17.8.07

ENTENDER AL SOCIALISMO, PARA QUE EL AMOR PROSPERE

Para entender el Socialismo debemos remontarnos al principio, y al principio fue el amor.
Jesucristo, que vivió en condiciones de dominación imperial romana y de sus lacayos de Galilea, entendió, sintió, que era el amor el alfa y el omega de toda relación humana. De ese convencimiento nos legó su mandamiento central: amaos los unos a los otros. A partir de allí la historia de la humanidad ha sido la historia por hacer realidad este mandamiento Cristiano.
Al principio se pensó que la solución era solamente espiritual, que estaba allí la respuesta a la búsqueda, y se remitió a otro mundo, al cielo, el alcanzar la concreción del mandamiento. Así la tierra sería un Valle de lágrimas y el cielo sería la realización del amor.
Después se pensó que la solución estaba en crear riquezas en exceso, producir, comprar para seguir produciendo y seguir comprando, y el capitalismo surgió como el milagro de la humanidad. Lamentablemente la carrera demencial por el lucro y el consumo, ha llevado a la humanidad a las riberas del infierno. La humanidad debía seguir procurando.
Luego el pensamiento que guía la búsqueda entendió que era en las condiciones materiales donde residía el mal, que mientras hubiese pobres y ricos el humano no se amaría. Era necesario transformar al mundo, acabar con las condiciones que creaban la pobreza. Aquello era un paso, se intentó tomar el cielo por asalto, en ese empeño se fue la vida de muchos, el experimento marcó el camino pero sucumbió anclado en la psiquis del pasado, no pudo superar el fardo que significó milenios de costumbres.
Finalmente, en Cuba, el amor bajó de las montañas, traía barba y concreción, y se dio el paso que ya marcó el rumbo a la humanidad. Allí se vigorizó a Marx y a Lenin, se absorbió lo mejor del pensamiento revolucionario universal, se fusionó a Cristo con Marx, a la historia universal con la historia patria, de la patria grande decimos, de Bolívar, Martí, Tiradentes, toda rebeldía se fusionó en ese avance del pensamiento revolucionario.
Allí se encontró el “amaos los unos a los otros” y el “de cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad”, con la voluntad de construir la sociedad Socialista que ya intentaron los cristianos primitivos.
Y allí, después de dos mil años, se pudo concretar el Socialismo, que es sin duda un mandato cristiano.
El Socialismo es el amor cristiano amalgamado con su base material, que no es otra que la eliminación de la propiedad antisocial de los medios de producción, para que cada uno pueda dar según su capacidad y la repartición de los bienes así producidos sea equitativa, es decir, que cada uno pueda recibir según su necesidad. Es sólo en una sociedad así constituida donde el amor prospera.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

PDVSA REFLEJO DE SU ENTORNO

Ya sabemos que la petrolera aporta renta utilizando poquísimos trabajadores, que la construcción de la conciencia ocurre principalmente en su entorno, no en su interior. Entonces, la conciencia de PDVSA dependerá de la conciencia que construyamos en el entorno.
Es de allí, de la periferia, que emanará la conciencia que impregnará a la petrolera. Si esta conciencia es capitalista, tendremos necesariamente en corto tiempo el retoño de la meritocracia.
De aquí que es necesaria una sociedad con profundos valores socialistas, integrada, con conciencia social, para poder tener una empresa petrolera socialista, o una CVG socialista, o cualquier empresa socialista. Sin eso no es posible ni siquiera una industria patriota, nacionalista, sin esas condiciones indefectiblemente cosecharemos una industria meritócrata transculturizada.
Podemos resumir diciendo que la petrolera, como cualquier otra fábrica, sólo podrá ser socialista si su entorno, si el sistema que la rodea, es socialista. Pero será capitalista si su entorno, si el sistema que la rodea, es capitalista.
El Socialismo es un sistema, de allí que sólo puede ser socialista todo el sistema, no sus partes aisladas, no una empresa aislada, porque será el entorno quien generará la conciencia. Así, una fábrica tiende a adquirir la conciencia que emana de su entorno.
En Venezuela, en cien años de explotación petrolera se usó la renta para estimular el capitalismo, eso trajo como consecuencia un entorno capitalista y una industria meritócrata, reflejo del capitalismo que la rodeaba. La renta así mal invertida deformó la relación de la sociedad con el trabajo, distorsionó la conciencia social.
Somos un Pueblo que ha perdido, a la sombra del petróleo, la disciplina, la constancia. Las clases sociales no se establecen por su relación con el trabajo, sino por su relación con la renta petrolera. Esta característica nos hace inéditos.
La conciencia de las clases humildes, base humana de la Revolución, no es la conciencia del explotado (lo roban en la acción del trabajo), sino la conciencia del despojado (lo privan de la riqueza a que tiene derecho).
La conciencia y la reacción frente al despojo es individual, personal, egoísta. Por el contrario, la conciencia frente a la explotación es organizada, disciplinada, la acción es colectiva, la visión es social.
Esta situación plantea un reto colosal a los revolucionarios, conducir a esta base social a niveles de disciplina, de trabajo social, organización, conciencia del deber social, que sean compatibles con la construcción del Socialismo.
Esta tarea requiere la construcción de una organización vanguardia de la Revolución que agrupe a los más concientes, que sea ejemplo de moral socialista, que guíe a las grandes masas hacia niveles de conciencia y participación, y al mismo tiempo recoja de ellas sus inquietudes, sus enseñanzas para enriquecer la teoría de la Revolución venezolana. Y hace necesario, quizá más que en ninguna otra parte del mundo, que las acciones revolucionarias, las económicas y las espirituales, se dirijan a la formación de la conciencia revolucionaria, la conciencia del deber social.
¡PDVSA socialista en un entorno socialista!
¡Chávez es Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

EQUILIBRIO, PARTIDO Y SOCIALISMO

Se nos presenta el equilibrio como sinónimo de democracia. Con la excusa del reconocimiento del otro se evade la lucha de clases. Las diferencias se falsifican como simple diferencias de estilo. La consigna reina es: “todos”. Así, Venezuela somos “todos”, Socialismo somos “todos”, la cultura somos “todos”, “todos” somos científicos, “todos” somos poetas, “todos” somos “todos”, “todos” somos iguales.
De esta manera conseguimos sembrar en la sociedad la sensación de una falsa unanimidad que esconde el pacto oligarca. Veamos.
Tomando como excusa esta búsqueda del equilibrio, se justifica que el enemigo oligarca vaya a las televisoras de la Revolución, también que los dirigentes revolucionarios vayan a los canales golpistas. Tomando como excusa el equilibrio se justifica que no se ataque a los valores oligarcas, sino a lo sumo a algún oligarca trasnochado por allí.
Y así, poquito a poquito, han sembrado la idea de que la democracia es esta convivencia de “todos”, que ahora “somos iguales”: tanto el oligarca que se apodera de las riquezas sociales, como el excluido de siempre ¿Y si todos somos iguales, por qué pelean los humildes, los excluidos? ¿Si todos buscamos el bien de la sociedad, entonces, contra quién pelean los humildes?
Siendo así, no hay razón para luchar por una nueva sociedad, lo que se impone es el pacto. De esta forma consiguen castrar al Socialismo y lo convierten en una retórica, o en un buen gobierno, que hace cosas, obras, pero no cambia a la sociedad.
¿De dónde sale la propuesta de equilibrio, a qué realidad responde, qué intereses refleja?
Este equilibrio que se nos proponen todos los días, es hijo directo del híbrido que se ha venido desarrollando en lo económico. Se nos dice que el capitalismo no es malo, lo que hay son malos capitalistas, que los nuestros, los existentes, como Lorenzo el de la Polar, y los que ahora formamos, como los “empresarios socialistas” o las empresas de producción social, son buenos. Que la Propiedad Social de los medios de producción sólo es importante (por ahora) en las empresas básicas.
Esta realidad económica reclama sus correspondientes:
En lo social, una colaboración de clases que sea una manera de controlar los conflictos, de morigerar la lucha.
Y en lo político, un gobierno que se limite a administrar los intereses de la oligarquía, a transferir la Propiedad Social al campo capitalista, que se alinee con el capitalismo globalizado, en resumen, que de la espalda a los humildes y las facilidades a los oligarcas, los nuevos y los viejos.
Concluimos entonces, que el llamado equilibrio, que por lo demás es inviable porque no puede haber equilibrio entre los desposeídos y los apropiadores de la riqueza social, ese equilibrio es una inteligentísima trampa para castrar el ímpetu revolucionario.
La Revolución debe sacudirse de esta emboscada, seguir su profundización, desechar la ilusión de falsos equilibrios y falsas democracias, convencida de que la verdadera democracia, la verdadera paz y el verdadero equilibrio, sólo son posibles con la justicia Socialista.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

