Los sucesos de Libia desnudan una vez más al Imperio, ya no cabe duda, es un monstruo que defiende sus intereses con crueldad, no disculpa la mínima sublevación. Cuando de defender sus intereses se trata, no hay mesura ni freno a su crueldad. Varias enseñanzas nos va dejando Libia.
Una, muy importante para nosotros, el imperio no acepta más legalidad que la emanada de la defensa de sus intereses. Sí el sistema capitalista está en juego, toda consideración jurídica es sólo apariencia.
Con Libia fabricaron en cuestión de minutos una excusa grotesca para atacarla. Despojaron a las Naciones Unidas de cualquier apariencia de legalidad, de justificación. El mundo yace inerme a merced del capital.
Otra, no hay país capitalista bueno, China y Rusia voltearon para otro lado, y dejaron al mundo indefenso frente a la rapiña europea y gringa que busca el ansiado combustible para sus industrias. Eso nos alerta, es una guerra avisada contra nosotros. Los capitalistas se unen cuando su sistema lo requiere.
Es necesario que esta Revolución tome medidas frente a la agresión, ya es tiempo de zafarnos de la lógica burguesa. Aun ganando mil elecciones nos atacarán, vienen por el petróleo y el ejemplo, intentan arrodillarnos y fragmentarnos.
El gobernador de Zulia, con desfachatez de tránsfuga, testa visible de la mesa de la derecha, asiste en los Estados Unidos a reuniones de los tanques pensantes que planifican el ataque al país, y esto con descaro lo hacen público, sale en primera pagina de sus diarios, en El Nacional. La traición ya no los avergüenza.
Es necesario organizar un tejido social y político que sea capaz de hacer frente a la agresión y también operar en la legalidad burguesa.
Es urgente que los Consejos Comunales, las Comunas, desde lo capilar, desde la base, hasta lo nacional, formen un tejido organizativo, abandonen el aislamiento, la fragmentación. Que los obreros trasciendan las luchas reivindicativas, que a sus organizaciones les den, además, un carácter de estructuras para la defensa de la nación, de la Revolución. Es imprescindible la organización nacional de las mujeres, campesinos y estudiantes.
Es hora de formar una Sociedad Patriótica Nacional que, al lado de la actual organización del Estado heredada de la burguesía, vaya formando las estructuras capaces de hacer frente a la agresión que es inevitable.
Las organizaciones nacionales de masas deben estar representadas en esa Sociedad Patriótica Nacional, cuya primera función será la defensa de la Patria , dirigir al pueblo en las batallas que se avecinan.
Tenemos una gran ventaja en las batallas que se avecinan: el liderazgo indiscutible del Comandante Chávez. Nos falta afinar la organización social. Sólo una sociedad integrada podrá hacer frente con éxito a la agresión del imperio, por el contrario, una sociedad desarticulada, sin mandos, sin tejido que dé operatividad a las órdenes, será fácil presa del enemigo.
Por la defensa de la Patria , de la Revolución , del Comandante Chávez, procedamos cuanto antes a la organización popular, avancemos en la consolidación del Poder Popular.
¡Con Chávez Resteaos!
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