En los próximos
días la sociedad será escenario de una confrontación que es continuidad de una
lucha que, si bien se inicia en los mismos días de la Independencia, adquiere
con la Revolución Bolivariana características definitorias.
El Libertador dejó su obra inconclusa, la
Independencia , la posibilidad de hacer, de ser, pero no pudo ir más allá. La
Patria cayó en manos de una neo-oligarquía que la entregó al imperio que nacía
y al que Bolívar calificó de "destinado por la providencia para llenar a
la Patria de oprobio". En Venezuela la historia es la historia de la lucha
por hacer lo que el Libertador dejó inconcluso, por terminar su obra.
Después de asesinado el Libertador por la
neo-oligarquía, muchos fueron los intentos por culminar su sueño: Zamora, la
generación del 28, la gloriosa huelga petrolera del ‘36, las luchas del ‘58, la
resistencia armada del 60, todos heroicos, todos fallidos.
El heroísmo acumulado en doscientos años alcanza
su cumbre definitoria con la insurgencia del 4F . Desde esa madrugada, la
Patria emprende un rumbo de definiciones, la forma pseudodemocrática de la
dominación oligarca, el pacto, entra en crisis, la sociedad se bate en una
turbulencia en la que no sólo el poder está en disputa sino también el rumbo,
el sistema social va a ser cuestionado.
Largo ha sido el trajinar de esta Revolución,
rápidamente nos dimos cuenta de que éramos continuidad de la misma batalla de
Bolívar. Al escenario fueron convocados los mismos apellidos oligarcas que
aparecieron a recitar sus papeles de dominación, las mismas pieles, las mismas
miradas de odio hacia los humildes. Los preteridos de siempre, los campesinos
que dieron su sangre en Carabobo, en Junín, en los llanos de Barinas, los
mismos mártires de La Rotunda y del Castillo de Puerto Cabello, dijeron
presente.
El Socialismo entró en la disputa, se rompía así la
hegemonía mental del sistema de dominación que venía, con diferentes
presentaciones, desde la época de la Independencia , un sistema alterno al de
la dominación oligarca aparecía con la fuerza del poder en el paisaje político.
La respuesta teórico-práctica al anhelo bolivariano, la posibilidad de
concretar el sueño era una realidad. Ese mérito, que es del Comandante Chávez,
ya sería suficiente para justificar a la Revolución.
En el fragor del combate apareció una clase
protagonista, la clase obrera. Los trabajadores maduraron en la lucha y se
encontraron con su ideología, dejando atrás al economicismo burgués,
entendiendo su papel histórico de liberadores de la sociedad como única vía de
emanciparse como clase. Este es otro fundamental logro de la dirección del
Comandante Chávez.
Hoy la lucha nos plantea el escenario de las
elecciones, a él vamos con alegría, con fe, con el orgullo del que sabe que
participa en una batalla similar a la de Carabobo, con la decisión y el
coraje de los que saben que saldan las cuentas pendientes desde San Pedro
Alejandrino, con el rigor histórico de quienes se saben constructores del
futuro, del Socialismo.
¡Lealtad!
1 comentario:
El pueblo libre y soberano apropiado efectivamente del poder gracias a la revolución, consiente de la responsabilidad histórica para mantener y seguir construyendo el rumbo de nuestros desninos, participaremos con Lealtad y Orgullo.
Forjandó la patria grande, la patria socialista!
Viviremos y Venceremos.
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