16.8.07

ERRORES ESTRATÉGICOS

Una Revolución es un periodo de alto riesgo. Cada vez que la Revolución se hace posible se activan las fuerzas más nobles de una sociedad, y necesariamente el crecimiento de estas fuerzas de la luz, irritan a las fuerzas de las tinieblas.
Es así, una Revolución es la posibilidad de que una sociedad tome el cielo por asalto, pero también la posibilidad de que caiga en los abismos. Es por eso que un proceso revolucionario necesita un alto nivel de crítica para detectar temprano los errores en el rumbo y corregirlos.
Un error en tiempo de Revolución es presagio de fracaso, y una sociedad que fracasa en su intento revolucionario padece muchos años de infortunio.
La historia es abundante cuando ilustra el destino de las sociedades que intentan hacer Revolución y sucumben en sus propios errores. La derrota de Allende nos trajo la tragedia de Pinochet. No tomar el camino revolucionario el 23 de Enero, nos llevó a medio siglo de pacto de punto fijo y a una catástrofe que aún no superamos. Los errores de la Unión Soviética y de China los paga la humanidad con posibilidades de extinción.
Entonces, es importantísimo saber cómo va nuestra Revolución, si vamos bien, o si cometemos errores que nos llevan a extravíos.
La tarea es difícil, una Revolución es un gran movimiento, como dijo alguien, es una herejía de magnitudes sociales, es una ruptura con todo y con todos, hasta con nosotros mismos, o mejor, principalmente, con nosotros mismos.
Siendo así, en ella se comenten muchos errores, todos deben ser rectificados, ahora bien, los errores importantes son aquellos que deciden el rumbo de la Revolución, aquellos que tienen incidencia sobre la estrategia, sobre el rumbo.
En una Revolución, que es en esencia el rescate de la conciencia de sociedad, los errores estratégicos serán aquellos que afectan la formación de Conciencia del Deber Social. Esos deben ser rectificados de inmediato, no hacerlo es indefectiblemente ir hacia el fracaso.
Para poner sólo un ejemplo, la sociedad a través del Estado rescata a Cemento Andino, y lo transforma en esa metáfora del capitalismo que es la “propiedad privada colectiva”. Así lo que estamos creando son unidades de egoísmo colectivo, tanto o más peligroso que el egoísmo individual, estamos lesionando la Conciencia del Deber Social, la necesaria integración de la sociedad. Veamos.
Los intereses de esa propiedad privada colectiva necesariamente chocaran con los intereses de la sociedad toda, si hay dudas, recordemos los conflictos de las empresas cogestionadas. Esta es una de las nefastas consecuencias, pero la otra y más importante es que ese modelo se instala en el alma de la sociedad e incide en la formación de conciencia. Es algo así como un motor antimoral y antiluces.
La Revolución Bolivariana se salva o se pierde de acuerdo a la forma de propiedad que construya con la renta petrolera. Una forma de propiedad determinada genera una conciencia determinada, la propiedad nosocial genera conciencia nosocial, y ese es un error estratégico.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad

15.8.07

PETRÓLEO Y SOCIALISMO VENEZOLANO

Del entendimiento cabal de la relación petróleo-sociedad venezolana, depende el éxito de un movimiento político, y si de Revolución se trata, podemos decir que sin esa comprensión cualquier movimiento está condenado al más rotundo de los fracasos.
Es que Venezuela, desde que apareció el petróleo, ha estado fusionada al “excremento del diablo”: lo bueno y lo malo que somos, lo somos por el petróleo o a pesar del petróleo. Veamos.
Al principio, los gobernantes apátridas le entregaron el recurso al capitalismo internacional, y los gringos crearon los campos petroleros, que con sus muros de exclusión fueron símbolo y premonición de lo que vendría. Nos transformamos de país rural, en un país de mayoría excluida rodeando de miseria las principales ciudades. La ética y la moral de la sociedad cambiaron, ahora dependíamos más de las migajas de la renta, que de nuestro propio trabajo.
En este país tallado por el petróleo, la pugna por la renta petrolera adquirió más importancia que la lucha contra la explotación. La explotación oligarca cedió importancia al despojo oligarca.
La “nacionalización” trajo un cambio de dueños, pero el espíritu del gringo siguió aquí: la Compañía Petrolera, PDVSA, continuó siendo una empresa extranjera, sus directivos, los meritócratas, consideraban al país cargado de excluidos como un peso muerto, como un pasivo humano que perjudicaba los balances de la compañía y le impedía un mejor rendimiento.
Así, llegamos a la Revolución Bolivariana con un país miserable arrimado a una empresa petrolera próspera, que lo despreciaba.
Y nos dispusimos, después de cien años de exclusión, a cambiar la sociedad, y en eso andamos. La pregunta que surge es cómo hacerlo. Intentemos respuestas.
Lo primero, es entender que somos un país con una característica única: en Venezuela la conciencia no depende de la empresa que captura la riqueza, sino que depende de la utilización, la inversión, que se haga de esa riqueza. En otras palabras, en Venezuela la conciencia depende de la utilización de la renta y no de la captura de esa renta.
Y si sabemos que es la conciencia la que determina la calidad de una sociedad, y si sabemos además que es la Conciencia del Deber Social la que determina una Sociedad Socialista, entonces es fácil concluir que el problema central de una Revolución Socialista en nuestro país será el cómo invertir la renta de manera que forme Conciencia del Deber Social.
Se equivocan los que piensan que para hacer Socialismo es suficiente que el Estado se reserve la propiedad de la petrolera y empresas básicas, no siendo importante que el resto de la economía tenga una relación capitalista. Se equivocan porque es esa economía capitalista, construida con la renta, la que determinará la conciencia de la sociedad.
En Venezuela es fundamental que la riqueza petrolera sea invertida en construir Economía de Propiedad Social administrada por el Estado, que nos eduquemos en una relación de trabajo con la renta, y no una relación de subsidio.
En esta construcción que nos proponemos debemos tener como rumbo que es sólo en la Producción Socialista donde surge la Conciencia Socialista, la del Deber Social.
¡Chávez es Socialismo!
Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad

13.8.07

PODER Y PETRÓLEO

Durante las últimas semanas se observa una intensa campaña contra PDVSA, pareciera que de la petrolera sólo se puede hablar de corrupción, mal uso de los recursos, ineficiencia, burocracia, y otros ingredientes de una cruzada que aparentemente nace de las entrañas de la propia revolución. ¿Quiénes y por qué pagan esta campaña?
En los últimos cien años el dominio sobre el petróleo determinó el control sobre lo político. El poder siempre fue de los que controlaban el Petróleo, ellos marcaron las pautas al país, formaban las nuevas oligarquías y engrosaban las arcas de las oligarquías tradicionales. La riqueza nunca alcanzó para las demandas sociales de la población. Se producía una pálida alternabilidad en el gobierno, pero en la petrolera siempre permanecía la continuidad meritocrática.
Desde el 2003, en la pugna por cambiar los destinos de Venezuela, el pueblo bajo el liderazgo de Chávez expulsó la casta meritócrata y logró subordinar la petrolera a los intereses estratégicos de la Revolución. Se inició el desmontaje del entreguismo heredado de la IV República, se detiene la desnacionalización, se fortalece la OPEP, se inicia el envío de petróleo a la bloqueada Cuba y a otras naciones.
Por primera vez PDVSA se subordinó a un proyecto político revolucionario. Nunca los recursos petroleros se distribuyeron de forma más justa y transparente en beneficio de los venezolanos: misiones sociales, obras de infraestructura, viviendas, planes de siembra, entre otros. PDVSA dejó de ser una compañía extranjera subordinada a los intereses transnacionales, vedada a los venezolanos, tabú para la prensa, para convertirse en el alma económica estratégica de la Revolución Bolivariana bajo el liderazgo del Comandante Chávez, quien marca ahora las pautas al resto del país, incluyendo a la petrolera.
¿Por qué atacar despiadadamente a la nueva PDVSA? ¿Por qué agredirla de forma sistemática y desequilibrada, con premeditación y alevosía e invocando banderas revolucionarias? Nadie niega que, como todas las instituciones, todavía tiene problemas y vicios del pasado. ¿Pero qué intereses se solapan detrás de una operación mediática de esta naturaleza? Veamos.
Cualquier proyecto interno o externo que pretenda hegemonizar la sociedad venezolana y torcer el rumbo socialista, precisa atacar a PDVSA, el eslabón político más débil y simultáneamente el corazón económico de la Revolución. Si la contrarrevolución o la quinta columna interna controlan la petrolera, intentarán la restauración.
La neoligarquía que creció al amparo de la renta, ahora viene por el corazón petrolero de la nación. Sus intereses exigen otro proyecto de país, donde no hay espacio para el Socialismo.
El meollo de la fuerte oleada de ataques contra PDVSA y el ocultamiento de sus logros por parte de medios y plumíferos mercenarios apátridas al servicio del capital, es el anuncio anticipado de un nuevo intento de restaurar el viejo orden petrolero burgués, de regresar al capitalismo y yugular al Socialismo.
¡No volverán, y no retoñarán!
¡Chávez es Socialismo!
Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad

¿QUIÉN DEVORA?

El titán Saturno, una vez vencido Urano, se unió a su hermana Cibeles y en ella engendró múltiples hijos. Pero como la Tierra había afirmado que uno de los hijos de Saturno lo sojuzgaría y se apoderaría de su trono, así como él mismo lo hiciera con su padre, el dios devoraba a sus criaturas apenas nacían.
Corre en los medios políticos y tiene mucha aceptación, la especulación de que las revoluciones, al igual que Saturno, devoran a sus hijos. Es una falsedad puesta a correr por la reacción para cubrir sus operaciones. Veamos.
Si aceptamos, tal como lo sentenciara el Che, que las revoluciones ocurren en medio de una profunda lucha de clases, podemos entender que no es la revolución la que devora a sus hijos, sino por el contrario, es la contrarrevolución interna la que aniquila a los revolucionarios.
Bolívar fue devorado por la oligarquía, la nueva y la vieja, que había penetrado a la revolución de la independencia. Se sospecha de la participación directa del naciente imperio yankee en la conjura.
Allende es devorado por el fascismo enquistado en la revolución chilena, aunque algunos ingenuos, a pesar de los documentos desclasificados de la CIA, todavía proclaman que la culpa la tuvo el MIR Chileno.
Rosa Luxemburgo cae asesinada con la complicidad de la fracción reformista del movimiento revolucionario alemán.
Los ejemplos sostienen que los revolucionarios son devorados por la contrarrevolución interna, no por la revolución.
Entonces, se impone la necesidad de proteger a los cuadros revolucionarios de los embates del enemigo contrarrevolucionario donde quiera que esté, principalmente de los embates de los contrarrevolucionarios internos, que son aquellos que desde dentro del proceso actúan más viendo sus intereses personales, que los intereses de la revolución, su alma es de oligarca, pero su cuerpo sigue en las filas revolucionarias haciendo labor de zapa, evitando el avance. Siendo así, ataca solapadamente a la revolución, a sus cuadros más importantes, a sus instituciones fundamentales.
En los últimos días ha arreciado una campaña contra PDVSA, decimos arreciado porque nunca ha cesado desde que el Comandante Chávez tomó control de la petrolera, es decir, después del triunfo sobre el sabotaje petrolero los ataques no han cesado. Recordemos a Soberanía, al Frente “Revolucionario” de Trabajadores Petroleros, atacaban y atacan con saña, infiltrados en la Revolución.
Pero después de las recuperaciones de la faja, de las migraciones de los contratos de servicios, de la ayuda a los países hermanos, de la fundación de las Petro: América, Caribe, etc., la campaña ha arreciado. Ahora se incorpora al coro del imperio el director de un periódico, francamente financiado por intereses económicos capitalistas poderosos, que anda por allí con una carretilla haciendo espectáculo para desacreditar uno de los fundamentales pilares del proceso: PDVSA.
Y en los últimos días aparece una tal maleta con dinero que quieren ligar a la petrolera para seguir con la campaña de descrédito.
Los revolucionarios no podemos dejar que la contrarrevolución devore a los hijos de la revolución, es un deber nuestro defenderlos. Y en eso estamos, contra todo riesgo, estamos con los revolucionarios que hoy son atacados con ruindad.
¡Sin Chávez no hay Socialismo,
sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!

11.8.07

PRÓLOGO

Nos llega este prólogo de Rosa Tristán para el próximo libro de los Granos de Maíz, quisimos publicarlo para darles la noticia a los lectores:

“La historia es categórica: “una Revolución se pierde primero en la teoría”. Las dificultades de una revolución nacen, en última instancia, de extravíos teóricos. Fue así que la Unión Soviética se hunde en una confusión teórica que la deslizó hacia el capitalismo, peligro que había sido advertido por el Che, sin mucho éxito por cierto.

Entonces, es comprensible que la decisiva batalla de una Revolución sea en el campo de la teoría, en la trinchera de ideas, y es elemental que sea allí en este campo de batalla donde el enemigo coloque sus mejores armas y sus mejores soldados.

Cada vez que una Revolución aflora, llegan los heraldos de las tinieblas, teóricos del extravío, vienen sugiriendo erudición que cubre la intención de castrar al socialismo. Con discursos restauradores, camuflageados de revolución, conquistan mentes y corazones, se infiltran en las filas revolucionarias, deslumbran a los desprevenidos. Y un día, después de haber tomado algunas colinas, corazones, y algunas mentes, adquieren influencia y poder, que ejercen horadando la fortaleza revolucionaria, y contribuyendo en gran medida a su caída.

Aquí llegaron y desarrollaron su labor de confusión, conquistaron atalayas. Por eso estamos en hora decisiva, la hora de las definiciones, “la hora de los hornos”, como decía Martí.

En la Revolución Bolivariana vivimos etapa definitoria, los enemigos han activado sus mejores armas y nos han bombardeado con todas las deformaciones teóricas imaginables, desde el reformismo que tanto daño hace a las revoluciones y que tanto atacó Rosa Luxemburgo, hasta una especie de “marxismo cibernético” que pretende sustituir la lucha de clase por una suerte de malabarismo tecnológico, donde para hacer la Revolución serían más importante los Gigabytes de las computadoras que la propiedad de los medios de producción. Es el viejo programa de Gotha redivivo, mezclado, cual Frankestein, con los inventos de Bill Gates. Por supuesto, no podrían faltar los artificios oportunistas tales como “Empresarios socialistas”, o los “banqueros y tenderos con tierno rostro humano”.

Este tercer libro, La Hora de los Hornos, que reúne las columnas: “un grano de maíz” que aparecen todos los días en el diario “Vea”, tiene mucha importancia porque pretende discutir y llevar la teoría donde más se necesita, a las filas revolucionarias. Entienden que sólo discutiendo, contra todo riesgo, con rigor, sin “ocultar nada por motivos tácticos”, se podrá alcanzar la base sólida para avanzar.

Además tiene este libro la valentía de pelear adentro contra las ideas distraccionistas y los zarpazos invisibles pero dañinos de los que se cubren con pieles de ovejas.

Nos contenta y agradecemos que se nos brinde la oportunidad de presentar este nuevo libro de los Apontes, yo los conozco y sé que seguirán batallando por preservar el camino hacia el Socialismo, contra los de afuera y los de adentro. A pesar de las críticas, siempre leales al Comandante y al Socialismo, o mejor, las críticas son la mejor muestra de lealtad.

LA EQUIVOCACIÓN

Todos los revolucionarios se equivocan, los grandes y los pequeños, pensar que los revolucionarios nunca se equivocan es pensar, como decía Lenin, que no hacen nada. Entonces debemos concluir que la equivocación es consustancial a los revolucionarios y a la acción Revolucionaria.
De aquí surge una pregunta:
¿Cuál es el comportamiento revolucionario frente a la equivocación?
Los revolucionarios estamos con la Revolución por razones vitales, estratégicas, fundamentales, de aquí que la primera regla es que las equivocaciones no son excusas para apartarnos de la Revolución, nunca.
La segunda regla es que la equivocación debe ser señalada siempre y al riesgo que sea, no hacerlo así es disminuir la posibilidad de corregirla, y es una acción de lesa Revolución.
La tercera regla es acompañar la acción equivocada, señalando que es errónea, es decir, acompañamos a la Revolución aún en sus errores, y será la práctica el último juez en los asuntos de la Revolución.
Estas reflexiones vienen a cuento porque recibimos correos de personas que piensan que a veces nos pasamos en nuestras críticas, algunos lo dicen porque les da vértigo que critiquemos asuntos fundamentales de la Revolución, otros opinan que eso pone en peligro al proceso, y otros sienten que nos pueden dar un ramalazo. Aclaremos.
Creemos nuestro deber revolucionario criticar, y lo hacemos con rigor. Nos guía el propósito, tal como lo dijera el Che, de no ocultar nada por conveniencias tácticas, y de ser rigurosos en nuestros planteamientos.
Creemos que esta Revolución está asediada por deformaciones ideológicas que tienen como objetivo desviarla del camino hacia el socialismo, estas ideologías tienen fuerza, crecen y nos perjudican. Ellas deforman la historia, se apropian de las equivocaciones de los revolucionarios para de ellas construir doctrinas, inventan dislates que aparentan profundidad. Es nuestro deber enfrentarlas, allí en el terreno donde más daño nos hacen: en el campo de las ideas.
Sin dudas que esta Revolución se equivoca, pero también sabemos que tiene voluntad de enmienda. El gran rectificador es el Comandante Chávez y eso nos reconforta, porque una Revolución puede equivocarse, ya dijimos que eso le era consustancial, pero también debe tener una gran potencia rectificadora.
Es este binomio equivocación - rectificación lo que le confiere a las revoluciones su movimiento y su salud. Equivocación sin rectificación es un desastre sin escapatoria.
Entonces no nos asusta, no nos debería asustar, que nuestras críticas, que nuestro pensamiento no coincida con el pensamiento de los líderes, en la Revolución ese es un buen síntoma.
Ahora bien, las discrepancias no deben ser excusa para que subalternos, buscando la unanimidad que piensan agradará a los jefes, desaten una cacería interna. Las revoluciones que tomaron ese camino han dado a la historia crueles experiencias.
Nos debería preocupar la unanimidad, porque ese si es un mal síntoma para una Revolución, es indicio de agonía.
La Revolución debe ser siempre rebelde, contestataria, irreverente, he allí su fuerza. Revolución sumisa, obediente, fundamentosa, es Revolución perdida.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

UN LATIGAZO A LA SOBERBIA DE LA HUMANIDAD

Es unánime la certeza de la catástrofe ecológica que se avecina si seguimos transitando el camino que lleva la humanidad. Todos, desde los Presidentes del grupo de los ocho hasta el presidente de un centro ecológico de un liceo de Paraguay, coinciden en que la vida planetaria peligra.
Todos los días aparecen noticias que muestran las señales del desastre que inexorablemente se acerca, los científicos cada vez aportan más evidencias.
Entonces, surgen unas preguntas:
¿Qué clase de locura padece la humanidad que ante esta hecatombe anunciada no es capaz de tomar medidas? ¿Por qué la humanidad sigue el camino de su destrucción, ciega y sorda ante las evidencias?
La respuesta la sabemos: padecemos una enfermedad que se llama capitalismo, una demencia, una especie de fiebre que nos hace perder las mejores cualidades y sacrificarlo todo, inclusive la vida, en el altar del lucro, del dinero, de la ganancia. También, sabemos que el remedio es el Socialismo.
Pero esto no es suficiente, la enfermedad está tan extendida que hace casi imposible superarla. Cada día ella misma inventa argumentos para permanecer, surgen teorías y excusas para no extirpar la enfermedad.
La humanidad ve con tranquilidad pasmosa como países que ayer eran esperanzas, hoy son devorados por la enfermedad: China rompe record de divisas acumuladas, pero también de contaminación ambiental, Viet Nam va por el mismo camino. Los países sacan cuenta de lo bien que les va en sus ganancias, felices porque consiguieron driblar las restricciones ecológicas. No hay dudas, el desastre es inminente y no hacemos nada para impedirlo.
¿Qué debemos hacer los revolucionarios?
Es necesario un latigazo en la soberbia de la humanidad capitalista, que sabe que viene el desastre pero, sumergida en sus problemitas cotidianos, piensan que al final, como en las películas de Hollywood, los gobernantes sabrán qué hacer.
Los revolucionarios bolivarianos tenemos una gran responsabilidad en esto: somos concientes del peligro, sabemos sus causas y conocemos el remedio, además tenemos condiciones para alertar a la humanidad, por eso no podemos perder tiempo.
La Revolución Bolivariana debe diseñar acciones que sean un latigazo en la soberbia y la ceguera de la humanidad capitalista, es imperativo que el mundo concientice que transita en las márgenes del abismo.
La forma de estas alertas deben trascender a los discursos, es necesario tomar medidas heroicas, la iniciativa corresponde a los dirigentes. Nosotros proponemos que se convoque a un Congreso Mundial por la Defensa de Gaia. Donde se convoque a los más destacados de cada país. Eso sería un buen comienzo.
Pero además proponemos que se estudie, se piense, en detener la producción y los envíos de petróleo por un día o dos como una manera de alertar al mundo de la urgencia de modificar la locura consumista. Ya estamos oyendo los gritos por esta propuesta, ya sentimos el desprecio que ella suscita, estas reacciones serán indicativos de la gravedad del problema y la incapacidad de la humanidad capitalista para resolverlo.
¡Sólo el Socialismo salva a la humanidad!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

