El internacionalismo es indispensable en una Revolución, sin él será fatalmente distorsionada, destinada a convertirse en un monstruo, a sucumbir en “las aguas heladas del cálculo egoísta”.
No es por azar que sean los ultraderechistas de “primero justicia” y los agrupados alrededor del diario el nacional los que más ataquen el internacionalismo de la Revolución Bolivariana. A los fascistas les exaspera la solidaridad militante con el resto de la humanidad, ellos tienen la vista y el corazón constreñido a su individualidad mezquina, a su clase, a su pequeño entorno, a su raza.
Necesitan cultivar el odio, el egoísmo, la diferencia de razas y de clases, ese es el fundamento de su visión del mundo.
Es así, desde los primeros días de la explotación debían considerar a los esclavos seres inferiores, después ese desprecio se trasladó a los siervos, y hoy se deposita en los trabajadores y humildes. El desprecio a los desposeídos es un requisito de vida de los explotadores.
Por eso les aterroriza el internacionalismo, no pueden entender, o mejor, sentir el altruismo, que es condición genética humana que hoy se expresa como resistencia a la ética capitalista.
El internacionalismo, esencia revolucionaria, debe ser cuidado con esmero. Debemos estimular la solidaridad militante con el resto de la humanidad, tanto como la solidaridad nacional. La Revolución debe sentirse parte del mundo. Una afrenta a un humano en cualquier parte del planeta debe ser considerada una agresión a la Revolución Bolivariana. Debemos, con el Che, vibrar de indignación frente a la injusticia, siempre.
El internacionalismo es fundamental en la educación socialista, un pueblo internacionalista ha dado pasos gigantes en la construcción del Socialismo. Todos los planes educativos de la Revolución deberían contemplar el internacionalismo militante. Las escuelas de cuadros, las Misiones, Consejos Comunales, Comunas, no estarán completas sin un pronunciamiento de solidaridad internacional, desde allí debería comenzar el estudio.
La solidaridad con los Cinco Héroes Cubanos luchadores contra el terrorismo, que tienen 12 años secuestrados por los gringos, es motivo propicio para estos pronunciamientos. Los comités de solidaridad con ellos, los pedidos de su libertad, son obligación de todo revolucionario.
Debemos seguir el ejemplo de los obreros petroleros, que rescataron y bautizaron un barco con el nombre de los “Cinco Héroes”, uniendo así sus reivindicaciones tácticas, su trabajo, con las metas más altruistas que caracterizan a la clase obrera, internacionalista en esencia.
Otras organizaciones políticas y sociales Revolucionarias deberían transitar este camino de fraternidad y de lucha socialista y antiimperialista. Es una batalla política de alto contenido humano, como son las acciones por el Socialismo.
En la Asamblea , que es hoy territorio de pugna con la canalla oligarca, la Revolución tiene que confrontar los planteamientos mezquinos, fascistas, de desprecio a la ayuda internacional, proponiendo que se discuta un llamado a Obama para que libere a los Cinco. Sería una muestra de valentía, de fraternidad, de espíritu socialista, que llamaría la atención del mundo y nos humanizaría. Los Cinco definen la condición Revolucionaria.
¡Con Chávez resteaos!
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