5.5.12

EL CÍRCULO INFERNAL (Sábado 05-05-2012)


Las Revoluciones parecen sumergidas en un círculo infernal, en un ritornelo macabro, siempre regresan, la restauración las sucede. 
Lo anterior puede parecer exagerado, sin embargo, es definitivo, si revisamos la historia nos encontraremos con que la humanidad no ha podido superar al capitalismo, a él se aferra con insistente necedad. La Revolución de Lenin terminó en manos de aquel siniestro personaje, Yeltsin. La obra de Mao se hundió en manos de los capitalistas salvajes que son los dirigentes de la China de hoy. Allende fue sustituido por pinochet y en Chile se desató una crueldad que nadie sospechaba existía en el fondo de las apariencias constitucionales... y así podemos seguir contando a todas las Revoluciones, la que no se ha restaurado enfrenta graves peligros.
Para nosotros es muy importante, de vida o muerte, estudiar este fenómeno ¿Por qué el capitalismo se restaura en medio de las Revoluciones? Comentemos.
Los revolucionarios confrontan un inmenso obstáculo: son hijos, creación del sistema que pretenden superar, por tanto, en ellos habita la tradición, las costumbres, la lógica, la manera de pensar, de valorar del capitalismo.
Es así, las Revoluciones han sido muy eficaces en su primera fase, en la toma del poder y en las medidas iniciales. En esta etapa son acompañadas del fervor de las masas que presienten cambios profundos, radicales, revolucionarios. En las etapas posteriores, aparece el obstáculo mayor: la cultura capitalista, que surge, retoña, desde sus bases psicológicas y culturales que permanecen intactas.
Surgen los lujos de los dirigentes, claudican frente a los signos de poder del capitalismo, el tener se impone frente al ser, así el ejemplo se difumina, la referencia moral se confunde con los códigos del pasado. Los errores cometidos en la construcción de las relaciones materiales producen en la masa necesidades que, a su vez, reclaman más capitalismo. En ese instante los dirigentes atrapados ya por la lógica del pasado se ven impelidos a hacer concesiones, entonces, la Revolución ha sido atrapada por la cultura capitalista, es sólo cuestión de tiempo para que ésta reclame el poder político.
La defensa de la Revolución , o mejor, la superación definitiva del sistema capitalista dependerá de los valores nuevos que se socialicen, de las necesidades que de allí surjan, del sistema de valorización. Esa es la principal batalla de la Revolución , todos los otros logros quedan subordinados a este cambio cultural, sin él todas las conquistas serán pasajeras, espejismos.
El Socialismo no puede sucumbir a las necesidades ficticias que sustenta el capitalismo, que pretende valorar al humano por la cantidad de mercancías superfluas que es capaz de consumir. El  Socialismo no puede sustentarse sobre la fragmentación espiritual y material. La Revolución tiene que ir a la raíz del cambio, y la raíz del cambio, siguiendo a Marx, es el hombre. La Revolución tiene que cambiar al hombre, que no es otra cosa que cambiar sus relaciones sociales a fondo.
¡Con Chávez!

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