5.3.11

MUERO COMO VIVÍ (Sábado 05-03-2011)

El arte muchas veces nos refleja mejor la realidad que los enjundiosos ensayos teóricos, tal es el caso de la canción “El Necio” de Silvio Rodríguez. En los cortos minutos de esta canción se encierra una valiosa lección de política, de vida, de dignidad, que cuando se trata de Revolución vienen a ser la misma cosa.
Dice la historia, que en la Cuba del período especial, aquella época cuando derrumbada la Unión Soviética se debatía la suerte del Socialismo, esta canción contribuyó a acerar el temple revolucionario del aquel pueblo que triunfó en su voluntad de preservar para la humanidad la causa del Socialismo. Mucho debe la humanidad a Cuba: en época de oscuridad, de desencanto, de escepticismo, supo mantener viva la llama de la esperanza socialista. Y mucho debe la causa del Socialismo a esta canción. Demuestra que el arte es una poderosísima arma cuando entra en combate por las causas más nobles de la humanidad.
La canción cuenta la historia de Silvio, cuando éste es invitado por algunos para que salte la talanquera, modere su posición, y deje de luchar por el Socialismo. Si no se arrepiente, lo amenazan. Silvio responde, y es allí que lanza un grito que resume el sentido de la vida de un revolucionario. En unos pocos versos percibimos la fuerza de la canción.
…para darme un rinconcito en sus altares.
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
me vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.
…Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
más yo seguiré soñando travesuras…
…Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.
Yo me muero como viví.
Una lección eterna: el revolucionario es un ser coherente, la vida del revolucionario es el relato de la coherencia. Se muere como se vive. Vivir y morir son estaciones de una misma trayectoria.
¡Con Chávez Resteaos!

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