Al final de la encrucijada definitoria estará la ideología, ya sabemos que una Revolución no puede ir más allá de la ideología que la sustenta. Siendo así es imprescindible estudiar las ideologías que se disputan la conducción de la Revolución en este período. Veamos.
Lo primero, dejar claro que toda Revolución sucede en medio de una feroz lucha de clases, por tanto no debe asustarnos esa realidad, al contrario, debe ser alerta para participar en esa lucha.
Segundo, la lucha de clases se da fundamentalmente en la ideología, he allí la importancia del estudio, que es preparación para participar en esa lucha de clases.
Tercero, en la lucha ideológica, intervienen principalmente tres ideologías: la ideología dominante capitalista, con representantes dentro y fuera del proceso. Frente a ésta, la ideología socialista. Y en medio de estas dos, y al servicio de la causa capitalista, la ideología pequeño burguesa.
En la lucha escenificada por estas tres corrientes ideológicas, la causa revolucionaria se ha fortalecido, se consolida como idea y posibilidad, que tienen fuertes sustentos en la realidad, eso ya es un triunfo que pocos países pueden exhibir.
Hasta aquí la causa revolucionaria ha enfrentado con éxito a los extravíos propuestos por los nosocialistas: evitó los intentos conciliadores, ha mantenido su carácter antiimperilista y anticapitalista, la base social bolivariana mantiene altos niveles de conciencia revolucionaria.
Hoy en esta fase de definición de caminos, la lucha de clases se agudiza. Nos enfrentamos a teorías que tienen un barniz pseudorevolucionario, nacieron en el fragor de la lucha contra el stalinismo, pero perdieron el camino al Socialismo, se extraviaron en la derrota y tomaron rumbo de manera vergonzante hacia atajos que conducen al capitalismo.
Las causas de la debacle soviética la imputan a la superficie del fenómeno, así proclaman: “fue el Estado”, por tanto hay que eliminarlo, debilitarlo, y desde esa idea tejen toda una trampa teórica que conduce, inevitablemente, a la derrota.
Evitan ir al fondo del problema, el que ya el Che había diagnosticado y vaticinado: el problema está y estuvo en usar las armas melladas del capitalismo para construir Socialismo.
No construyen “el todo socialista”, (conciencia social, propiedad social, organización política y social) al contrario, con sus hilachas construyen un enmarañado que lo simula y así debilitan la posibilidad y preparan el zarpazo.
Del error de situar el problema en el Estado derivan hacia el anarquismo, y de allí a formas económicas aisladas, creadoras de egoísmos, y por tanto enemigas del socialismo, derivan a maneras organizativas inviables, a ficciones que fortalecen al nosocialismo.
Nosotros debemos fortalecer la práctica y la teoría revolucionaria, la basada en la ideología proletaria, la del Sistema Presupuestario de Financiamiento, el que tiene como centro sustentar la Conciencia del Deber Social. Esa es la única manera de vencer los extravíos que perdieron a la Unión Soviética , esa es la vía que salvó a Cuba y señaló el camino.
¡Con el Che y Chávez construiremos el Socialismo!
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