9.8.07

CRITICAR ES AMAR

“Criticar es amar”, decía Martí, y añadía: “criticar no es censurar sino ejercitar el criterio”, es decir, buscar la verdad.
Una certera crítica es cimiento del rigor, y el rigor teórico nos da profundidad estratégica. Evitar la crítica descarnada, sustituirla por una ficción, nos proporciona éxito táctico, pero seguro descalabro estratégico.
En política es una tentación construir un mundo de ficción y después pensar que esa es la realidad. Y esa realidad ficticia tiene sus propias leyes: agradar al superior, la imagen, la apariencia sustituye a la esencia, más vale un buen aviso, una buena cuña, que el hecho en sí. La mezquina inmediatez domina sobre el vuelo alto.
En esta tentación cayeron los gobiernos de la oligarquía, y una madrugada amanecieron con el sol a sus espaldas y no han podido recuperarse más.
El peligro de esa tentación sigue vigente entre nosotros, debemos combatirla. Y hay una sola manera: la crítica, la descarnada, la que dice las verdades por más dolorosas que sean, no mentir jamás. Debemos combatir las declaraciones bobas, sin sentido, que nos apartan de la seriedad y de la verdad.
Recordemos que esta Revolución tiene como hito un “por ahora” cargado de crítica, es decir, esta Revolución es hija de la verdad, seria, valiente, rigurosa. Y esta característica debe afianzarse.
Es que la crítica rigurosa, permite rectificar, y una Revolución que tenga miedo a rectificar es una Revolución destinada al mundo de lo pequeño, de lo intrascendente, las grandes revoluciones, los grandes revolucionarios se caracterizan por ser capaces de grandes rectificaciones.
Bolívar, el Libertador, se dio cuenta en Haití, después de una crítica rigurosa de la situación, que debía atacar el fondo económico del sistema que quería sustituir, y se hizo profundo antiesclavista. Fidel es un maestro de la crítica y la rectificación, y al mismo tiempo un ejemplo de fidelidad con los principios.
La Revolución en los últimos días ha dado batallas importantísimas que merecen una crítica rigurosa: La formación del partido: ¿tuvimos el éxito esperado, fue correcto el diseño para su formación, dónde nos equivocamos, dónde acertamos, qué se debe corregir?
Los impulsos a formas económicas capitalistas: ¿hacia dónde nos llevan? ¿La propuesta de Yunus nos acerca o nos aleja del Socialismo?
Las renacionalizaciones: ¿Por qué se hicieron, hacia dónde va la política petrolera? La modificación del cuadro político con la actitud de podemos y el ppt: ¿Son sólo una manifestación política, o tienen su origen en proyectos económicos distintos al Socialismo? Percibimos la manifestación política y no el proyecto económico, el más peligroso, el que sustenta a la política.
El caso de Radio Caracas, los motores, las nuevas formas de propiedad propuestas, son buen material para la discusión en los Círculos de Estudio.
Es hora de activar la crítica, el estudio, el rigor teórico, como búsqueda de la verdad, así fortaleceremos a la Revolución.

¡La crítica es una formidable arma revolucionaria!
¡El Socialismo se hace con Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!

8.8.07

IDEOLOGÍA, ESTADO Y DIRECCIÓN

Los capitalistas, siempre enemigos del Socialismo, atacan al proceso en muchos flancos, pero principalmente en la ideología, ellos saben que derrotando, confundiendo a los revolucionarios en este campo, yugulan la posibilidad de avanzar hacia el Socialismo.
Donde la oligarquía pone más empeño en sus ataques, es en la ideología. Sabe que una ideología, una teoría clara, las ideas justas de que hablaba Martí, son capaces de derrotar ejércitos y fundar universos. Veamos.
Desde que el Comandante decretó la meta de ir hacia el Socialismo, inmediatamente entraron en acción las artimañas para impedir la construcción de un cuerpo teórico riguroso que nos permitiera definir rumbos.
Se dijo que nuestro Socialismo era nuestro y no se parecería a ninguno. De esta forma y de un plumazo, se desechó todo el acervo teórico de siglos de trabajo, de estudio y de lucha revolucionaria universal.
Se desprestigiaron las históricas experiencias revolucionarias, se magnificaron errores, se falsificaron las causas de las derrotas, y se sacaron conclusiones que mutilaban la posibilidad de aprender de la extraordinaria riqueza teórica de aquellos eventos. De esa manera, por ejemplo, se despreció a los bolcheviques, y toda la riqueza de la Revolución Soviética se simplificó en una sola palabra: ¡fracasó!
Se citaron fuera de contexto ideas de los grandes pensadores patrios para justificar la improvisación, así el “inventamos o erramos” de Simón Rodríguez, se usa para justificar cualquier disparate.
Se desacreditó a la discusión, endosándole indisciplina.
Esta deformación, de la que lo anterior son sólo ejemplos, ha hecho su labor de zapa. Hoy encontramos el absurdo de “teóricos” que deberían definir al Socialismo, y sólo dicen con desfachatez que el Socialismo nuestro no se sabe cómo será, que se “inventa en el día a día”, de esta manera lo despojan de rigor y precisión teórica. Así lo debilitan condenándolo a la confusión y a ser presa fácil de las corrientes enemigas.
Es imprescindible un cuerpo teórico sólido, definido, del Socialismo Bolivariano, que adapte la experiencia universal a nuestras condiciones, que se enriquezca con nuestras experiencias históricas, que se nutra del árbol de las tres raíces, y también de Cristo, de Salvador de la Plaza, de Fabricio, de Américo Silva, y también de Martí, de Lenin, de Trotsky, de Rosa Luxemburgo, de Mao, del Che y de Fidel, y por supuesto, de Marx.
No hacerlo bañará de confusión y ambigüedad a todas las actividades de la Revolución: la formación del partido, la recuperación de las señales radioeléctricas, la función del Estado, las relaciones de propiedad, la inversión de la renta.
Para la Revolución Bolivariana es tarea de primer orden construir un cuerpo teórico definido del Socialismo Bolivariano. Un Estado Socialista poderoso, con personalidad, capaz de dirigir sin complejos a la sociedad. Un centro de dirección política.
Estos tres pilares potenciados y potenciando el liderazgo del Comandante Chávez son garantía de avance en el rumbo al Socialismo.
¡Chávez no se negocia!
¡El Socialismo no se negocia!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad !

