"Primero
fue el verbo… y el verbo se hizo sentimiento, pasión". No hay mejor forma de ilustrar lo que pasó en
Venezuela en los últimos cinco días del mes de octubre del 2012 que tomando
prestadas las palabras iniciales del evangelio de Juan.
Lo que presenciamos no fue una campaña electoral
común, se trataba de un compendio de todas las luchas de los humildes desde la
independencia, un saldar cuentas con aquella gesta y, sobre todo, un
relanzamiento de la evolución natural del ideario bolivariano.
No fue casual que la etapa final de la gesta electoral
del Comandante Chávez, del bolivarianismo, se iniciara en los llanos de
Barinas, ni fue azaroso cruzar la parte occidental del país y culminar en
Caracas, se evocaba la Campaña Admirable. Pero también, a la par que se daba
continuidad espiritual a la gesta bolivariana, se cabalga sobre el ideario
zamorano, y se va más allá, se complementa con las circunstancias de hoy. La
causa campesina se funde con la causa proletaria y esas dos ideologías dan base,
son el alma, del Socialismo que nos propone el Comandante Chávez.
No fue una campaña de un candidato, fue un pueblo
reivindicado en el amor que, como una ola de sentimiento, unió al país de un
solo tirón, en cuatro días, impresionó hasta la lágrima. El sentimiento entró
en combate y las gestas de Bolívar y Zamora, Fabricio, Américo Silva,
despertaron del olvido y acompañaron a la masa irredenta que se alza dispuesta
a dar continuidad, a hacer honor, a la batalla inconclusa de San Pedro
Alejandrino.
Caracas, la de Bolívar, fue el escenario cumbre, no
podía ser de otra forma, la cuna del Libertador debía recibir al pueblo que
renace rompiendo las penumbras y se dispone a ser dueño de su futuro. Caracas
vibró de furor patrio, imaginamos a los valientes de Junín cuando el Libertador
los arengó para la batalla con palabras que son alas que encumbran hasta lo más
sublime que puede llegar un hombre: a la lucha por sus semejantes, al esfuerzo
supremo por hacerse humano.
Decía el Libertador, antes de la Batalla de Junín:
"Soldados vais a completar la obra más grande que
el cielo ha podido encargar a los hombres, la de salvar un mundo entero de la
esclavitud.....Los enemigos que vas a destruir se jactan de 14 años de
triunfos; ellos pues; serán dignos de medir sus armas con las vuestras que han
brillado en mil combates...."
Chávez, el Comandante, demostró su calidad de líder,
fue activo en cada minuto de estos últimos días, su discurso se llenó de amor y
de decisión de defender la causa de los humildes, más allá de la mera
compensación material, construyendo un mundo donde la pobreza desaparezca. Ese
Chávez se creció en la tarima el jueves 4 y junto a aquel océano de patriotas
sellaron el triunfo definitivo de la causa bolivariana.
¡Qué privilegio convivir con este pueblo y contar con
este líder!
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