7.10.11

¡VIVA EL PSUV! (07-10-2011)

El PSUV es simultáneamente un concepto y una realidad, en esta doble condición es que debemos analizarlo.


El concepto es correcto, revisemos algunas de sus cualidades.

Para la Revolución es imprescindible una organización de vanguardia que agrupe a los más conscientes, a los que tengan alto nivel de entrega a la causa revolucionaria y a la construcción del Socialismo, los primeros a la hora del sacrificio y los últimos a la hora de la repartición de beneficios, a aquellos que como decía el Libertador consagren todo por la Patria.

En esa organización de vanguardia la convivencia debe prefigurar las relaciones humanas socialistas, deben ser relaciones amorosas, fraternas, las zancadillas tradicionales en la política burguesa no tienen cabida, las facciones buscadoras del bien grupal deben ser delito. La vanguardia debe ser ejemplo para el resto de la sociedad de lo que proponen construir los Revolucionarios.

Además, la organización de vanguardia es la única capaz de dar sentido estratégico a la lucha por la construcción del Socialismo, definirlo, precisar sus bases, agrupar a los movimientos sociales, darles sentido político a sus luchas parciales, ser, en su condición de expresión política de la Revolución, la columna vertebral de cualquier agrupación de factores revolucionarios.

Algunos podrán asimilar la vanguardia a una secta, y decir que el anterior es un concepto sectario. Esa acusación se la podrían hacer también perfectamente a Cristo, recordemos que su secta de únicamente 12 apóstoles se transformó en miles de millones de seguidores. O se la podrían hacer a Bolívar, recordemos que su Junta Patriótica se transformó en Ejército Libertador y llegó a los confines del continente. O se la podrían hacer a Fidel, no olvidemos que los 7 sobrevivientes de Alegría de Pío devinieron en una Revolución. Eso sin hablar del juramento del Samán de Güere, una pequeña secta de cinco que se transformó en la Revolución Bolivariana.

Los que califican a la vanguardia de secta, los que inventan cualquier cosa para impedir su formación y su expansión en millones, despojan a las luchas sociales de su componente político, las hacen inocuas. No creen en el Estado Revolucionario, ni en el Partido… ni en el líder.

Lo importante en la vanguardia son las ideas: si son justas, si interpretan el momento histórico, entonces tienen la capacidad de dirigir una Revolución, transformarse en millones, construir los bloques y polos que sean necesarios.

Ya hablamos del concepto del PSUV, hagámoslo ahora de su práctica, su realidad. La anécdota de esa práctica todos la conocemos, aquí debemos precisar que la formación de esa vanguardia ocurre en medio de una feroz lucha de clases. Recordemos que el llamado de Chávez a unirnos en el PSUV enfrentó los obstáculos de la ideología pequeño burguesa, que prefirió mantener sus pequeñas haciendas. El pragmatismo, el oportunismo y la incomprensión del momento histórico atentaron contra aquel llamado.

Ahora, dentro del PSUV, todavía están presentes las fuerzas que desde la mezquindad tienen una acción que impide la identificación del concepto con la realidad, esa lucha continúa.

¡Con Chávez!

No hay comentarios.: