1.6.07

LA CRISIS

Estamos en una crisis, los signos son abundantes y variados, examinemos algunos: la oligarquía está desplegando un plan desestabilizador, el Comandante así lo denunció. El plan tiene su componente internacional, que en esta fase se manifiesta por declaraciones que van desde el departamento de estado gringo, hasta la bachelet, pasando por los europeos y el cachorro alan garcía. En lo interno encontraron su asidero en la no renovación de la concesión a radio caracas y en los últimos días se activó la fase violenta del plan oligarca.

Es importante que entendamos que es un plan cuyo propósito es yugular al Socialismo y al Comandante, y lo de radio caracas es sólo una excusa. Todo ese cuento de la libertad de expresión es sólo eso, un cuento para justificar la embestida contra la Revolución.

No hay dudas, entramos en período de pujas definitorias, y esos periodos vienen acompañados de una crisis, o mejor, son la crisis.

Si entendemos la crisis como período de cambios profundos, de mutaciones, entonces, en ella, debemos llenarnos de vigor revolucionario, de estudio, de combate, porque como dijo un gran filósofo: “las crisis son revolucionarias”, son oportunidad para el avance.

Lo que estamos viviendo es invalorable oportunidad para un extraordinario salto o para un retroceso monstruoso, así están planteadas las cosas.

¿Qué debemos hacer los revolucionarios?

Primero, reconocer que estamos en medio de una crisis, no tratar de ocultarla tras ficciones.

Segundo, Clarificar las ideas, ya lo dijo Martí: “una idea justa desde el fondo de una cueva es capaz de derrotar a un ejército”, “trinchera de ideas vale más que trinchera de piedras”. La Revolución es fuerte en relación directa con la claridad que tenga en sus ideas. Entonces, el Pueblo debe estar informado de las razones, ideas y conquistas por las que lucha, de las bondades del Socialismo, de la condición humana que sólo el Socialismo puede darnos, y de las miserias espirituales y materiales producidas por el capitalismo. Saber para dónde vamos como sociedad, y a qué ritmo.

Informar al Pueblo, el Pueblo debe estar al tanto de la situación, hacia donde vamos, los obstáculos, internos y externos que se oponen al avance, los peligros que acechan, los errores que cometemos, los aciertos.

Debe conocer los contornos precisos del proyecto que se construye, lo que es propio de la transición y lo que es propio de la gran estrategia.

El Pueblo, armado de ideas revolucionarias y movilizado alrededor del Comandante, será capaz de conducir la crisis hacia el rumbo socialista, de derrotar los devaneos conciliadores, y los impulsos anarcoides. El Pueblo organizado debe afinar la estrategia y la táctica, corregir el rumbo.

Debe existir un plan de acción para conducir la crisis hacia el Socialismo, no dejar nada a la improvisación y a la espontaneidad, el deber de los dirigentes revolucionarios es dirigir, esa responsabilidad es irrenunciable.

¡Las crisis son revolucionarias!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, y sin Socialismo no hay Chávez!

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