Grandes hombres son aquellos que
ligan su suerte al destino de la humanidad, Cristo es el mayor de ellos, el
ejemplo. Estos hombres tienen mucho en común: no buscaron riqueza material, su
vida estuvo signada por el altruismo, murieron temprano, asesinados por los
dominantes.
A Cristo lo asesinó el sanedrín, a Bolívar lo
sacrificó la oligarquía. Martí dejó sus días en Dos Ríos, entre la torpeza de
los independentistas y la crueldad imperial. Trotsky cayó en la ignominia del
stalinismo. A Zamora lo mató una bala disparada años antes en San Pedro
Alejandrino. Fabricio, Lovera, Américo Silva sacrificaron su vida tras el
ideal. Allende transformó a La Moneda en su sepultura y de los sueños de hacer
Revolución con anuencia de las oligarquías. El Che en Bolivia revivió al
Gólgota.
Chávez es el último de estos grandes, no tenemos dudas
de que su enfermedad fue inoculada por los que desde siempre atentan contra los
grandes, los redentores. El crimen político es una constante en la historia, el
envenenamiento cada día es más perfeccionado, ahora usan hasta isótopos
radioactivos, ponzoñas de alta eficacia, virus con capacidad cancerígena.
¿Y los pueblos, qué ha pasado con los pueblos? Al
perder a sus líderes, deambulan como saliendo de un hermoso sueño. Atontados, son
fáciles presas de los depredadores. Después sobre ellos llueven teorías
apócrifas, retóricas vacuas. Los líderes son transformados en bronce inerte, en
franelas inofensivas, en canciones que calman la culpa de olvidar, "de no
hacer lo que hay que hacer, no cambiar lo que tiene que ser cambiado, de perder
el sentido del momento histórico, de venderse al pasado, de mentir
siempre".
Nuestro líder está enfermo, ¿entregaremos su
sueño? ¿hasta aquí llegó el camino? ¿retrocederemos, volveremos a ser un pueblo
sometido, miserable, nos comeremos unos a los otros, volveremos a ser lobos, o,
por el contrario, sorprenderemos de nuevo a la historia?
¿Nuestros líderes se unirán alrededor de la audacia de
continuar, profundizarán, harán de la transición una marcha redoblada hacia el
Socialismo, superaremos el capitalismo? ¿seremos grandes, asombraremos al
mundo, fundaremos una sociedad de hermanos, o, por el contrario, volveremos al
camino de los pactos, de las economías mixtas? ¿Nos pegaremos al fundillo del
mundo, seremos un país mediocre?
¿Nuestros líderes pasarán a la historia como los
grandes, serán como Bolívar, Sucre, Fabricio, Sandino, Américo, o serán remedos
de los lusinchis, los calderas, los piñeruas, los cap, los canaches, recordados
como la nadería, la mediocracia, pequeños, mezquinos?
El deber de los líderes es seguir con Chávez, dar
continuidad a la lucha. La lágrima más sentida en honor al Comandante es
concretar su sueño, que es el mismo de Bolívar y de todos los santos que lo
siguieron.
¡Chavistas, Patriotas, Socialistas!
3 comentarios:
Que buena reflexion que nos insta a seguir, rodilla en tierra pora mantener el ideal bolivariano impulsado por mi comandante chavez.
Que buena reflexion que nos insta a continuar rodilla en tierra por la lucha ideologica impulsada por el presidente chavez,asi nuestros hijos y nietos nos agradeseran toda su vida el haber impulsado el socialismo en nuestro pais,siendo este el socialismo del siglo xxi el mejor modelo politico del mundo.que viva chavez.
Q buena reflexion para q cada dia los venezolanos seamos mas concientes y vivamos en socialismo
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