27.6.11

LA CONCIENCIA DE LA RENTA (Lunes 27-06-2011)

En Venezuela, país rentista petrolero, la Revolución tiene características muy peculiares. Aquí la depredación adquiere cualidad más de despojo que de apropiación del trabajo ajeno. Es decir, la burguesía, la clase privilegiada, surge y se mantiene, más por medrar de la renta, que por chupar la sangre obrera. Entonces la disputa es más por aproximarse a la renta que liberarse de la explotación del trabajo.

Sin embargo, el sistema capitalista deja su huella de enajenación en la sociedad. Somos una sociedad enajenada, o mejor, una sociedad deformada en la enajenación. El Che describía a estos países nuestros: "Un enano de cabeza enorme y tórax henchido es subdesarrollo. En cuanto a que su débiles piernas o sus cortos brazos no articulan con el resto de su anatomía, es el producto de un fenómeno teratológico que ha distorsionado su desarrollo".

Es así en la economía y también en la espiritualidad.

Esto explica las deformaciones nuestras: barrios que se derrumban portando antenas de Directv, o de recogelatas con celular, obreros que piden dividendos en empresas quebradas. Capaces de dar la vida por salvar a un Presidente, pero no toleran que se vaya la electricidad media hora y, eso es suficiente para que abandonen cualquier causa… De dólares abundantes y gastos abundantes.

Pueblo difícil de organizar y difícil de domar, que sabe tanto de béisbol, como huele una traición de un político oportunista. Puede elegir a un ángel, igual que apoya a un demonio. Libera a un continente y también expulsa a su Libertador. Sociedad apta para el heroísmo, como en abril, y también para el egoísmo insensato que pone en jaque a la empresa revolucionaria.

Es así, en este país existen condiciones inmejorables para la Revolución, Su “desarreglo social”, su irreverencia, ha impedido que la dominación se afiance, no ha conseguido crear el clima de obediencia y sumisión propio de la opresión de los países desarrollados. Aquí el sistema de dominación siempre ha sido imperfecto.

Estas condiciones especiales necesitan un tratamiento político especial, un alto nivel de creatividad, pero también un alto grado de aprovechamiento de la experiencia universal, sólo así habrá combate contra la tendencia natural a la improvisación teórica y práctica, la provisionalidad, el ensayo inconciente, el derroche de energía mental y material.

Es indispensable una fuerte ligazón con el líder y una fuerte vanguardia, una suerte de apóstoles que con su ejemplo y su acción luchen contra la conducta del capitalismo petrolero egoísta y le den sentido espiritual, de integración social, a las reformas económicas que emprende la Revolución.

Es imprescindible el ejemplo de integración social, de Conciencia del Deber Social. Hacer entender a la masa rentista la necesidad de integrarse como sociedad. Y eso sólo es posible con un Socialismo que con firmeza y convencimiento nos lleve a la nueva visión de sociedad integrada, donde la suerte de uno dependa de la suerte de todos.

¡Con Chávez más resteaos que nunca!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras tanto los hospitales sin recursos, y con médicos que iban como el favor que se les da al moribundo. Lo dejamos solo y con ellos a la población que asistía en busca de salud. Los hospitales también son cajas con camas y sillas. Los pacientes se fueron a buscar a sus médicos de confianza y los que no a donde ellos estuvieran, entonces se fueron a las clínicas, aunque le cobraran más.
La empresa se formó. Clínicas explotadoras de un bien común, de un derecho social, del dolor y la alegría del ser humano, su vida. Al principio parecía normal, pero pronto comenzaron a explotar a su personal humano, y luego a obviar cualquier sentimiento de servicio social.
¿Y los colegios de médicos? ¿Y la Federación Médica? Nunca he sabido de la defensa de un colega contra alguna clínica. Y es que muchos de los presidentes o participantes de las juntas directivas trabajan en esas mismas clínicas, y también son directivos de algunas de ellas.
Pobre médico, luchando por un consultorio en una de las clínicas, compitiendo arduamente por mantenerse al día, porque los visitadores médicos y los laboratorios se encargan de hacerle ver que siempre está atrasado con los mil inventos que ellos venden. Los lapiceritos, los relojes de pared, las agendas y los viajes a Margarita, tratan de comprar su ejercicio.

Anónimo dijo...

El médico que no puede con el sistema trata de salir de él y acude a la Misión Barrio Adentro, y observa el privilegio de estar en contacto con su verdadera vocación. Lo maravillosos del cariño de su comunidad, el contacto único, maravilloso con cada paciente y su familia, el promover cosas tan elementales y el salvar vidas desde que la enfermedad apenas se asoma. Pero en este maravilloso ejercicio, al hacer observaciones, críticas o recomendaciones para mejorar el servicio, como conectarse sólidamente con el resto de la red, se da cuenta que nadie lo escucha, y ni siquiera lo nombran…es un extraño en su país. Es el verdadero luchador anónimo, hasta que desfallece.
¿Dónde ejerce? Muchos vuelven al sistema con el rabo entre las piernas, otros se quedan vagando en el desierto, y otros privilegiados regresan a su hogar a ocuparse de lo único que creen posible lograr: enseñar a sus hijos el verdadero valor del ejercicio de su vocación.