Uno de los grandes pilares de la dominación oligarca es la fragmentación de la realidad. De esta manera, lo que pasa en política no tiene nada que ver con la economía, y lo social no tiene relación con otros aspectos de la vida.
Este parcelamiento de la realidad les permite construir la paradoja de un pueblo favoreciendo a sus victimarios, eligiendo a un candidato oligarca, a su verdugo.
En Venezuela aplican esa fórmula. Es deber de los revolucionarios mostrar al pueblo las relaciones de la realidad. Veamos.
Fedecamaras es uno de los principales representantes de los capitalistas, otros son Empreven y Fedeindustria, todos se asemejan en el objetivo de “hacer negocios”. Ese es su centro ético. En su asamblea anual, Fedecamaras expone con claridad sus objetivos económicos, los que impondrían en caso de retornar a ejercer la hegemonía en la sociedad.
Lo primero que postulan es: que se mantenga la propiedad privada en todos los medios de producción. Por supuesto, con esta declaración no están pensando en la mujer desnuda de la cuña, ni en el muchacho de la moto: sus propiedades no son medios de producción. Están pensando en sus grandes negocios, las fábricas, las tierras y sobre todo, tienen la vista puesta en PDVSA para privatizarla.
Sabemos que la privatización de PDVSA, significaría las mayores ganancias de su vida para los capitalistas. Si capturan a la cuarta empresa petrolera del mundo, esto traería como consecuencia miseria espiritual y material para la población.
Dos “cositas” más piden los capitalistas de Fedecamaras:
…“una política cambiaria y monetaria sensata que elimine progresivamente el control de cambio y permita la flotación transparente de la moneda a una tasa de equilibrio cónsona con la competitividad, bajo control independiente del Banco Central de Venezuela.”
Están pidiendo con descaro el acceso a las reservas internacionales, si eso sucediera, y ese es un punto principal en el programa de gobierno capitalista-golpista, las reservas de la nación, de la sociedad, no durarían un mes, saquearían el erario público.
El otro punto es: “el desmontaje del control de precios, para dejar funcionar al mercado y garantizar el abastecimiento de bienes y servicios.”
Aquí evidencian dos aspectos importantísimos de la economía y la política capitalista:
Uno, al control de precios, instrumento del Gobierno Revolucionario para intentar controlar al capitalismo, ellos lo combaten con desabastecimiento, lo hacen no porque son malucos, sino porque es un requerimiento de su condición capitalista: “si no da lucro no es negocio, no se hace”. Esto es válido para todo empresario, aun para los que se declaran socialistas.
El otro aspecto es la necesidad que tiene el capitalista de “libertad” para retornar a explotar al pueblo consumidor.
Se concluye que la economía capitalista tiene relación con la política capitalista. Favorecer sus planes políticos, desde el golpe hasta cualquier elección, es condenar al pueblo humilde a la miseria sin esperanzas, y favorecer sus planes económicos es ir contra la estabilidad de la Revolución.
¡Chávez es Socialismo!
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