12.8.11

LA IGNORANCIA (Viernes 12-08-2011)

Es frecuente que se confunda la Revolución con la misericordia, la lástima o el sentimentalismo folklórico. En la cuarta era frecuente la elevación a la fama de humildes superdotados para la ciencia o el arte, pero se les negaba la oportunidad de formarse, de conocer las fronteras que en su campo había alcanzado la humanidad.

Se mantenían como animalitos de zoológicos, se intentaba que siguieran salvajes, ingenuos. Así, la inteligencia sin cultivo, que pugnaba por dar el salto liberador de la prisión de la ignorancia, era asombro de pequeños burgueses. Esa era la atracción, de esa forma calmaban sus ansias de Revolución, se bañaban de pueblo humilde, de folklore.

Esta actitud era continuidad de la sembrada por la socialdemocracia que hizo de la ignorancia virtud, del analfabetismo cualidad, del estudio desperdicio, de los libros defecto. Se mantenía así a la población soberbia en su ignorancia. Era un mecanismo de dominación perfecto.

El Libertador captó temprano que la ignorancia era un eficaz instrumento de dominación, y entendió que “Moral y Luces eran nuestras primeras necesidades”. Otros grandes hombres comprendieron que la única manera de ser libres era ser cultos. Simón Rodríguez ofrendó su vida a la tarea de educar.

La ignorancia tiene varias maneras de presentarse: puede ser la ausencia de conocimiento, es la más común, pero puede ser también la intoxicación con falsos saberes, ésta es la más moderna. Estos falsos conocimientos, falsos valores, los implantan en la mente colectiva los poderosos medios de deformación. Las películas, las novelas, crean una ficción que sustituye a la realidad, hasta la prensa se ha convertido en “reality show”, ese género donde la realidad y la ficción se mezclan y se simulan mutuamente. Así vivimos en un mundo que los propietarios manipulan a su antojo.

La otra ignorancia, es la ignorancia engreída, quizá la más poderosa porque puede derrotar proyectos que prometen Revolución, es creer que ya se sabe, pensar que ya, de manera espontánea, se tienen conocimientos suficientes, de esa forma no es necesario estudiar. Esa especie de soberbia alimenta a la ignorancia y la perpetúa.

El Socialismo, que es el salto cultural más importante que puede dar la humanidad, debe, tiene que significar un salto descomunal en conocimiento, en estudio, pensamiento, rigor. Es imposible el Socialismo en la ignorancia, es principalísima tarea derrotarla.

Nosotros hemos descuidado la formación revolucionaria, hemos engavetado motores y folletos. En la cultura, nos privamos de actuar activamente, sólo repetimos, no hacemos nada que nos diferencie de la oligarquía.

La búsqueda de logros materiales, que son justificados, deben ir acompañados de grandes logros espirituales, éstos serán los que darán justificación al Socialismo. El Socialismo se justifica si cambia el alma de los hombres, si construye el hombre nuevo, y esto se consigue con cultura, con conocimiento verdadero, con nuevos valores.

Es necesario que la Revolución prestigie el estudio, el conocimiento, la actividad intelectual, derrotar el culto a la ignorancia que arrastramos de la oligarquía.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

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