Difícilmente un concepto ha sido más vapuleado, más irresponsablemente tratado que el concepto de propiedad. Deformado, desvirtuado, escondido, tapado, manchado, enmarañado, con él ha pasado de todo. Es comprensible, el concepto de propiedad está en la base del sistema de explotación, y también en el soporte de la liberación.
Cuando hablamos de propiedad, y esto es muy importante, nos referimos a la Propiedad de los Medios de Producción, no a la propiedad de los bienes de uso. Hablar de propiedad sin precisar cuál, es un engaño.
No es lo mismo la propiedad de una moto, de una bicicleta o de una camisa, que son bienes de uso, que la propiedad de la Polar, ésta es un medio de producción y, en el capitalismo, es un Medio de Explotación de los Obreros.
Un sistema social será como sea su relación de propiedad, repetimos, de los Medios de Producción. Todo el edificio social tiene en su base esa relación. Pero…¿Por qué es esencial esa relación de propiedad? ¿Cómo funciona en la caracterización del sistema social?
La relación de propiedad necesita y determina una conciencia, una espiritualidad, una cultura que la justifica, perpetúa y reproduce. Relación y cultura se influyen mutuamente. Conciencia y relación de propiedad forman un conjunto que sustenta al sistema social. A cada sistema social pertenece un conjunto de Relación de propiedad y conciencia específico.
El sistema esclavista, por ejemplo, se sostenía sobre la esclavitud de los trabajadores y en una cultura, una espiritualidad, que justificaba esa esclavitud.
De lo anterior se desprende que para una Revolución el asunto de la Propiedad de los Medios de Producción no es trivial, no es una escogencia que se hace a la ligera, es, al contrario, un punto central para la marcha del proceso revolucionario.
Enredamos este tópico postulando que lo malo es el monopolio y que las otras formas de propiedad capitalistas no lo son, si decimos que para el Socialismo es suficiente con la Propiedad Social de las empresas básicas y que el resto puede ser propiedad capitalista, y si no aclaramos la diferencia entre Medios de Producción y bienes de uso, permitimos que los burgueses los mezclen. Hablar de propiedad y no precisar cuál, es una trampa.
Si las formas populares de economía no son integradas formando un tejido social nacional, si permanecen aisladas, entonces, estaremos creando la base económica para una confusión en la espiritualidad, debilitando la causa revolucionaria.
De esa manera formamos un complejo opuesto al Socialismo, fortalecemos al conjunto dominante, al de la relación egoísta en la economía y en la cultura. No podremos así golpear fuertemente al sistema capitalista, sería imposible instaurar el complejo Socialista.
Se concluye que la propiedad capitalista de los Medios de Producción es contrarrevolucionaria, siempre. Y el éxito de la Revolución está estrechamente ligado a la nitidez frente a su combate.
Por eso es importante construir formas de Propiedad Social de los Medios de Producción y además difundir su necesidad con la publicidad y en las declaraciones de los dirigentes.
¡Con Chávez Resteaos!
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