El Socialismo no es un mero descenso en los precios, es un cambio profundo en todas las relaciones sociales, una sustitución de la cultura.
Los paliativos dentro del capitalismo son ilusiones que rápidamente se disuelven. No es posible solución a la humanidad dentro del capitalismo.
Es un error buscar soluciones intentando aumentar la producción usando las armas melladas del capitalismo, estimulando el egoísmo empresarial, sea este pequeño, mediano o grande. Así estamos creando a los verdugos del Socialismo.
Recordemos que la Producción condiciona a la distribución, este axioma se puede amortiguar con la renta petrolera, pero sólo durante un tiempo. Esto significa que si producimos de modo capitalista, esta producción necesariamente presionará, será determinante en la forma de distribución y, lo que es más dañino, en la Conciencia.
Por lo tanto, es imprescindible que enfrentemos cualquier crisis con más Socialismo. Sólo la producción socialista nos conduce a la distribución socialista y al Socialismo. Buscar el Socialismo por otros atajos es una candidez que nos costará caro.
En esta situación, es urgente, imprescindible, impulsar al Socialismo, crearle una trinchera, sólo así garantizaremos el imprescindible camino hacia una relación humana que nos garantice futuro a nosotros y a la humanidad. Sólo así salvaremos a la Revolución.
En la Zona Socialista se establecen relaciones económicas socialistas, allí la producción no será de mercancías sino de productos, es decir, ésta no se regirá por la lógica capitalista, sino por la lógica socialista.
Este cambio en la relación del obrero con la fábrica y de las unidades productivas entre sí, será el principio del cambio formidable, vital, que la humanidad requiere para su sobrevivencia. Entrelazado con ese cambio estará la Conciencia del Deber Social. Expliquemos.
El capitalismo, cualquiera sea su tamaño: Grande, pequeño o mediano, se rige por el siguiente principio: de cada uno según la necesidad del capitalista, a cada uno sólo lo necesario para reproducir su capacidad de trabajo. Es decir, el trabajador sirve para enriquecer al capitalista, y recibe de este sólo lo necesario para que siga trabajando.
Aquí lo que importa es que el capitalista gane más, las necesidades sólo se toman en cuenta si dan ganancia. En el mercado se intercambian cantidades de trabajo que el capitalista ha robado al obrero y ahora tienen forma de mercancía.
La Zona Socialista se rige por el principio: de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad.
Aquí la producción no es de valores para que el capitalista se enriquezca, sino de productos para cubrir las necesidades sociales.
Este cambio, que al principio será limitado a la Zona Socialista , se reflejará al resto de la sociedad. Hará milagros, por ejemplo, que nadie se acueste sin comer, acabará con la inseguridad, la sociedad regresará a los parques y a la calle, habrá una explosión de cultura. Rescataremos el Sentido de Sociedad.
Ese es el camino.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Socialismo se hace con Socialismo!
¡El Capitalismo siempre es verdugo del Socialismo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario