21.3.07

SOCIALDEMOCRACIA AL DESNUDO

Desde que el Comandante Chávez inició el debate sobre el Socialismo, afloraron diversas posiciones. Veamos.

En particular resaltan quienes defienden un Socialismo como el francés o el español. No aceptan ninguna amenaza a la propiedad privada de los medios de producción ni a la democracia representativa oligarca. Afirman que es necesario construir una nueva elite empresarial “patriótica” y “socialista”. Son los más críticos del llamado “Socialismo de Estado”. En pocas palabras, pretenden un Socialismo sin tocar el capitalismo. Socialismo estéril, eunuco, que pretende ser una “hoja de parra” para relanzar un capitalismo remozado bajo un antifaz socialista.

La idea de erigir un Socialismo con las relaciones económicas y valores del capitalismo no es nueva. Es la esencia de la tradición socialdemócrata que se agotó desde hace décadas. ¿Qué gobierno socialdemócrata condujo al Socialismo a lo largo de la historia? ¿CAP, Francois Miterrand o Felipe González?

Intentar conducir la Revolución Bolivariana por el sendero socialdemócrata es un fraude. Es meter el capitalismo de contrabando. Ahondemos.

El “Estado nacional” fue un formidable invento del capitalismo para aupar la propiedad privada, que en su forma más acabada constituyó el capitalismo de Estado. No hay nada más estatista que el capitalismo: “un estado para el capital y el mercado”. ¿Hubo un capitalismo más estatista que el venezolano? Pero los mercaderes socialdemócratas nunca se pronunciaron contra el capitalismo de Estado, más bien siempre fueron sus adalides. Su consigna es: “Todo el Estado al capital”. Estado para el capital, sí, para la propiedad social, no.

Es de la mayor relevancia desnudar el parapeto socialdemócrata. El Socialismo es el reino de lo social sobre lo privado, única forma de realización plena de la individualidad. Cuando la socialdemocracia hace un punto de honor en la defensa de la propiedad privada de los medios de producción, muestra su esencia oligarca y nos traslada a un falso problema. El Socialismo nunca y en ningún lugar fue la eliminación total de la propiedad privada. Socialismo es la hegemonía de la Propiedad Social y la subordinación de lo privado a los intereses de la sociedad, proceso que siempre tendrá que adecuarse a las condiciones específicas de cada momento histórico.

Otro punto de honor de la socialdemocracia Bolivariana, es la defensa de una supuesta democracia, y este tema merece una columna especial. Pero adelantemos, ¿Cuál democracia defiende la socialdemocracia? ¿La democracia revolucionaria o la democracia para el capitalista?

El “Sociocapitalismo” socialdemócrata no necesita Pueblo, ni conciencia, ni movilizaciones. Le interesa una masa inerte e inculta, incapaz de movilizarse concientemente en pos de conquistas socialistas. El socialdemócrata, más allá de la retórica, rechaza el control popular, las elecciones por las bases, la rendición de cuentas frente a la población. Necesita vaciar la Revolución de Pueblo con conciencia, para ahogarla en un marasmo de instituciones ineficientes y burocráticas, sólo útiles a los intereses del capital.

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

¡La socialdemocracia no es Socialismo!

¡Hagamos el Socialismo, no hay excusa!

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