10.1.07

SISTEMA DE NECESIDADES Y SOCIALISMO

A un sistema social corresponden unos deseos, unas ansiedades, unas necesidades determinadas. Las necesidades, aunque varían con el tiempo, mantienen su esencia. En la evolución social sólo han cambiado las formas, no ha cambiado la esencia.

En todos los sistemas hasta ahora conocidos en la historia de la humanidad, la esencia fundamental de la necesidad ha sido el tener.

Esta perversión ha encontrado su cima en el capitalismo, donde se cumplió la esquizofrenia de traducir todas las necesidades a dinero y convertirlo en el Dios proveedor de todos los “teneres”.

En el capitalismo el dinero es el equivalente de todas las cosas, las materiales y las espirituales: el amor, el arte, la salud, la alimentación, todo es transformado en mercancía, y por lo tanto susceptible de ser trocado en dinero.

Se creó así, la ilusión de que el dinero puede satisfacer todas las necesidades espirituales y materiales, y se transformó en la última razón de toda actividad humana.

De allí que una Revolución es en esta época una sustitución radical de todo el sistema de creación y satisfacción de necesidades. Es suplantar un sistema donde las necesidades y su satisfacción están al servicio de acumular dinero, por otro sistema donde la creación y la satisfacción de las necesidades realicen al humano, donde no sea necesaria la creación de falsas necesidades, porque éstas surgirán naturalmente.

Siendo así, podríamos caracterizar una sociedad por sus necesidades y la manera como esas necesidades son satisfechas. En otras palabras, cuáles son y cómo satisface las necesidades, en qué invierte su riqueza esa sociedad, pero:

¿Cómo hacer para medir los deseos de una época?

Ya dijimos que en el capitalismo la principal necesidad es el dinero, con el dinero se cubren, aparentemente, todas las demás necesidades, entonces, el gasto del dinero será una aproximación a las necesidades y a la forma como las satisface la sociedad.

Ahora bien, en Venezuela, si analizamos los dólares gastados en importaciones, tendremos una aproximación a las necesidades y a su satisfacción.

Cadivi nos dice que se otorgaron el año pasado 2.690 millones de dólares para vehículos, 4.750 para tarjetas de crédito, 5.823 en efectivo para viajes. Tenemos entonces una buena fotografía de nuestro sistema de creación y satisfacción de necesidades. Estudiemos, como ejemplo, al transporte.

Resolvemos el transporte de forma individual, egoísta, y lo convertimos en una falsa necesidad de valorización social: “valemos por el carro que tengamos”.

El consumismo demencial, que surge de la satisfacción de falsas necesidades y que es la base de la acumulación de dinero, nos lleva a la depredación del planeta y del humano. Como dijo el Comandante: Es el camino al infierno.

De tal manera que es de vida o muerte que la sociedad sustituya la creación de necesidades y la manera de darles solución. Eso sólo es posible con el Socialismo, o mejor, eso es el Socialismo.

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!
¡Sólo el Socialismo salva a la humanidad!

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