Súbitamente caímos en cuenta de que Chávez es humano y, por lo tanto, es mortal. La política juega con esa posibilidad, es un factor en la contienda, la derecha lo manipula, lo magnifica, lo trata con crueldad. Los Revolucionarios lo lamentamos, nos preocupamos, convertimos la adversidad en fortaleza. Son inevitables algunas reflexiones.
Todos somos mortales, no hay unos más mortales que otros. Está demostrado que la vida es un azar, nada está escrito, cualquiera de nosotros puede vivir y cualquiera puede morir. Hubo quien sobrevivió a los campos de concentración, a las invasiones de los gringos o a la bomba de Hiroshima, y hubo quién murió en la sala de su casa cuando todo presagiaba larga vida.
Cuando se quiere hacer de una enfermedad, por lo demás perfectamente curable, un ultimátum, se cae en una cobarde manipulación política, muestra de debilidad estratégica. Tratar de crear la imagen de que Chávez es mortal, pero capriles es inmortal, hacer esos pronósticos es una burda y pedante maniobra, es tratar de jugar a Dios, intentar engañar.
Chávez está en manos de la mejor medicina del planeta, los pronósticos son muy favorables, la mejoría es notoria. Entonces, ¿cuál es el objetivo de ese afán de la derecha en crear pánico y falsas imágenes de su enfermedad y de su pronóstico?
La respuesta es sólo una: el imperio y sus lacayos locales crean las condiciones para un zarpazo. Los gringos trabajan en los subterráneos de la infamia, por ahora hipócritamente se abstienen de opinar, esperan que sus planes avancen. Los lacayos ya asomaron el cariado colmillo, piden, hechos los inocentes, que Chávez deje la Presidencia. Algunos ya plantean gobierno de transición, hablan con descaro de golpe y asoman la posibilidad de que no haya elecciones.
Claro que los fascistas “inmortales” juegan en dos canchas, como siempre. No abandonan lo electoral, lo usan como distractor, y algunos incautos tienen la ilusión de poder ganar a Chávez.
Los revolucionarios debemos seguir avanzando, dando demostraciones de amor y fuerza como la del Teresa Carreño este 23 de febrero. Aumentar la acción de calle, y sobre todo estar alertas a las maniobras oligarcas, a sus manipulaciones mediáticas. Si se pasan de la raya un tantico así, debemos cerrar los medios de difusión que llamen a desconocer el orden constitucional y nacionalizar los bienes de los golpistas. La Revolución está en el deber de defenderse, de defender al Comandante, al Socialismo y las conquistas del pueblo.
Reiteramos, si los “inmortales” caen en la tentación de lanzarse a una aventura, si estimulados por las circunstancias toman atajos, entonces profundizaremos, cumpliremos la ley fundamental de la Revolución que es defenderla, nada puede estar por encima de esta ley.
Los revolucionarios debemos aprender siempre de la realidad, ya habrá tiempo para corregir los errores detectados en esta coyuntura. Debemos mantener la unidad, la disciplina, siempre atentos a las directrices del Comandante y de la dirección de la Revolución.
¡Con Chávez Siempre!
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