5.3.07

APARECIÓ EL FONDO

El pronunciamiento del partido “podemos”, que lo deslinda de la propuesta de formar una organización que reúna a las fuerzas socialistas y lo acerca a la oligarquía, coloca la discusión de los bolivarianos en un plano de mayor densidad. Ya no es el planteamiento ligero que acompañó la discusión hasta el día viernes, “podemos” le dio un matiz ideológico a la discusión. Veamos.

“podemos” se distancia del proyecto del Comandante Chávez. Nos dice que está de acuerdo con la democratización del capital, y que no está de acuerdo con el Socialismo de Estado.

La democratización del capital es una forma de capitalismo, es decir, “podemos” está de acuerdo con el capitalismo.

En lo que respecta al rechazo al Socialismo de Estado, es un recurso retórico evitar la lucha por el Socialismo, un recurso que lo lleva al lodazal anarcoide.

La actitud de “podemos” devela la lucha ideológica que se desarrolla dentro de la Revolución Bolivariana, asoma los diversos intereses que se mueven en esa lucha. Y es un campanazo de alerta a los revolucionarios sobre la necesidad de cerrar filas, de jugar cuadro cerrado.

¿Cuál es la posición revolucionaria?

En una anterior columna, Fundemos la Sociedad Patriótica Socialista”, decíamos que:

“Quien sea revolucionario, quien crea que es el momento de construir el Socialismo, quien acepte el liderazgo del Comandante, debe por sobre todo ir, urgente, rápido, sin remilgos, sin mezquindades, a la formación de la Sociedad Patriótica Socialista” (que es el nombre que sugerimos para la nueva organización).

En otras palabras, los únicos requisitos que debían exigir los revolucionarios para ir a la formación de la organización que se propone son: aceptar el liderazgo del Comandante Chávez y su planteamiento ideológico central, el Socialismo.

Es decir, aceptar que la mayor fortaleza de la Revolución es la conexión amorosa entre Chávez y el Pueblo humilde, conexión que debe ser preservada por sobre todas las cosas. De allí que hoy, más que nunca, toma vigencia la consigna: Con Chávez todo, sin Chávez nada. Y significa además aceptar el llamado al Socialismo como el objetivo que hace de éste un proceso realmente revolucionario.

Esos son los únicos requisitos que deben preocupar a los revolucionarios, el resto se puede excusar, entendiendo que la formación de esa organización no cancela la lucha ideológica, al contrario, la hace más necesaria, la fortalece.

En la negativa de “podemos” se deja ver una debilidad para aceptar los dos requisitos: con eufemismos eluden al Socialismo, y con juego de palabras no reconocen de forma clara el liderazgo del Comandante.

Cuando redactábamos esta columna conocimos el planteamiento del PCV. Esperamos que ellos recapaciten y emulen la grandeza y agudeza política de Lenin, cuando dijo: “todo el poder a los soviets”, aún estando en manos de la derecha rusa. Que sepan poner por sobre lo mezquino los intereses de la Revolución Bolivariana, y fortalezcan el proceso llevando su caudal revolucionario al gran río que nos proponemos construir.

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

¡Dentro de la Organización Revolucionaria todo, por fuera nada!

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