El alma de las elecciones capitalistas es el capitalismo, y el alma de las elecciones capitalistas en Venezuela es el capitalismo rentista petrolero.
Desde la llegada de la Revolución , en las elecciones capitalistas se agudiza la confrontación entre la visión colonial, dependiente del capitalismo, que era absolutamente hegemónica, y la visión Revolucionaria, rebelde, heredera de los próceres. Veamos.
El coloniaje ha construido una elección en que el candidato es una mercancía y el voto es el medio de cambio. Así, el lema que podía resumir a las elecciones burguesas sería: "¿te doy el voto a cambio de qué?" De esta manera las elecciones eran un torneo de ofrecimientos y promesas que cada vez eran más absurdas, y de dádivas que cada vez eran más groseras.
En este torneo las ideas, los argumentos, los proyectos, eran suplantados por el marketing y la propaganda manipuladora. Las elecciones se evidenciaban como una transacción de compra venta, se compraban conciencias, se vendían candidatos.
Eran un "Sábado Sensacional" que duraba un año. Los ataques eran la atracción del día, la gente buscaba los noticieros para ver las trastadas de los candidatos. Todo transcurría en la superficie, en lo trivial. Así se construyó una tradición aberrante como un cerrojo que nos niega el pase al futuro.
Este año que viene vamos nuevamente a las elecciones, venimos de varias que, sin duda, han mermado la fuerza de la Revolución , no es fácil pasar impoluto por el tamiz electoral de las elecciones burguesas.
Hay dos formas de enfrentar estas elecciones: Una, caemos en la tentación de "usar las armas melladas" de la visión petrolera. O corremos el riesgo de dar a las elecciones contenido político, discusión, planteamientos rigurosos, explicaciones del futuro que soñamos.
En el primer caso, si usamos las armas melladas de la visión petrolera, si pensamos que nos apoyan porque damos casas, o neveras, tal como ya lo proclaman algunos de nuestros líderes, entonces estaremos colocando la batalla en territorio enemigo, allí llevamos desventaja, estamos estimulando valores capitalistas, rentistas, y construyendo apoyo estratégico para los oligarcas. Formas de ver el mundo que favorecen al sistema capitalista, estaremos criando cuervos que con facilidad se irán tras la ilusión de una tarjeta mercenaria sacada de la manga a última hora.
Es necesario pagar la deuda social, es obligatorio, pero también crear conciencia revolucionaría, es ésta la que sostendrá a la Revolución.
Toda acción de nuestros dirigentes debe ser una cátedra de política revolucionaria. La Política debe ocupar el lugar que hoy ocupa lo trivial, debemos explicar hacia dónde vamos, cuál es nuestro proyecto, cómo es el mundo que soñamos, explicar que el mundo de las cosas no puede dominar al mundo del humano. Gritar con Fe que sólo el Socialismo Verdadero, antiimperialista y anticapitalista, podrá construir ese mundo. De esa forma estaremos batallando en nuestro terreno, y la victoria será segura. El capitalismo no puede ganar nunca al Socialismo… Cuando este es explicado con Fe, con pasión.
¡Con Chávez y con el Socialismo Venceremos!
Desde la llegada de la Revolución , en las elecciones capitalistas se agudiza la confrontación entre la visión colonial, dependiente del capitalismo, que era absolutamente hegemónica, y la visión Revolucionaria, rebelde, heredera de los próceres. Veamos.
El coloniaje ha construido una elección en que el candidato es una mercancía y el voto es el medio de cambio. Así, el lema que podía resumir a las elecciones burguesas sería: "¿te doy el voto a cambio de qué?" De esta manera las elecciones eran un torneo de ofrecimientos y promesas que cada vez eran más absurdas, y de dádivas que cada vez eran más groseras.
En este torneo las ideas, los argumentos, los proyectos, eran suplantados por el marketing y la propaganda manipuladora. Las elecciones se evidenciaban como una transacción de compra venta, se compraban conciencias, se vendían candidatos.
Eran un "Sábado Sensacional" que duraba un año. Los ataques eran la atracción del día, la gente buscaba los noticieros para ver las trastadas de los candidatos. Todo transcurría en la superficie, en lo trivial. Así se construyó una tradición aberrante como un cerrojo que nos niega el pase al futuro.
Este año que viene vamos nuevamente a las elecciones, venimos de varias que, sin duda, han mermado la fuerza de la Revolución , no es fácil pasar impoluto por el tamiz electoral de las elecciones burguesas.
Hay dos formas de enfrentar estas elecciones: Una, caemos en la tentación de "usar las armas melladas" de la visión petrolera. O corremos el riesgo de dar a las elecciones contenido político, discusión, planteamientos rigurosos, explicaciones del futuro que soñamos.
En el primer caso, si usamos las armas melladas de la visión petrolera, si pensamos que nos apoyan porque damos casas, o neveras, tal como ya lo proclaman algunos de nuestros líderes, entonces estaremos colocando la batalla en territorio enemigo, allí llevamos desventaja, estamos estimulando valores capitalistas, rentistas, y construyendo apoyo estratégico para los oligarcas. Formas de ver el mundo que favorecen al sistema capitalista, estaremos criando cuervos que con facilidad se irán tras la ilusión de una tarjeta mercenaria sacada de la manga a última hora.
Es necesario pagar la deuda social, es obligatorio, pero también crear conciencia revolucionaría, es ésta la que sostendrá a la Revolución.
Toda acción de nuestros dirigentes debe ser una cátedra de política revolucionaria. La Política debe ocupar el lugar que hoy ocupa lo trivial, debemos explicar hacia dónde vamos, cuál es nuestro proyecto, cómo es el mundo que soñamos, explicar que el mundo de las cosas no puede dominar al mundo del humano. Gritar con Fe que sólo el Socialismo Verdadero, antiimperialista y anticapitalista, podrá construir ese mundo. De esa forma estaremos batallando en nuestro terreno, y la victoria será segura. El capitalismo no puede ganar nunca al Socialismo… Cuando este es explicado con Fe, con pasión.
¡Con Chávez y con el Socialismo Venceremos!
1 comentario:
Muy acertada la reflexión camarada, no podemos permitir que nuestra dirigencia tenga un discurso electorero para comprar votos, es cierto que esta revolución debe saldar la deuda social pero debe hacerlo generando consciencia y dejando un saldo organizativo que permita sostener la revolucion por si misma y no con la renta petrolera.
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