En última instancia se trata de la vida, de la existencia y de la calidad de esa existencia. Esa es la esencia de la batalla de la Revolución enfrentada a la contrarrevolución, del Socialismo desafiando al capitalismo. Esa es la medida de todas las cosas, de todas las acciones, este debe ser el escenario de las comparaciones.
Los gringos-lacayos tienen una feroz campaña contra el gobierno de Chávez, contra la Revolución, esgrimen como argumento central la inseguridad, exageran cifras, las publicitan, las transforman en pequeñas historias, en novelitas que infiltran el alma noble de este pueblo.
La revolución debe mostrar sus números y sus razones. Veamos.
Nunca un gobierno había hecho tanto por la vida, por su existencia y por su calidad como el Gobierno Socialista. Es que el Socialismo tiene como esencia, como centro de su razón de ser a la vida, al hombre.
El capitalismo, en contraste con su ética egoísta, tiene como centro, como razón de su existencia, el lucro, la ganancia, atesorar cosas, el consumo desmedido. Es así, en el capitalismo el que más tenga más vale, no importa cómo se obtienen los objetos, el dinero, lo que importa es tenerlos. Un black berry valoriza igual si es comprado o producto de un asesinato, un buen carro otorga el mismo prestigio si es comprado o si es obtenido con corrupción, especulando, o del tráfico de drogas que condena a la juventud a la miseria espiritual.
Es hora de mostrar lo que el Socialismo hace por la vida. Veamos.
Barrio Adentro ha salvado alrededor de ¡medio millón de vidas! Vidas de niños, ancianos, mujeres, muchachos, que andan por allí alegres, enamorados, tristes a veces, van al cine, trabajan, deben su vida a Barrio Adentro, al Socialismo. Esto debe ser publicitado con fuerza, los instrumentos de divulgación del gobierno deben contar todos los días las pequeñas grandes historias de estas vidas rescatadas de la guadaña capitalista. Y que cuenten en oposición las vidas que cesaron por no ser atendidas en la medicina del capitalismo.
Barrio Adentro tiene ¡cincuenta y cinco millones! de consultas médicas que han aliviado dolencias y otorgado calidad de vida.
Estos números, sin contar las otras Misiones, dan idea del respeto por la vida en el Socialismo, no lo podrá mostrar nunca el capitalismo. Que no vengan a hablar de inseguridad los defensores del sistema capitalista, el sistema más inseguro, con más desprecio por la vida, que ha parido la humanidad.
Los asesinatos y robos tienen siempre en su motivación, la ética del capitalismo, el tener, el logro fácil sobre todas las consideraciones, la falta de Conciencia del Deber Social. Esos crímenes son imputables al capitalismo.
Si alguna culpa tiene el Gobierno Revolucionario, es no haber avanzado más rápido en la elevación de la ética socialista. El fallar en contar esas pequeñas grandes historias. El problema de la inseguridad se soluciona con más Socialismo, nunca con más capitalismo.
¡Con Chávez y Socialismo acabaremos con la inseguridad!
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