La grandeza del
mandato de Cristo, "amaos los unos a los otros", va tomando
con el paso del tiempo dimensiones vitales: deja de ser una opción moral, que
se puede o no asumir, para convertirse en decisión de la cual depende la vida
de la especie. Es así, nos amamos o perecemos. Veamos.
Las señales de la crisis que padece la vida son muy
claras, la discusión hoy es si ya llegamos al punto de no retorno, si ya hemos
lesionado de tal forma a la naturaleza que no hay vuelta atrás, o si aún
tenemos posibilidades de enmendar el desajuste.
Sea cual sea la respuesta, la conducta de la humanidad
debe ser una sola: ¡es necesario cambiar la relación entre los hombres!
En la fraternidad está la respuesta, cumplir el mandato de Cristo, poner al hombre
en el centro de los afanes y desplazar al demonio del capital… en resumen,
construir el Socialismo.
Para enfrentar la crisis que se avecina, o si somos
optimistas, para revertir el daño causado a la naturaleza, es necesario
sustituir al capitalismo. Este sistema, esa manera egoísta de relacionarnos, la
búsqueda del lucro sobre cualquier consideración, es la causa de los males a
los que nos referimos.
El hombre en el capitalismo es un rehén del capital,
éste le impone su ley, lo convierte en su instrumento, lo coloniza y lo despoja
de su condición humana. El capitalismo tiene como divisa el lucro, la ganancia
sobre todas las cosas, no repara en la naturaleza ni en la vida. Guiado por
esta ley ha convertido al hombre en una especie suicida, capaz de destruir el
planeta que lo alberga.
La crisis que empezamos a padecer, lo que vendrá, sólo
podrá ser superado por una humanidad desprendida del capitalismo, unida. De
otra manera entraremos en el mundo del "sálvese quien pueda", de la
antinaturaleza, de la especie devorándose a sí misma.
Desde temprano los hombres sabios vislumbraron la
solución para la humanidad alienada, colonizada por la apropiación del
trabajo social, y postularon la salida: Volver a ser una sociedad donde
todos fuéramos hermanos. Ensayaron esa forma de vivir, nos dejaron la
enseñanza de cómo darle base material al "amaos los unos a los
otros": ellos vivían siguiendo el precepto de "a cada
uno según su necesidad, de cada uno según su capacidad".
Nuestro reto, así se lo debemos a la especie, es dar
el salto hacia el Socialismo, cumplir el mandato de Cristo, construirlo no en
siglos, no hay tiempo, es necesario hacerlo con la urgencia del náufrago.
Ya reelegimos a Chávez y con eso mantenemos abierto el
camino de la salvación, ahora debemos elegir a los gobernadores de Chávez, los
que lo ayuden a seguir avanzando. Debemos ver todas nuestras acciones con la
visión de humanidad, la misma que tuvo Cristo. No podemos confinarnos a lo
pequeño, de esa forma no resolveremos nada y nos condenaremos a la extinción.
¡Con Chávez es con sus candidatos, lo demás es
traición!
1 comentario:
me parece un tema super interesante yo diria que los seres humanos valla la redundancia hemos perdido lo mas preciado que nos regalo el creador LA HUMANIDAD hay una gran orfanda en cuanto a esa gran cualidad sin ella no podemos cumplir el mandato de cristo que diCE asi. AMAOS UNOS A LOS OTROS COMO A TI MISMO
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