21.6.09

LA COMUNA ES LA SOCIEDAD

La organización social de la economía es vital para la superación del capitalismo, de ella depende el éxito del empeño. Veamos.
Las diferentes formas organizativas en un sistema social tienen estrecha relación, determinan y son determinadas, constituyen un conjunto sin elementos disonantes.
En el capitalismo la forma organizativa de la economía tendrá correspondencia con las formas políticas, con la ideología, el Estado, la espiritualidad, la cultura, todo estará organizado para sustentar al egoísmo, la fragmentación, la competencia, que son las bases de la estructura capitalista.
En el Socialismo las formas organizativas deben responder a la nueva espiritualidad, o mejor, deben estar imbuidas de ella, y será la espiritualidad la que en primera instancia dé el carácter a la forma organizativa.
Siendo así, las formas organizativas del Socialismo, en todos los ámbitos, serán amorosas, integradoras, socializadoras. Este es uno de los puntos definitivos en el momento de estudiar la organización revolucionaria.
La espiritualidad como guía, hace posible que una unidad organizativa pequeña, aislada, formada por pocos miembros, si posee la espiritualidad correcta, origine Revolución. Recordemos al Granma, o los sobrevivientes de Alegría de Pío, pensemos en el juramento de Monte Sacro y en el del Samán de Güere.
Es desde aquí que debemos estudiar las formas organizativas de la Revolución, preguntarnos: contribuyen o no a la socialización, cuál es su espiritualidad, hacia dónde se dirigen, qué carácter debemos darles.
Siendo así, si las comunas, hoy entendidas como formas productivas independientes, aisladas, sin espíritu revolucionario, tal como fue la cogestión ayer, se postulan como columna del Socialismo, el resultado será fracaso, porque de esa manera son unidades generadoras de egoísmo. Expliquemos.
El concepto de Comuna, en los clásicos, es equivalente al de sociedad, hablan de un tercer estadio superior de la relación entre los humanos:
“la libre individualidad, fundada en el desarrollo universal de los individuos y en la subordinación de su productividad comunitaria (gemeinschalflichen), social, como patrimonio social, constituye el tercer estadio (…) La producción social (…) está subordinada a los individuos y controlada comunitariamente por ellos como un patrimonio”.
Queda claro que la producción comunal, social, es la producción de toda la sociedad, planificada por ella de forma central. Lo que hoy llamamos comuna tienen que ser unidades de esta gran organización comunal, de la sociedad, con una actividad planificada centralmente. De esta manera, quien trabaja en ellas trabaja para toda la sociedad y participa de la riqueza social. Sólo así se podrá superar los privilegios en el trabajo, la apropiación del trabajo ajeno.
La forma de organización económica social-comunal, que sustenta a la Conciencia del Deber Social, generará otras formas de organización con el mismo espíritu, se reflejará en lo político, los Consejos Comunales, etc.
Hacia esta forma de economía comunal-social debemos ir. Las unidades económicas que hoy se construyan, deben ser instrumentos y ejemplo que sirvan para impulsar la formación y defensa de esta economía, y generar conciencia de pertenencia a la sociedad, que es en definitiva lo que llamamos Socialismo, que tambien podríamos llamar Comunalismo.
¡Chávez es Socialismo!

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