14.5.07

MUHAMMAD YUNUS: APAGAR EL INCENDIO DEJANDO SUELTO AL INCENDIARIO

Siempre que la posibilidad socialista se hace evidente, llueven sobre esos procesos una serie de propuestas y teorías descaradamente distraccionistas, que tienen como función debilitar a la Revolución sembrando ilusiones de un cambio mucho más cómodo, más aceptable, que distrae cerrar filas en el cambio verdadero, el profundo y necesario, el cambio socialista.
Estas teorías sembradoras de ilusiones debilitan los procesos, le apagan el fuego, convierten a la Revolución en un problema de gerencia, y al capitalismo en un mal por falta de sensibilidad social. Y, ya sabemos, una Revolución que no lleve por dentro un volcán en erupción es una presa fácil del asalto restaurador.
En estos días llegó a Venezuela, traído por la canalla, uno de estos portadores de doctrinas distraccionistas, se trata del premio Nóbel Muhammad Yunus.
¿Qué propone?
El centro de la propuesta son las “Empresas Sociales”. Veamos de qué se trata este nuevo intento de driblar al Socialismo.
El fundamento de la “propuesta Yunus” es que el problema de la pobreza no se origina por el capitalismo, sino por una aplicación impía del mismo. Siendo así, si la banca (corazón financiero del capitalismo), las empresas formadas y las por formar, se portan bien, es decir, no piensan en sus ganancias sino en ayudar a su sociedad, el capitalismo se tornará humano y se acabará la pobreza.
El planteamiento es una ficción, una especie de capitalismo sin capitalismo. Pretende que las empresas no se comporten como capitalistas, pero sigan siendo capitalistas. Es decir, la propiedad siga siendo antisocial, pero, como tocados por una varita, los empresarios privados cambiarán su conciencia y repartirán su riqueza.
Este planteamiento sería muy bueno, rescatar a la humanidad sin dolores de parto, sin acabar con la propiedad antisocial de los medios de producción, sin acabar con el capitalismo. Sólo que hay un inconveniente: ¡No es posible, es una ficción distraccionista! Expliquemos.
La creación de excluidos, de pobreza, es consustancial al capitalismo, no depende de la buena o mala voluntad de los empresarios capitalistas, estos son meras personificaciones del capital. Su conciencia, su ética, tienen que estar entrelazadas con su función de protector del capital. Y las empresas no pueden dejar de ganar de manera desaforada porque serían engullidas en la carnicería que es la competencia.
Si Escotet, por ejemplo sufre una transformación y se empieza a portar como una hermanita de la caridad, sería un buen hombre, pero dejaría de ser un capitalista y sería sustituido en sus funciones por otra personificación del capital.
La propuesta Yunus es una nueva manera de decir “capitalismo de rostro humano”, de no ir al fondo del problema, de tratar, como alguna vez dijo el Comandante, de apagar el fuego y dejar suelto al incendiario.
El Socialismo se hace con Socialismo, no hay atajos. Los atajos estimulan la conciencia capitalista, obstaculizan al Socialismo y traen más sufrimiento para la humanidad, así lo dice la historia.
¡Chávez es Socialismo!

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