8.8.07

IDEOLOGÍA, ESTADO Y DIRECCIÓN

Los capitalistas, siempre enemigos del Socialismo, atacan al proceso en muchos flancos, pero principalmente en la ideología, ellos saben que derrotando, confundiendo a los revolucionarios en este campo, yugulan la posibilidad de avanzar hacia el Socialismo.
Donde la oligarquía pone más empeño en sus ataques, es en la ideología. Sabe que una ideología, una teoría clara, las ideas justas de que hablaba Martí, son capaces de derrotar ejércitos y fundar universos. Veamos.
Desde que el Comandante decretó la meta de ir hacia el Socialismo, inmediatamente entraron en acción las artimañas para impedir la construcción de un cuerpo teórico riguroso que nos permitiera definir rumbos.
Se dijo que nuestro Socialismo era nuestro y no se parecería a ninguno. De esta forma y de un plumazo, se desechó todo el acervo teórico de siglos de trabajo, de estudio y de lucha revolucionaria universal.
Se desprestigiaron las históricas experiencias revolucionarias, se magnificaron errores, se falsificaron las causas de las derrotas, y se sacaron conclusiones que mutilaban la posibilidad de aprender de la extraordinaria riqueza teórica de aquellos eventos. De esa manera, por ejemplo, se despreció a los bolcheviques, y toda la riqueza de la Revolución Soviética se simplificó en una sola palabra: ¡fracasó!
Se citaron fuera de contexto ideas de los grandes pensadores patrios para justificar la improvisación, así el “inventamos o erramos” de Simón Rodríguez, se usa para justificar cualquier disparate.
Se desacreditó a la discusión, endosándole indisciplina.
Esta deformación, de la que lo anterior son sólo ejemplos, ha hecho su labor de zapa. Hoy encontramos el absurdo de “teóricos” que deberían definir al Socialismo, y sólo dicen con desfachatez que el Socialismo nuestro no se sabe cómo será, que se “inventa en el día a día”, de esta manera lo despojan de rigor y precisión teórica. Así lo debilitan condenándolo a la confusión y a ser presa fácil de las corrientes enemigas.
Es imprescindible un cuerpo teórico sólido, definido, del Socialismo Bolivariano, que adapte la experiencia universal a nuestras condiciones, que se enriquezca con nuestras experiencias históricas, que se nutra del árbol de las tres raíces, y también de Cristo, de Salvador de la Plaza, de Fabricio, de Américo Silva, y también de Martí, de Lenin, de Trotsky, de Rosa Luxemburgo, de Mao, del Che y de Fidel, y por supuesto, de Marx.
No hacerlo bañará de confusión y ambigüedad a todas las actividades de la Revolución: la formación del partido, la recuperación de las señales radioeléctricas, la función del Estado, las relaciones de propiedad, la inversión de la renta.
Para la Revolución Bolivariana es tarea de primer orden construir un cuerpo teórico definido del Socialismo Bolivariano. Un Estado Socialista poderoso, con personalidad, capaz de dirigir sin complejos a la sociedad. Un centro de dirección política.
Estos tres pilares potenciados y potenciando el liderazgo del Comandante Chávez son garantía de avance en el rumbo al Socialismo.
¡Chávez no se negocia!
¡El Socialismo no se negocia!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad !

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