29.5.07

LAS ENSEÑANZAS DE RADIO CARACAS

A propósito del cese de la concesión de radio caracas, los oligarcas movieron su fuerza, nada adelantamos con negarlo o darle explicaciones vanas, al contrario, al cegarnos perdemos la oportunidad de aprender de esa gran maestra que es la realidad. Veamos.
La gran enseñanza de estas jornadas, es que el Socialismo, el avance de una sociedad, no es meramente un problema económico: nadie duda que sobre esos que manifiestan han llovido copiosos beneficios materiales, y sin embargo se mueven, con el mismo odio, con la misma intención de muerte que en abril, con la misma saña antipatriótica que en diciembre.
En el campo revolucionario, la respuesta ha sido fundamentalmente burocrática y policial, no hemos sabido sensibilizar al Pueblo, hacerlo entender la relación del cese de la concesión de radio caracas con la marcha del Socialismo. Al contrario, le quitamos potencia al trascendental hecho, lo convertimos en un paso, no hacia el Socialismo sino en un paso hacia el limbo político: la televisora no es socialista, pero tampoco es oligarca, no avanza, pero no retrocede, pueden ir allí los que quieran, la diversidad es una de sus características banderas, y en la diversidad cabemos todos, hasta National Geographic, o los escuálidos bien comportados. En el acto del Teresa, en la televisora, el Socialismo fue un invitado incómodo.
La gran enseñanza de estos acontecimientos, es que debemos impulsar al Socialismo como un hecho de conciencia, de espiritualidad, al que se llega por el alma y no por el bolsillo.
Ellos se movilizaron por sus móviles mezquinos.
Ahora se impone que el Pueblo bolivariano se movilice, pero no para ir al limbo de una indefinición boba, el Pueblo debe movilizarse por el Socialismo, por el antiimperialismo, contra los escuálidos, mil veces perdonados y mil veces golpistas, contra los intentos de conciliación, por la defensa del Comandante y del Socialismo, que eso es lo que está en juego.
Nosotros debemos renovar en el Pueblo las razones suficientes, valederas, sagradas, altruistas, sentimentales, amorosas, por la cuales salir a la calle. Debemos ir a la calle como quien va a una batalla de la independencia, a hacer Patria, a construir Socialismo, del bueno, del auténtico, sin ambigüedades.
Debemos ir a la calle con el espíritu del Libertador que en 1812 se enfrentó a la naturaleza. Con el espíritu de abril, cuando hicimos que corrieran como ratas. Como en diciembre, cuando defendimos a PDVSA.
No es hora de la ambigüedad, es hora del Socialismo como dilema final, sólo el Socialismo nos dará la conciencia y el ímpetu para derrotar a nuestros enemigos.
Los sistemas políticos revolucionarios que buscaron convivencias en los infiernos, que se quedaron en el idealismo liberal, fueron siempre derrotados, así pasó con la Primera República, así pasó con Allende, con Janio Quadros.
Porque al imperio sólo lo derrotan los Pueblos profundamente convencidos de sus objetivos.
¡Derrotemos a la oligarquía para construir el Socialismo!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, y sin Socialismo no hay Chávez!

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