Al principio,
de esto hay evidencias en sociedades fósiles, la humanidad tenía como principal
enemigo a la naturaleza desconocida y hostil. Los humanos enfrentaban unidos
las dificultades de la vida, todos participaban en la actividad social de
acuerdo a su capacidad y se repartían el fruto del trabajo de acuerdo a las
necesidades de cada uno.
Con el aparecimiento de la posibilidad de que un grupo
se apropiara de la riqueza de todos, comenzó la división de la sociedad, la
guerra de todos contra todos, la miseria para las mayorías y la opulencia para
las minorías privilegiadas, la infelicidad para la especie, que siendo
biológicamente social es condenada a la fragmentación. Entonces, el hombre se
transformó en lobo del hombre, en su principal enemigo. Podemos decir que la
historia de la humanidad es la historia por restituir la armonía original. El
llamado de Cristo de "amaos los unos a los otros" resume, guía, esa
historia.
La perversión de una humanidad fragmentada en poco
tiempo evolucionó hasta llegar, con el capitalismo, a las fronteras de su
extinción y de la vida planetaria. El hombre se convirtió en una especie
facinerosa.
Muchos han sido los intentos de zafarse de esta
situación, desde la Revolución Francesa , con su "Liberté, égalité, fraternité",
hermoso intento que devino en hipocresía, hasta la Revolución Soviética y su
expansión, que fue trágicamente capturada por el capitalismo, cuya esencia, el
egoísmo, no supo expulsar de sus entrañas. En ese tránsito histórico se talló
una teoría y una experiencia práctica que dotó a la humanidad de un instrumento
que la capacitaría para su liberación.
El capitalismo en su voracidad se ha topado con
los límites de su crecimiento. Se convirtió en un gigante que no cabe en el
planeta, la crisis que lo agobia es global, sistémica, Europa padece sus
rigores y los gringos ya no tienen manera de enmascarar su futuro lúgubre. La
crisis ambiental afecta desde el lago de Valencia hasta las siembras de cereales
del norte, Groenlandia se derrite súbitamente, el peligro de extinción de la
especie no es una alarma, ya se hace realidad.
Esta situación de crisis, de calamidad, no se traduce,
como esperarían los clásicos, en lucha Revolucionaria, al contrario, el aparato
de narcosis del capitalismo es tan fuerte que ha convertido a los pueblos en
rebaños capaces de aceptar cualquier crueldad con tal de mantener sus viditas
mediocres, su consumismo enfermizo.
Pocos pueblos escapan de esta situación de
embotamiento, son los situados en la periferia donde la dominación cultural es
menos intensa y menos eficaz, y donde las luchas libertarias del siglo XIX
están aún frescas. Es así como Cuba dio la primera diana de rebelión, Fidel y
la Sierra Maestra encendieron al Continente y conmovieron al mundo, el Che
ahora es ícono de la esperanza y acervo teórico.
Es aquí en la América donde se puede iniciar la ola
que revierta la espantosa realidad de la humanidad capitalista. Ese es nuestro
reto.
¡Con Chávez!
1 comentario:
Leer, analizar, compartir, discutir, adaptar, decidir, emprender, revolucionar!!! transformar!!
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