La humanidad se ahoga en el mar del capitalismo, desesperada busca el oxígeno de una salida, pero atrapada en sí misma es incapaz de percibir la tabla salvadora a escasos metros.
El capitalismo funciona como un vicio, crea su propia justificación, sus mecanismos de defensa y de reproducción. La humanidad se retuerce pero es incapaz de zafarse del mal que la aqueja, de llegar a la otra orilla, al contrario, en cada crisis la protesta es absorbida por el sistema que de antemano preparó las conductas que evaden las soluciones, y la humanidad se hunde más en las miasmas capitalistas.
Vivimos de ilusión en ilusión. Nos engañamos: "ahora si es verdad que el imperio está cambiando, llegó un negro a la presidencia"… y el imperio sigue su curso tiránico. "El continente se mueve hacia la izquierda, Tabaré, Lugo, Lula"… y el continente pare un pequeño imperio, que se entiende con los gringos para ´calmar´ a Chávez. "Lo de los indignados es inédito, una ola de protestas recorre el mundo, se acerca el fin"… y los indignados no ponen en peligro al sistema, aparecen cuando hay condiciones reales para un cambio verdadero y hacen de las protestas río manso capturable por la maquinaria imperial que promociona sus métodos inocuos.
Y así, de ilusión en ficción, llevamos más de medio siglo de extravíos… y el capitalismo sigue su curso suicida… y la masa irredenta no consigue el oxígeno que nos salve del naufragio definitivo.
¿Dónde está la falla?
Hay condiciones para un cambio: el imperio entra en crisis de todo tipo, el ambiente se deteriora, las migraciones son masivas, el clima se altera… el planeta cruje, y sin embargo el sistema capitalista persiste… Es más, y aunque algunos se molesten, el capitalismo se fortalece ¿o acaso China, con su crecimiento demencial, no es capitalismo? Las masas no consiguen el camino de la redención de la humanidad.
La falla está en la teoría, en la ideología. El capitalismo ha conseguido crear un cordón de defensa formado por teorías falso-revolucionarias, que son encargadas de disolver las posibilidades de toma del poder para el cambio. Ese cordón es un agente antipolítica, diluye las luchas en objetivos subalternos hasta que desaparecen por su propio peso. Este mecanismo demostró su efectividad con el mayo francés.
En conclusión, mientras el sistema capitalista esté blindado con estas falsas teorías, estará seguro, mientras la política revolucionaria esté arrinconada en el planeta, no habrá esperanzas. Siendo así, la lucha principal es el desbroce ideológico y teórico del camino al Socialismo.
Debemos tener claro que aunque no parezca, la batalla revolucionaria se decide en la teoría. Un extravío en la ideología lleva al fracaso, a cien años de atraso, pero, en contraste, una teoría acertada es capaz de llegar al corazón del sistema capitalista y derrotarlo.
Es necesario que la Revolución nuestra consolide su teoría, el estudio debe ser prioridad del Estado y del Partido, nada se debe dejar a la improvisación, debemos inventar pero sobre los hombros del pensamiento revolucionario universal.
¡Con Chávez Resteaos!
El capitalismo funciona como un vicio, crea su propia justificación, sus mecanismos de defensa y de reproducción. La humanidad se retuerce pero es incapaz de zafarse del mal que la aqueja, de llegar a la otra orilla, al contrario, en cada crisis la protesta es absorbida por el sistema que de antemano preparó las conductas que evaden las soluciones, y la humanidad se hunde más en las miasmas capitalistas.
Vivimos de ilusión en ilusión. Nos engañamos: "ahora si es verdad que el imperio está cambiando, llegó un negro a la presidencia"… y el imperio sigue su curso tiránico. "El continente se mueve hacia la izquierda, Tabaré, Lugo, Lula"… y el continente pare un pequeño imperio, que se entiende con los gringos para ´calmar´ a Chávez. "Lo de los indignados es inédito, una ola de protestas recorre el mundo, se acerca el fin"… y los indignados no ponen en peligro al sistema, aparecen cuando hay condiciones reales para un cambio verdadero y hacen de las protestas río manso capturable por la maquinaria imperial que promociona sus métodos inocuos.
Y así, de ilusión en ficción, llevamos más de medio siglo de extravíos… y el capitalismo sigue su curso suicida… y la masa irredenta no consigue el oxígeno que nos salve del naufragio definitivo.
¿Dónde está la falla?
Hay condiciones para un cambio: el imperio entra en crisis de todo tipo, el ambiente se deteriora, las migraciones son masivas, el clima se altera… el planeta cruje, y sin embargo el sistema capitalista persiste… Es más, y aunque algunos se molesten, el capitalismo se fortalece ¿o acaso China, con su crecimiento demencial, no es capitalismo? Las masas no consiguen el camino de la redención de la humanidad.
La falla está en la teoría, en la ideología. El capitalismo ha conseguido crear un cordón de defensa formado por teorías falso-revolucionarias, que son encargadas de disolver las posibilidades de toma del poder para el cambio. Ese cordón es un agente antipolítica, diluye las luchas en objetivos subalternos hasta que desaparecen por su propio peso. Este mecanismo demostró su efectividad con el mayo francés.
En conclusión, mientras el sistema capitalista esté blindado con estas falsas teorías, estará seguro, mientras la política revolucionaria esté arrinconada en el planeta, no habrá esperanzas. Siendo así, la lucha principal es el desbroce ideológico y teórico del camino al Socialismo.
Debemos tener claro que aunque no parezca, la batalla revolucionaria se decide en la teoría. Un extravío en la ideología lleva al fracaso, a cien años de atraso, pero, en contraste, una teoría acertada es capaz de llegar al corazón del sistema capitalista y derrotarlo.
Es necesario que la Revolución nuestra consolide su teoría, el estudio debe ser prioridad del Estado y del Partido, nada se debe dejar a la improvisación, debemos inventar pero sobre los hombros del pensamiento revolucionario universal.
¡Con Chávez Resteaos!
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