El Che Guevara escribe en “El Socialismo y el
Hombre en Cuba”, que en la guerrilla de la Sierra Maestra se dio un proceso de
proletarización del pensamiento.
Esta afirmación indica un salto inmenso en la teoría
revolucionaria y propina una fuerte derrota al dogmatismo, abriendo el camino
hacia la posibilidad revolucionaria en los territorios periféricos pocos
desarrollados de los imperios. Expliquemos.
Una dogmática interpretación de la teoría
revolucionaria, soldaba mecánicamente la ideología de una clase con esa clase,
de esta manera las ideologías eran privadas de movilidad, es decir, la
ideología proletaria era propia, única del proletariado, estaba
consustancialmente unida a él, no podía existir sino asociada a él. Lo mismo
sucedería con la ideología oligarca, estaría ligada a la clase oligarca.
Se ignoraba el hecho de que la dominación es posible
porque la ideología de la clase dominante coloniza el alma del dominado, migra.
De esa misma forma, la liberación es posible porque la ideología liberadora la
del proletariado también migra hacia otras clases. Este dogmatismo
también ignora el hecho de que las ideologías son universales, propias de toda
la geografía humana. Es suficiente que en una parte del mundo existan las condiciones
materiales que la sustenten para que en cualquier parte del planeta surjan esas
ideologías.
Así, la teoría proletaria es edificada sobre las
condiciones materiales de Inglaterra. Con el instrumental filosófico de Hegel y
Marx que surge en Alemania. Aprende de la práctica francesa, la comuna. Y tiene
su primera aplicación práctica en Rusia, país rezagado en el desarrollo
imperialista. Aquí se muestra lo universal y la migración de las ideologías.
El Che nos devela uno de los grandes logros de la Revolución
Cubana, quizá el mayor: siendo una Revolución campesina, liderizada por
individuos surgidos de la clase media, es capaz de apropiarse del pensamiento
revolucionario proletario universal y conducir a ese Pueblo hacia las metas más
avanzadas que la humanidad se ha planteado en toda su historia: recomponer la
sociedad, derrotar definitivamente al capitalismo, forma superior de la
esclavitud, y enrumbarse hacia la redención del humano.
La esencia de la ideología proletaria es la
transformación de la sociedad para impedir que unos hombres se apropien del
trabajo de otros hombres, cambiar la manera de consumir y de producir y,
entrelazada con esas nuevas bases, construir una Nueva Espiritualidad, una
Nueva Cultura, una Nueva Moral, unas Nuevas Luces. Siguiendo esta
experiencia, nutriéndose con la enseñanza de la Revolución Cubana, la
Revolución Bolivariana debe proletarizarse, superar su etapa pequeño burguesa,
caracterizada por los intentos de morigerar al capitalismo y, enrumbarse
decididamente hacia la construcción, sin ambages, de la sociedad del amor, la
libertad, hacia la construcción del Socialismo.
Si no conseguimos dotar a la Revolución de la
ideología proletaria, si el pueblo no hace suya la ideología, la moral y las
luces de esa clase, que por explotada, es génesis de ideas libertarias,
entonces, irremediablemente no podrá avanzar hacia las hermosas metas
propuestas.
¡Con Chávez!
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