La crisis del capitalismo mundial, el agotamiento de las áreas de expansión de los mercados, el estallido de las burbujas de especulación, sumado a las crisis en todos los aspectos de la vida planetaria, obligan a los centros capitalistas a recolonizar al mundo para trasladar las crisis y tratar de superar la turbulencia.
La recolonización comienza por los países productores de energía. Libia es ejemplo de la calidad de la embestida imperial, rompen sus propias reglas, pasan por encima de sus organismos internacionales. Venezuela es un objetivo.
Es necesario que los patriotas estudien cómo sería el proceso de absorción al imperio, y cuáles las maneras de evitarlo. Veamos.
Las ilusiones de una transición pacífica, de que portándonos bien, siendo sumisos y entregando todo no habrá problemas, deben ser desechadas. El imperio necesita, para instaurar su gobernabilidad, una etapa de terror como paso previo a la sumisión.
El proceso de anular la soberanía tiene necesariamente que ser violento, deben aplicar la ya conocida política de choque, terror en exceso, represión brutal aun no siendo necesaria. Sólo de esta manera consiguen un pueblo sumiso, capaz de aceptar cualquier barbaridad, así garantizan acabar con el ejemplo que es la Revolución Bolivariana, que nadie pueda levantar la cabeza para la mínima protesta y, al mismo tiempo, alinear al país en sus planes de expoliación de la energía.
Este proceso cruel que se asoma en el horizonte cercano sólo puede ser detenido si mostramos al imperio la intención decidida de defender la Patria. Que sepan que si se atreven tal será nuestra respuesta que el precio para ellos será impagable.
La iracundia no sólo será de Venezuela, sino de todo el continente. Bolívar y San Martín y O´Higgins y Artigas y Tupac Amarú y Sandino y Fabricio y Alfaro y Máximo Gómez y Maceo y Albizú Campos… y el Che, todos renacerán en los corazones de millones de combatientes contra la nueva agresión imperial.
Si se atreven, la orden es clara: no habrá estabilidad ni social ni económica hasta no expulsar de la tierra de los Libertadores al último soldado extranjero, al último colaboracionista. Mientras exista un patriota habrá resistencia. Lucharemos contra ellos y contra sus agentes lacayos.
Aquí hay reservas para defender la Patria, un pueblo y un ejército con tradición libertaria, capaces de ir hasta los confines del continente a romper cadenas.
La presencia de Chávez como Comandante en Jefe de este pueblo civil-militar, es garantía de firmeza en la lucha antiimperialista, de tino en la batalla.
Con la carta de Chávez, la intervención de Maduro en la onu, esa tribuna ocupada antes por el Che, Fidel y Chávez, sintió de nuevo la presencia de la dignidad de un pueblo que ama la paz y está dispuesto a defenderla.
Con las declaraciones del Ministro Ramírez, encarando a la legalidad burguesa internacional, advirtiendo el rechazo a todo tipo de agresiones, se reafirma la soberanía.
Son acciones que llaman a la confianza. Estamos preparados para defender la Patria. No se equivoquen.
¡Con Chávez siempre habrá Patria!
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