistemas de apropiación del trabajo social por parte de una fracción de la sociedad, o para ser más precisos: la eliminación de la propiedad nosocial de los medios de producción.
Lo contrario al Socialismo son los sistemas fragmentadores de la sociedad cuya culminación es el capitalismo. Son sistemas estimuladores de la solución individual a los problemas de la existencia, basados en el egoísmo, la competencia y el extrañamiento del humano.
            La humanidad vive una prehistoria que corresponde a la etapa condicionada por el egoísmo y la depredación. El Socialismo es la superación del individualismo, la entrada de la humanidad en su verdadera historia.  O como dijeron los clásicos: es la toma del cielo por asalto, el regreso al Edén.
La superación del individualismo, su sustitución por el Socialismo, no es tarea fácil. Miles de años, antes de los tiempos de Cristo, tiene la humanidad en este empeño, buscando la tierra prometida.
El tiempo de la búsqueda se agota. Tal es el daño que la organización individualista de la sociedad ha hecho al planeta que la vida se extingue ante nuestros ojos cómplices. Sin embargo, a pesar de que conocemos que la vida en sociedad permite resolver los problemas individuales, a pesar de que frente a las calamidades tenemos que volver a actuar cementados por la fraternidad, a pesar de los llamados de la realidad y los alertas de la naturaleza, actuamos con una insensatez suicida, no tomamos la decisión de superar el individualismo.
Es que el egoísmo está tallado con fuego y sangre en el alma de la humanidad, parece que nos dirige un inconsciente colectivo que hace imposible tomar las medidas necesarias para constituirnos en sociedad verdadera. La triste realidad que somos, mera agrupación de egoísmos, de humanos-islas que no podemos relacionarnos, no sabemos hacerlo si no es con la violencia, desde la sangrienta hasta la falta supina de solidaridad.
Tenemos dos opciones: nos constituimos socialistas, nos unimos desde la política, desde el esfuerzo consciente, o la naturaleza nos obligará a intentar hacerlo en medio de los desastres ecológicos, a unirnos cuando evidentemente ya será tarde, sólo nos quedará despedirnos con la melancolía de haber descubierto la llave al final, cuando ya no existía, o cuando ya olvidamos el camino de regreso al paraíso.
Desperdiciamos los días engañándonos como los animales de la granja de Orwell, con efectismos como aquel de que "todos los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros", deformándolo todo, falseando las palabras y olvidándonos de la realidad. Llegamos al absurdo de convertir el Socialismo en la suma de egoísmos colectivos que llamamos "comunas", cuando lo correcto sería llamarlas "egoismunas".
¡Con Chávez es con sus candidatos, lo demás es traición!

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