7.8.07

LOS CUADROS

La escasez de cuadros, de dirigentes, es común a muchas Revoluciones, estas arriban al poder emergiendo abruptamente desde las entrañas del pasado, en estas condiciones no han formado los cuadros que necesitan para la construcción revolucionaria. Esta carencia merece toda la atención, de cómo se resuelva depende en gran medida el éxito revolucionario.
La Revolución Bolivariana es un caso típico de Revolución con escasez de cuadros, de dirigentes revolucionarios. Siendo así cabe la pregunta:
¿De dónde surgen los cuadros?
Lo primero que debemos precisar es que la formación de cuadros es un fenómeno social que depende del espíritu revolucionario que impregne a la época.
Al principio, sólo hay un pequeño núcleo revolucionario, muy reducido, a veces es de sólo una persona, pero si las ideas son correctas, es suficiente. Las ideas se expanden por toda la sociedad sirviendo de referencia moral, construyendo la ética revolucionaria, creando el ambiente social para la formación y la actividad de los cuadros.
Podemos afirmar, que la falta de cuadros revolucionarios, manifiesta debilidad de ideas revolucionarias. De allí que, si queremos analizar la carencia de cuadros, un primer paso es analizar la debilidad en las ideas. Veamos algunas causas de esa debilidad:
De los regates tácticos se han construido teorías estratégicas que nos alejan del Socialismo. Es así que hemos transformado a la necesidad coyuntural de que el Socialismo conviva con el capitalismo nacional ya existente, en una teoría de un híbrido Socialismo-capitalismo que justifica el crecimiento del capitalismo, al punto de que el ministro de finanzas declara que se ha duplicado en los últimos años.
De las experiencias de intentos socialistas hemos sacado conclusiones sin asidero, distorsiones, que nos llevan a generalizar los errores allí cometidos, a deformar las causas de sus fracasos atribuyéndoselos al Socialismo. Tal es el caso de la Unión Soviética, que el Che sostuvo y demostró que caería por capitalista y no por socialista.
Nos hemos dejado intimidar con la patraña del capitalismo de Estado, y hemos construido un “Estado avergonzado de ser Estado”, un Estado arrinconado, temeroso de cumplir su papel de poder popular, de representante del Pueblo.
No conseguimos aclarar el problema de la propiedad, confundimos Propiedad Social, con propiedad colectiva, comunal, privada, y esa confusión se refleja en la conciencia. No le damos al problema de la Propiedad Social de los medios de producción la importancia vital que tiene para la construcción del Socialismo.
Soterradamente satanizamos al Socialismo como “un sistema que no es democrático”, cuando es el ¡único sistema democrático! ¡En el capitalismo no hay democracia! Y esta falta de fe nos hace ser vacilantes en la construcción del Socialismo.
No conseguimos instalar la conciencia de pertenencia a la sociedad, aún nos movemos en los criterios de éxito individual propios del capitalismo, lo individual egoísta predomina en la actividad de los ciudadanos.

¡Chávez y Pueblo son Socialismo!
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!
www.libertadorparaloscinco.org.ve

6.8.07

LAS RELACIONES HISTÓRICAS

Los acontecimientos históricos regresan para marcar el rumbo del presente. En el transcurrir de la vida de la humanidad no hay nada aislado, inédito, absoluto, todo acto tiene sus raíces en el pasado. De allí, la importancia de las relaciones históricas, de ellas depende el carácter de los procesos de hoy.
Los hechos históricos que festejemos, el por qué los celebremos, y la manera como los conmemoremos, van a indicar el carácter de los procesos de hoy. A ningún revolucionario se le ocurriría celebrar la cosiata, pero celebra la ayuda que Petión le dio a Bolívar como precursora del ALBA, y también recuerda con gozo el aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista.
La Revolución Bolivariana se relaciona directamente con lo más rebelde, lo más extremista de la Revolución de Independencia. Nos relacionamos con Bolívar y su “trescientos años de calma no bastan”, cuando entendió que había que radicalizar el proceso y superar la tendencia mantuana conciliadora que proponía la Junta Proctetora de los Derechos de Fernando VII. Nos relacionamos con el Libertador del “Decreto de Guerra a Muerte”, cuando entendió que era necesario delimitar los campos, ellos y nosotros. Y sobre todo nos relacionamos con el Bolívar traicionado y su obra inconclusa.
Recientemente celebramos el aniversario del Asalto al Cuartel Moncada y es bueno resaltar cuáles son las causas por las que ese acontecimiento sea central en los contentos de los revolucionarios mundiales, y cuáles son las relaciones de ese hecho con la Revolución Bolivariana.
El Cuartel Moncada significó en lo inmediato una fractura de la parsimonia de los revolucionarios del continente, que hasta entonces vegetaban en mares de burocracia y sumisión. Pero además fue muestra de que el deber de los revolucionarios es hacer la Revolución, y que ésta siempre es posible.
El Asalto al Cuartel Moncada es inicio de una renovación teórica vital para el camino revolucionario, una derrota del etapismo reaccionario. Mostró el rumbo de las revoluciones futuras y por supuesto marca a nuestra Revolución. Fue una operación militar que tenía como objetivo la conciencia del Pueblo, y sin dudas triunfó.
Y ese éxito significó un vuelco en la teoría, comprobó en la práctica que la conciencia es el fundamento de toda Revolución. Todas las acciones, las pequeñas y las grandes deben tener como fin la elevación y la consolidación de la conciencia del deber social.
Este principio ha guiado a la Revolución Cubana, de allí su extraordinaria resistencia frente a la adversidad, al desamparo de la Unión Soviética y al ataque incansable del imperio capitalista.
Reivindicamos el 26 de julio como una fecha que se hizo nuestra el 4 de febrero: las mismas motivaciones, la misma entrega, el mismo altruismo, el mismo objetivo. Por eso honramos el 26, por ser raíz y sentimiento del 4 de febrero, inicio de nuestra Revolución.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡El 26 y el 4 un mismo sentimiento libertario!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

3.8.07

FÁBRICAS Y SENTIMIENTO SOCIALISTA

El Socialismo es por sobre todo un sentimiento: el sentimiento de pertenencia a la sociedad, el sentirnos parte e hijos de la sociedad, querer que nuestro trabajo y nuestro anhelo tenga como único objetivo el bienestar de esa sociedad, que nuestra suerte esté ligada a la suerte de ella, y saber que ella, con sentimiento maternal, cuidará, no abandonará a sus hijos.
La lucha por el Socialismo es en definitiva la lucha de ese sentimiento socialista integrador de la sociedad, en lucha feroz contra el sentimiento capitalista, egoísta, individualista que la fragmenta.
El sentimiento de pertenencia a la sociedad es genético en el humano, sin embargo en el capitalismo está aplastado, he allí una de las causas de la peste que este sistema produce. El humano del capitalismo es un ser disociado, huérfano, en búsqueda incesante de sus semejantes, un ser perdido en un salón de espejos que sólo reflejan al capital.
Únicamente el Socialismo puede liberarlo de ese laberinto, de la alienación en que vive, y restituir su imagen de humano reflejada en otros humanos, todos integrados en sociedad.
Por ser el Socialismo un empeño social, las medidas socialistas, el camino socialista, debe tener carácter social, debe atañer a toda la sociedad. Explicamos.
Estudiemos un ejemplo que está al día: al formar fábricas de propiedad social, estamos dando un gran paso hacia la economía socialista, dejamos atrás los cantos de sirena de la cogestión, empresas de producción social, y otras variantes de propiedad capitalista.
Desde esas fábricas de propiedad social debemos irradiar sobre el resto de la sociedad la espiritualidad socialista, el destello anunciador de la reconstrucción de la sociedad, del sentimiento amoroso, de que el rencuentro del individuo con la sociedad tiene asidero real.
El extraordinario paso que significa la formación de empresas de propiedad social, debe ser el inicio de una marcha hacia zonas espirituales y materiales socialistas: Estas fábricas deben unirse, constituir una zona socialista nacional en la que se pueda hacer planificación de la producción y el consumo. No olvidemos que la planificación económica es la vía para que el humano controle su realidad. Con la planificación la economía deja de ser un azar y se convierte en una certeza.
Una de las características más importante de esas fábricas de propiedad social, es que deben ser Fábricas-Escuelas de trabajo voluntario, los empleados públicos, los estudiantes, los concejos comunales deben tener allí lugar para el trabajo voluntario. Porque es el trabajo voluntario la puerta de entrada hacia la espiritualidad socialista, es el terreno de formación del hombre nuevo.
El ejemplo que emane de esas fábricas debe convertirse en paradigma nacional, en soporte de la prédica del Motor Moral y Luces, en centro del debate sobre la construcción del Socialismo.
Esas fábricas serán un gran avance de la Revolución Bolivariana y deben ser aprovechadas en todo su potencial.
¡Chávez es Socialismo auténtico!
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
¡La propiedad social, escuela de Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

