6.3.11

EL DIÁLOGO, EXPRESIÓN DE QUÉ (Domingo 06-03-2011)

El Presidente llamó al diálogo y se abrió un tiempo de discusión. Lo primero que debemos estudiar es al mismo diálogo. Veamos.
El diálogo no es malo ni bueno en sí mismo, depende de lo que se quiera lograr con él. Hasta los enemigos irreconciliables en las guerras más cruentas han conversado, los antiguos sentaban en la mesa de consulta a sus Dioses. Entonces, los revolucionarios pueden dialogar si la situación lo amerita, para poner reglas en la confrontación, para humanizarla, nunca para arriar las banderas.
Esta intención llevó al Libertador a la conversación con Morillo en Santa Ana de Trujillo, no obstante, Bolívar siempre rechazó las conversaciones para negociar la Independencia, siempre mantuvo el deslinde ideológico.
Lo que no pueden hacer los revolucionarios es, en nombre del diálogo, plantearse colaboracionismos, borrar las diferencias, diluir los objetivos de la lucha. Eso confundiría a la masa, debilitaría las fuerzas revolucionarias.
Los reformistas aprovechan el llamado a conversar y lo transforman en un objetivo estratégico: en la unidad que castra la posibilidad revolucionaria.
La historia es conocida. Esa artimaña la aplicaron el 23 de Enero del 58, y así aquella gesta popular, que sí merece asimilarse a la gesta zamorana, con contenido político, con metas estratégicas claras, con organización, con dirección, fue traicionada, y el instrumento para la traición fue el diálogo como castrador de las posibilidades de deslinde ideológico.
El diálogo bobo, los llamados a unidad sin deslinde ideológico son armas para neutralizar las posibilidades revolucionarias. Estos clamores de la pequeña burguesía son la expresión política de la propuesta de convivencia con la “burguesía nacional”, que necesariamente estrangulará al Socialismo.
Debemos estar alertas, evitar que la conversación con el enemigo se nos convierta en puerta de entrada a la conciliación, a olvidar la meta estratégica, convertirla en retórica.
No es posible, por ejemplo, mostrar como un logro del diálogo, de la democracia, de la convivencia, el que esa organización fascista que es “Javu” haya salido de la huelga de hambre. Eso es un error que nos debilita, nos conduce al desfiladero, desarma, confunde al pueblo.
¡“Javu” forma parte de un plan golpista dirigido por los gringos, y así debe decirse al pueblo y al mundo, plan que involucra desde insulza hasta cisneros. No es posible mostrar que suspendan la huelga como un paso hacia la convivencia.
Debemos presentarlo como una derrota del enemigo y alertar que el plan golpista continúa: siguen los susurros a los militares y los ataques a los líderes de la Fuerza Armada, siguen las declaraciones, las amenazas de los gringos, los planes de magnicidios, los desconocimientos a las instituciones, al CNE, al parlamento, a las leyes, al Estado Revolucionario.
Ilusa la pequeña burguesía, piensa que con el diálogo pueden repetir la historia del 23 de Enero, deslizar un nuevo pacto de punto fijo y volver a una coexistencia con la burguesía. El diálogo bobo sólo servirá para debilitar al Gobierno Revolucionario, y preparar el zarpazo fascista.
¡Con Chávez Resteaos!

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