20.11.09

¿ERA ESTO LA VIDA?

Una noticia luctuosa recorre el planeta y espanta a las mentes más sensatas de la humanidad, congoja a los corazones más puros: la especie humana, la vida planetaria ha sido condenada a desaparecer.
La noticia es lapidaria:
“China y los Estados Unidos, responsables de la emisión de más del 40% de los gases productores del recalentamiento global, manifestaron que en la reunión de Copenhague no llegarán a acuerdos sustanciales para su reducción”.
Veamos la urgencia: Fidel Castro, un hombre que no miente jamás, que no exagera, escribió una Reflexión en la que expone lo comprometido de la situación:
“En la Cumbre de la ALBA se planteó con gran fuerza un nuevo problema de extrema gravedad: el cambio climático. En ningún otro momento de la historia humana se presentó un peligro de tal magnitud”.
"El Primer Ministro británico Brown advirtió que si no se alcanza en la Cumbre de Naciones Unidas en Copenhague un acuerdo, las consecuencias serán “desastrosas”. “El cambio climático quedará fuera de control en los próximos 5 a 10 años si no se recortan drásticamente las emisiones de CO2. No habrá un plan B si fracasa Copenhague”.
Todos reconocen la situación límite, nos acercamos al fin de la especie y al fin de la vida, pero actuamos como si se tratara de la preparación de una fiesta, de una excursión.
Las señales que nos da el planeta son tremendas: desaparecen bosques, glaciares, el nivel de los mares sube, desaparecen especies animales y vegetales. Y la humanidad asiste inconmovible a la ceremonia de su extinción.
¿Por qué?
¿Era esto la vida, es este el fin del milagro de la vida? ¿no hay nada que hacer? ¿todo el maravilloso tránsito desde la célula originaria, hasta el humano pensante, terminará en esta catástrofe? ¿la vida acabará con la vida, es ese el destino?
Nos negamos a creer que el hombre es una pasión inútil. Creemos que hay salida para el humano. Y sentimos que estamos llamados a cumplir un papel determinante en esta situación.
Un clásico postuló una vez que la condición humana eran las relaciones sociales, es decir, el hombre no es bueno, ni es malo, su condición humana depende de las relaciones sociales donde se forme.
Este pensamiento es la esperanza: el hombre que asesina la vida es el hombre del capitalismo, por tanto, la peste no es el hombre, sino el sistema donde se crió. Allí está la solución, y debemos encararla con valentía.
Copenhague, que es una reunión de capitalistas, de personificaciones del capital, debe tener una contraparte, una reunión de aquellos que todavía están en condiciones de pensar en forma diferente a la que dicta el capital, los que todavía pueden zafarse de la lógica capitalista. Esos serán la salvación de la humanidad, podrán crear otro mundo, construir otra condición humana, refundarnos.
Venezuela, la Revolución tiene un papel estelar en esta operación de salvamento del humano. Aquí debe comenzar la refundación.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!

No hay comentarios.: