La plataforma se hundió con su carga de tuberías, válvulas y taladro inmenso… simultáneamente, irrumpió desde el fondo del Caribe la dignidad del Obrero Petrolero Venezolano. El incidente es aleccionador. Veamos.
La canalla oligarca hizo fiesta, los medios escuálidos estuvieron cual zamuro esperando carroña. No hubo ocasión, la dignidad de los obreros lo iluminó todo, se replegaron con sus acusaciones sin sentido, el hundimiento no facilitaba la infamia.
El suceso tiene varios ángulos, se puede decir que no hubo contaminación, que no hubo víctimas, que la aplicación eficaz del plan de contingencia habla del alto grado de preparación de esos obreros, eso ya cerraría el asunto con méritos para PDVSA, pero dejaría de lado el aspecto más importante, la calidad humana que allí afloró.
Los obreros de la Plataforma Aban Pearl se portaron como gigantes, la moral, la entrega, el pundonor en la emergencia hablan del nacimiento de un hombre nuevo, del amor a la faena encomendada, del sentimiento de responsabilidad. Todos se portaron con altura patriótica y revolucionaria.
Tomemos como ejemplo de ese comportamiento heroico a la ingeniera petrolera, María Machuca: Salió de la plataforma en último lugar sólo dejando atrás al Capitán y a otro heroico operario. Al llegar a Carúpano se lamentaba hasta la lágrima de la pérdida que sentía allá en el fondo donde sienten los buenos hijos cuando la patria sufre.
Aquello fue una batalla por la dignidad y la soberanía, similar a las batallas de la independencia, a las jornadas de abril, o diciembre. No es un hecho aislado, es muestra del espíritu que renace en la Revolución.
La Revolución Bolivariana ha rescatado el amor, como sólo puede hacerlo una Revolución verdadera. Ya el pueblo humilde se ha encontrado con lo mejor de su esencia humana. Ahora estamos preparados para los retos del camino de construir futuro.
Episodios como el de la plataforma van escribiendo la épica de esta Revolución que muestra al Hombre Nuevo que se fragua en la construcción del Mundo Nuevo, del Socialismo.
La sociedad, la Revolución deben reconocer las hazañas de sus mejores hijos, debe darle mérito al desprendimiento, a la fraternidad, al esfuerzo por el bien social. Esta es una invalorable contribución a la formación de los nuevos valores, a la derrota de los valores capitalistas del tener, del ostentar, sustituyéndolos por el valor supremo que es el bien a la sociedad, o mejor, el bien al individuo en tanto ser social.
Ese Hombre Nuevo que ya no es una teoría, que ya está aquí entre nosotros, es el mayor logro de la Revolución Bolivariana. Todo el esfuerzo de estos años del proceso, todas las Misiones, todas las medidas revolucionarias se materializan en él.
El imperio y sus agentes oligarcas apuran sus planes contra la Revolución saben que cada día que pasa surge un Hombre Nuevo que es una inmensa barrera a sus planes de dominación, eso los aterra.
¡Honor a los héroes de la Plataforma!
¡Sin Chávez no hay Socialismo!
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