100

Dicen que el barril de petróleo llegará a 100, varias son las fuentes que hacen este pronóstico, a nosotros que no somos expertos petroleros nos asusta el vaticinio.
Si vemos el asunto a la ligera, reducido sólo al ingreso nuestro, que aumentaría una barbaridad, podría el aumento darnos alegría, aparentemente tendríamos más riqueza.
Ahora bien, si observamos el aumento del petróleo como un factor de la economía globalizada, la cuestión cambia y es preocupante. Veamos.
El aumento del precio puede que sea soportado por la economía de los grandes países consumidores, los del norte. De ser así, sería un indicio de que la economía capitalista mundial está en período de alta producción y consumo, de “sanidad”. En este caso deberíamos estar prevenidos, preparados, porque en este sistema períodos de bonanzas son seguidos por crisis, así lo demuestra la historia. Puede ser que el aumento impacte de tal forma a esas economías del norte que precipite la crisis. En ese caso, también deberíamos estar prevenidos, preparados para esta eventualidad.
Estas dos posibilidades anuncian crisis que no sabemos que proporciones alcancen. Pero, lo que si es seguro, es que la mayoría de los pueblos del planeta, las naciones pobres, sufrirán las desastrosas consecuencias de este aumento: habrá más hambre en el mundo, menos riqueza para repartir, menos recursos para electricidad, salud, salubridad, por eso aumentarán las enfermedades, la calidad de la educación disminuirá, la situación será apocalíptica.
Reflexionado así, los cien dólares por barril son un indicio de que algo anda mal en el mundo. La humanidad está organizada de manera suicida, y el problema de la energía es sólo un síntoma de esta situación que no se resuelve con medidas focalizadas, con disminuir o aumentar la producción, construir más refinerías, por allí no encontraremos la solución, es necesario un cambio radical en la humanidad.
No podemos seguir con la matriz de consumo de energía, donde unos países consumen muchísimo, derrochan la energía: se habla de que una casa de un rico del Norte consume más energía que un pueblo del Sur, Haití no tiene energía para iluminar modestamente durante unas horas a su capital, mientras la energía gastada por los avisos de neón de Las Vegas serviría para satisfacer las necesidades de todo Haití.
No cabe duda que la humanidad necesita dar un vuelco en su organización, esa es la única manera de detener este consumo de energía demencial. El derroche ya no es sostenible, las desigualdades ya no son soportables y la posibilidad de colapso es inminente.
Sólo se duda en qué vendrá primero, si el colapso ecológico o el desplome económico. Si primero los rayos ultravioleta, el efecto invernadero, la contaminación de mares y ríos, la desertización, el deshielo de los polos, nos darán jaque mate, o si las crisis económicas harán inviable a la especie.
Vivimos en medio de señales de crisis profundas del capitalismo, que amenazan con destruir a la humanidad. Estamos a tiempo de dar un giro, de tomar el camino del Socialismo, única manera de recuperar la armonía perdida con la naturaleza.
¡Chávez es Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

LOS PANAMERICANOS Y EMULACIÓN SOCIALISTA

Aprovechamos los panamericanos para hablar del espíritu socialista y la transformación de nuestro deporte, no somos expertos en el campo pero tenemos la autoridad del aficionado.
Nuestra participación en los panamericanos debe ser vista como una confrontación entre los dos sistemas que pugnan en nuestra sociedad: el capitalismo y el Socialismo. Veamos.
El capitalismo penetró el deporte y lo transformó en una maquinaria de producir capital, ya el espíritu amateur desapareció en las fauces del apetito voraz del lucro.
El deporte llamado profesional dejó de ser una competencia para convertirse en un montaje teatral que se mueve a conveniencia de los intereses del dinero, y donde el hombre y la sociedad ocupan lugar preterido. Eso todo el mundo lo percibe, y si alguna duda queda, basta recordar el incidente en la copa mundial de fútbol, con Ronaldo transformado en mercancía, obligado, aún estando enfermo, a competir por las conveniencias de una marca.
La alharaca recientemente formada por la llamada “pobre actuación de Venezuela en los Panamericanos”, es ejemplo de la influencia de la visión capitalista en nuestro deporte. Se midieron sólo las medallas, como si de producción capitalista se tratara, prestigiando la cantidad. Así, una es mejor que dos, cinco te dan un puesto, cuatro te condenan al escarnio público.
Estudiemos el problema, más allá de la visión capitalista del medallero, veámoslo desde el punto de vista del Socialismo.
Para la nueva sociedad el deporte debe ser motivo para la fraternidad, para la convivencia, para la emulación, la competencia sana, y como en toda competencia unos ganan y otros pierden, lo importante es competir y salir con más conciencia social de la competencia.
Es una estrechez hacer el análisis del deporte venezolano sólo viendo el medallero de los panamericanos.
Nos preguntamos, cuántos venezolanos están atendidos en el área deportiva, cuántos niños están practicando deporte dirigido, cuántos ancianos, cuántos están incorporados al deporte de masas, ese que no se ve porque no es publicitado por los medios capitalistas, porque no da sintonía, ese que forma valores distintos al capitalismo, que no dará un ídolo construido por el marketing, pero dará más salud, conciencia y felicidad a la gente.
El deporte debe ser enseñanza inmejorable para la EMULACIÓN SOCIALISTA, competencia sana que es motivo para la superación en el ámbito donde se aplique, en la producción, en el estudio.
Se potenciaría el rendimiento de los círculos de estudio si se aplicara la emulación, se elevaría la conciencia social de los consejos comunales si allí se planificara la emulación en el trabajo social. La emulación sería una explosión de conciencia social en nuestra Revolución, y el deporte sería uno de sus pilares.
El deporte Socialista debe reflejarse sobre la sociedad para hacerla mejor, más humana, más fraterna. Sólo así tendrán sentido las medallas internacionales.
La Revolución debe ganar la batalla deportiva, transformar el deporte capitalista, soporte del egoísmo, del individualismo, en deporte Socialista, generador de fraternidad y armonía, enseñanza para la emulación.
¡Chávez es Socialismo!
¡Socialismo es Emulación!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

