En diciembre los venezolanos vamos a tomar una
decisión que transciende la época y la geografía nacional. Vamos a unas
elecciones regionales que sin dudas influirán en la vida de toda la humanidad.
En diciembre se enfrentan, no sólo unos candidatos
locales que dirimen problemas locales, se enfrentan dos proyectos de sociedad,
dos modelos de organizar al mundo. La Esperanza y la vida, contra la muerte y
la extinción. El capitalismo en todas sus variantes y matices contra el
Socialismo auténtico.
De allí que la decisión que tomemos como sociedad y
como individuos, influirá en la marcha de la humanidad.
El sistema capitalista padece una profunda crisis. Se
ha abierto una rendija que muestra su verdadera naturaleza perversa, ya sabemos
que sirve para enriquecer a unos cuantos mientras condena a las grandes
mayorías planetarias a la miseria, y amenaza seriamente con la extinción de la
vida.
En Venezuela la Revolución , el Comandante Chávez,
venían pronosticando esta situación. La crisis nos llega cuando somos uno de
los países mejor preparados para enfrentarla. El Socialismo es la solución y
aquí hemos avanzado en ese camino.
Gracias a que la crisis no nos toma por sorpresa,
somos ahora un pueblo conocedor de los males del capitalismo y concientes de la
solución: el Socialismo.
La crisis mundial nos coloca frente a una gran
responsabilidad, tenemos la posibilidad y el deber de señalar el camino hacia
el futuro, hacia la solución definitiva, hacia el Socialismo.
De aquí que la decisión de diciembre sea de inmensa
trascendencia.
Votar por los candidatos del Socialismo, los del PSUV,
los de Chávez, es apuntalar el proyecto que va a solucionar los problemas
locales y al mismo tiempo mantener viva la Esperanza de un mundo viable, mejor,
posible.
Votar por los candidatos capitalistas en todos sus
matices, es votar por el hundimiento de la Patria. Ya sabemos lo que harán los
candidatos de la oposición a Chávez:
Nos engarzarán al carro funesto del capitalismo
mundial, su corazón y su bolsillo pertenecen al imperio.
Así un posible gobierno oligarca pondría nuestra
economía al servicio del fraude de la economía de los países desarrollados.
Nuestra riqueza servirá para sostener los bancos que quiebran, nuestro petróleo
será despilfarrado por la industria de los países desarrollados. No les
importará que el pueblo se sumerja de nuevo, como en la cuarta, en la miseria
sin Esperanza.
El voto de diciembre decidirá el camino que esta
sociedad marque al resto del mundo. En diciembre diremos que es posible un
nuevo mundo y nosotros, concientes, estamos construyéndolo por encima de los
errores y defectos, avanzando.
El voto de diciembre debe decir al mundo que somos
dignos herederos de los libertadores, que somos un pueblo tallado para lo
grande. Que ayer liberó un continente, señaló el camino de la independencia y
hoy señala el camino de la salvación de la humanidad, el Socialismo.
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!
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