1.2.12

EL 13 IMPEDIRÁ EL 11 (Miércoles 01-02-2012)

Las contradicciones son de tal magnitud, que lo propiamente electoral no las contiene. Lo paraelectoral se asoma todos los días en los movimientos de los oligarcas, no hay dudas, preparan un golpe, las señales están a la vista.

No atienden el llamado a reconocer al árbitro, su actitud es burda, se les notan las intenciones, el juego maula. Lo aceptan para que arbitre sus primarias, pero en las nacionales de antemano cantan fraude. Esa es una mala señal que debe ser tomada en cuenta por la Revolución. Desconocer al CNE es rechazar a priori los resultados electorales si les son adversos.

Esta actitud demuestra sus intenciones paraelectorales, pero cuando dan un paso adelante es cuando enfilan, en coro, sus infamias contra la Fuerza Armada.

Mariacorina, agente convicto y confeso del imperio del norte, declara que expulsará a todo cubano que esté en la Fuerza Armada. Sigue el guión de la mafia de Miami, intenta sembrar cizaña en el interior de los militares.

Inmediatamente pablo pérez, siguiendo el guión del departamento de estado, ataca al General Rangel y pide su salida del Comando Estratégico Operacional. Argumenta que él no puede estar allí porque no garantiza la pulcritud de las elecciones. De esta forma intentan construir la imagen de que nuestra Fuerza Armada no es confiable.

Al final, todos desconocen al árbitro y a los militares, así está lista la mesa, están denunciando fraude de antemano.

Las elecciones burguesas toman su verdadero carácter, más claro no podía ser: si favorecen a la oligarquía son válidas, de lo contrario, no. Legitiman a sus gobiernos, a los que no pretenden superar al sistema capitalista, en cambio a los triunfadores socialistas nunca los reconocerán.

La oligarquía trabaja descaradamente en el golpe, avanza a cielo abierto. Vivimos tiempos de abril, cuando el golpe caminó frente a nuestras narices y creció en nuestra candidez. El secuestro del embajador mexicano huele a desestabilización. Ahora, es necesario hacer algo, impedir el avance de la guerra.

Lo primero es salvar a la masa del embobamiento electoral, alertarla de la parapolítica que desarrolla la oligarquía, los dirigentes deben trabajar con un ojo en el 7 de octubre y el otro en la preparación de la resistencia a la paraelección.

Segundo, advertirles a los agentes del imperio que si se atreven, si toman la iniciativa de la violencia, en ese momento las reglas del juego cambiarán, la legalidad Revolucionaria se hará hegemónica. Y la primera ley revolucionaria es defender por sobre todo a la Revolución.

Tercero, movilizar ¡movilizar! Que el imperio y sus agentes locales sientan la fuerza de un pueblo dispuesto a defender sus logros, a su líder, no volver jamás a ser colonia. Es buena la oportunidad para grandes movilizaciones en defensa de la Fuerza Armada y del CNE.

El 11 de abril no se repetirá, el 13 es ya, ahora en Venezuela el 13 es primero que el 11. No nos dejemos arrebatar la paz.

¡Con Chávez defenderemos la paz!

1 comentario:

Anónimo dijo...

hasta ahora hemos sabido derrotar: Las provocaciones sin caer en ellas (Plaza Altamira, Guarimbas, etc) y el golpe de abril con base en el movimiento de masas, por lo que estas consideraciones deben guiar nuestro accionar tactico ante la escalada desestabilizadora que se avecina