2.8.07

ILUSIÓN Y MIEDO

El sistema oligarca se sostiene sobre la manipulación de estos sentimientos, siendo así, la Revolución debe recuperarlos transformándolos en soportes de una nueva vida espiritual de la sociedad. Veamos.
Se construyen generadores de miedo para conducir a la sociedad. Son ya clásicos los miedos de la sociedad gringa, que la llevan como borregos a elegir a Bush con videos amenazantes de Bin Laden.
Si analizamos un poco encontraremos en el miedo una de las causas de las altas ventas de celulares. Pero es el miedo a las pérdidas donde la oligarquía asienta con más fuerza la manipulación de la sociedad.
Primero, el miedo a la muerte, que es la pérdida mayor. Así, la esencia de la medicina capitalista es una velada promesa de vida eterna: si hay dinero todo se puede comprar, hasta la vida eterna.
Otro miedo es a la pérdida de la juventud, hoy asistimos asombrados a un festival de bisturí, de inyecciones, de sustancias azules, todo tras la promesa, dinero mediante, de saltarse las leyes de la biología y de la gravedad.
La manipulación del miedo adquiere visos de crueldad cuando se manipula a las madres con el temor a la pérdida de sus hijos. Siempre que la oligarquía está en peligro apela al miedo instintivo de las madres a perder sus hijos. Es el caso de la Revolución Bolivariana, ahora se levanta el miedo a la pérdida de la patria potestad, o a la tal ideologización.
El mismo miedo se movió contra la Revolución Cubana y contra la Sandinista, y ni se diga con la Revolución Bolchevique.
La Revolución debe ir a la raíz de estos miedos, y allí combatirlos, aclarar que es profundamente respetuosa de las relaciones amorosas. Al contrario de perjudicar el amor materno, la Revolución crea condiciones reales para que este se exprese: garantiza el desarrollo pleno de las potencialidades de los niños, les garantiza alimentación adecuada, salud, recreación, albergue, espacio y tiempo para la convivencia. ¿Qué mayor anhelo que este para las madres? ¡El Socialismo asegura el futuro de los niños!
La Revolución debe construir humanos que se valoricen por el “ser”, más que por el “tener”. Humanos concientes de sus limitaciones, y de su biológica evolución, que se hagan fuertes y grandes dentro de esta comprensión.
Otro de los principales sostenedores del sistema oligarca es la Ilusión de que los problemas individuales se pueden resolver de manera individual, esta es la base del egoísmo: todos pugnando, unos contra otros, por “sacarnos el premio gordo en la vida”. El capitalismo nos dice “todos pueden”, “fíjate este emprendedor que lo hizo”, la publicidad y los medios están llenos de estos ejemplos. Así consiguen fragmentar las luchas sociales hasta hacerlas imposibles, está ilusión es, sin duda, una de las mayores defensas del sistema capitalista.
La Revolución debe develar este fraude, demostrar que no es posible resolver los problemas de manera individual, que la mayor suma de felicidad posible de la que nos habló el Libertador, sólo se consigue socialmente, es decir, con el Socialismo.

¡Chávez, es Socialismo!

¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!

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1.8.07

AL FINAL SERÁ LA PRÁCTICA

Es indudable que estamos “en medio de una feroz lucha de clases”, ninguna Revolución puede escapar de esta condición, así que no debe preocuparnos, menos tratar de ocultarlo, o pensar que aceptarlo le hace daño a la Revolución. Al contrario, debemos afrontar esa realidad, discutirla a cielo abierto, dejar que todas las corrientes se expresen, esa es la única manera de fortalecer a la Revolución.
Pero, surge una pregunta:
¿Cómo saber quién tiene la razón, cómo enfrentar la discusión, cuál es el camino, dónde está el criterio de verdad?
Decía un clásico revolucionario que:
“Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento”.
Sabias palabras de un hombre sabio, es la práctica, es decir, la objetividad, la realidad, la que tiene la última palabra.
En la Unión Soviética a los que propusieron un híbrido capitalismo-Socialismo la realidad se les apareció un día con el capitalismo salvaje bajo el brazo, y dio punto final a la discusión comenzada años antes y que tanto sufrimientos y muertes había arrastrado.
En Cuba la historia fue diferente, el Che se enfrentó con valentía a la idea del híbrido, impulsó al “sistema presupuestario de financiamiento,” nos dijo que es la conciencia del deber social, la integración de la sociedad, el objetivo de toda Revolución Socialista. Allí se discutió abundante y fuerte, de esta manera se pudo cavar trincheras de ideas y de conciencia que hicieron posible la resistencia a la impensable adversidad de la caída de la Unión Soviética.
Hoy el Comandante Chávez plantea, dentro de la revolución, una discusión referente al Socialismo, debemos proteger este debate que ya sabemos vital para la búsqueda del camino verdadero.
Lo primero es recordar las palabras del Che, cuando nos dice: si una idea se debe combatir a palo, esa idea nos ganó la batalla. Quiere decir que la discusión debe ser batalla de argumentos, en ella no debemos usar otras armas, eso mataría la Revolución.
Lo segundo, entender que es la práctica la que al final nos dirá si un argumento es verdadero, si es correcto.
Y en la búsqueda del veredicto de la práctica, es la historia la gran maestra, allí están las enseñanzas que guían el camino que hoy transitamos.
Debemos estudiarlas con seriedad, con rigor, combatir a quien las deforma, las califica a la ligera, saca conclusiones sin fundamento, oculta realidades y crea ficciones, porque de esa manera nos privan del beneficio de la práctica histórica.
Tercero, aprender de nuestra práctica, detectar temprano las señales que nos manda, aceptar su veredicto, aprender con rapidez de nuestros fracasos y nuestros éxitos.
Por último, entender que toda discusión revolucionaria tiene como fin la modificación de la realidad, la modificación de la práctica, porque es en la práctica diaria, en el trabajo, en la producción, donde el hombre se hace Socialista, adquiere conocimientos Socialistas.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

31.7.07

LA CONTRADICCION SUICIDA

La política está llena de contradicciones:
La contradicción del revolucionario. El revolucionario vive tensado por la contradicción de ser creación del pasado y habitante del futuro que aún no llega. Por eso el revolucionario está condenado a ser minoría, cuando su época lo entiende ya es hora de emprender nuevos sueños. Si bien sus contradicciones le producen rasgaduras en el alma, éstas se ven compensadas por saberse ariete de su sociedad, pionero que pisa mundos inéditos, baquiano que guía pueblos hacia la tierra prometida.
Su tarea no conoce fracaso ni tiene conclusión, siempre habrá caminos por hacer.
La contradicción de la oligarquía. Tiene calidad macabra, es la contradicción del intento por permanecer en un mundo que no tiene más futuro que la extinción, y la impotencia de contener la marcha de la historia. De esta contradicción surge el fascismo, reflejo directo del desespero que invade a esta clase impotente para perpetuarse.
En el medio de estas dos contradicciones se encuentra la clase media, la pequeña burguesía, que sobrevive en la contradicción de ser carne de trabajador y espíritu de oligarca. Sienten la necesidad de construir el mundo de la vida que la esperanza anuncia, pero el terror de avanzar por el mar del futuro la atrapa en laberintos teóricos. Una parte de su ser los invita a volar, y otra los condena a permanecer anclados en el pasado del que son guardianes.
Por supuesto que estas contradicciones están presentes en la Revolución Bolivariana, y es importante conocerlas para entender el comportamiento de las corrientes políticas. Es suficiente oler a nuestro alrededor para detectarlas.
¿Cuál, sino la contradicción del oligarca, motiva la angustia de Ravell, Cisneros y Granier?
¿Cuál, sino la contradicción del revolucionario, rasgó el alma de los combatientes del 4, o los últimos días de Fabricio, cuál, sino esta angustia, fue la pasión de Bolívar?
¿Cuál, sino la contradicción del pequeño burgués, motiva a los que hoy se baten entre la necesidad de avanzar en la construcción del Socialismo, y el terror de hacerlo? ¿De dónde, sino es de allí, surgen tantas teorías distraccionistas del camino, tanta falsificación, tanta producción de justificaciones?
¿Qué otra cosa es decir, que entre el capitalismo y el Socialismo no hay contradicción, sino un buscar calmantes para la angustia interior? ¿Qué otra cosa es postular un hibrido entre capitalismo y Socialismo cómo meta de nuestro Socialismo?
La contradicción de la pequeña burguesía les impide avanzar, construir teoría para el futuro, al contrario, elaboran atajos hacia la restauración.
Las propuestas de la pequeña burguesía no son posibles, la historia así lo dicta, con sus vacilaciones y ambigüedades sólo consigue lubricar la arremetida del desespero fascista.
La Revolución debe resolver las ilusiones pequeño burguesas de la única manera que es posible, debe desechar los espejismos de una convivencia con la oligarquía y con el imperio. Esas contradicciones son suicidas, lo que harán es llevarnos al fascismo. No hay más opción que el Socialismo auténtico.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!