La relación conciencia y economía es vital para una Revolución. De la solución dependerá el destino del proceso. Es importantísimo discutir esta relación, una equivocación aquí es fatal. Estudiemos el asunto.
Cuando alguien de aquí adentro quiere hablar mal del Socialismo, se refiere a la experiencia Soviética y desde allí descalifica a todo el Socialismo, y a todos los intentos por construirlo. De esta manera privan a la humanidad de la experiencia del camino de la construcción del único mundo viable, el mundo socialista. En el fondo no son socialistas pero no se atreven a decirlo, lo atacan sinuosamente.
Nunca se preguntan ¿por qué Cuba resistió aquella debacle, por qué en Cuba a pesar de todas las dificultades el Socialismo existe?
La respuesta está en una correcta solución de la relación Conciencia-Economía. Veamos.
Los soviéticos plantearon la hegemonía de la economía sobre la conciencia, así una buena economía era suficiente para garantizar la marcha de aquel proceso. La economía formaría espontáneamente la conciencia revolucionaria.
Guiados por esta idea crearon el llamado Cálculo Económico, denominado por el Che autogestión. En este sistema cada fábrica era una unidad económica de funcionamiento aislado, con su presupuesto, capacidad de crédito, etc. En este Cálculo Económico el estímulo material era la palanca principal, y la mercancía su centro.
De esta manera cada fábrica se constituyó en un foco de egoísmo, el intercambio entre estas fábricas socialistas era intercambio de mercancías, cada una pujaba para el beneficio de su unidad.
Ya sabemos cómo terminó la Unión Soviética.
El Che se enfrentó temprano a esta concepción soviética de la economía, y los cubanos plantearon la conciencia revolucionaria como lo fundamental en un proceso revolucionario. La conciencia revolucionaria puede producir riquezas, pero a partir de las riquezas no se puede formar conciencia revolucionaria.
Los cubanos implantaron el Sistema Presupuestario de Financiamiento: más allá de un concepto económico es una visión global de la Revolución. Postula la transición de capitalismo a Socialismo como un hecho conciente, es la Conciencia del Deber Social el pilar fundamental del Socialismo. Por tanto, todas las acciones económicas deben tener como objetivo crear condiciones a la formación de esta conciencia.
En este Sistema Presupuestario, las fábricas, según su rama, forman parte de un gran consolidado, entre ellas no hay intercambio de mercancías, funcionan como una sola empresa cuyas unidades intercambian productos. El estímulo moral es lo principal, y el estimulo material tiende a extinguirse.
El Sistema Presupuestario de Financiamiento, defendido con extraordinaria valentía intelectual por el Che, y a pesar de los obstáculos para su implementación, tuvo y tiene gran importancia en la formación de la asombrosa Conciencia Revolucionaria del pueblo de Cuba, un factor determinante en la resistencia de la humanidad frente al imperio capitalista.
La polémica entre las dos maneras de organizar la economía socialista, y sus consecuencias prácticas son una valiosa experiencia a ser aprovechada por la Revolución Bolivariana. Allí hay un rumbo para resolver la vital relación Conciencia-Economía.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nóbel para los Cinco!
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