2.5.10

LAS PUERTAS DEL INFIERNO OLIGARCA

Para los renegados de la Revolución las puertas del infierno oligarca se abren con tres requisitos, son golpes de aldaba que exige el imperio para aceptar a los que saltan la talanquera, son una prueba de lealtad. Veamos.
El primer aldabonazo, es renegar de Chávez: comienzan por decir que “Chávez no se reúne”, lo acusan de “hiperliderazgo” o de “totalitario”, de “mal rodeado”, para terminar enfilando veneno directo contra él. Repiten al calco las mismas quejas de los voceros imperiales.
El segundo golpe a la puerta del infierno oligarca, es enfilar la artillería contra Cuba Socialista: muchas son las maneras, los más discretos cuando comienzan su salto de talanquera la atacan oblicuamente, embisten al Socialismo Soviético, y de esta manera construyen una imagen deformada de Cuba Socialista. Después, cuando ya están definidos, sin caretas, califican a los internacionalistas cubanos como “fuerza invasora”, y al que hable con ellos de “traidor a la patria”.
No tragan al Che, la sola mención de su nombre los destartala.
Otros apoyan las declaraciones de los voceros imperiales, repiten a coro las acusaciones sobre los derechos humanos que emiten los gringos. Se cuidan de no aparecer apoyando la libertad para los Cinco Héroes Cubanos, luchadores contra el terrorismo, de no hablar contra el criminal bloqueo, de no mencionar a posada carriles.
El tercer requisito para ser aceptado en el infierno oligarca, es proteger a la propiedad no social de los medios de producción: esto es, proteger la base del capitalismo, su esencia.
Es el requisito más importante, difícil de ocultar durante mucho tiempo, porque define la posición oligarca en la práctica. Tiene muchas versiones, todas aceptadas por el imperio, negadoras de la Propiedad Social de los Medios de Producción Administrados por el Estado, que es la única forma de propiedad que sustenta a la Conciencia del Deber Social, esencia del Socialismo.
Las maneras de cumplir este requisito fundamental van desde la aceptación capitalista directa, como los “Empresarios Socialistas”, disfraces extraños, como los híbridos Capital-Socialismo, cogestión, Empresas de Producción Social, hasta un extraño “socialismo productivo”, que es capitalismo tapado.
Los toques a la puerta, los aldabonazos, se complementan, se condicionan mutuamente, pero la posición frente a la propiedad es la que define. De allí surgen las demás, y es la que precipita el pase al enemigo.
Hay otra manera de abrir las puertas del infierno oligarca que resume todos los golpes anteriores, es más expedita, no requiere tanta retórica. Esta manera es propia de partidos renegados… pero avergonzados. Consiste en dar militancia a los saltadores de talanquera, mientras más rastreros, mejor. Así se definen, tocan la puerta del infierno sin ser explícitos. Resumen en un solo gesto todos los golpes exigidos por el imperio.
Al final, cuando los renegados ya cumplieron los requisitos, cuando dieron los golpes exigidos, se abre lentamente la puerta por donde entran al mundo oligarca. Esta puerta es bajita, para pasarla es menester agacharse, y así, con la cerviz doblada, permanecen para siempre.
¡Chávez es Socialismo!

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