8.10.09

EL SISTEMA SANADOR

Está claro que el capitalismo en cualquiera de sus variantes nos lleva al abismo. Todo el que tenga sano juicio percibe que su superación no es una opción que puede ser tomada o no de acuerdo a la voluntad de los políticos, al contrario, es la única vía para salvar a la humanidad y de conseguir una vida digna para todos.
Sin embargo, el término Socialismo es víctima de una guerra de deformación, hoy puede significar cualquier cosa, y su carga de transformación, de propuesta del mundo nuevo, ha quedado diluida.
Es así que los chinos son el país que más explota a sus nacionales, el que más contamina al mundo, y se dice socialista, Chile también es socialista, y España, Bélgica, Suecia, y tantos otros.
El termino socialista perdió su carga de Revolución, de cambio, es necesario otra palabra que resuma lo que el mundo necesita y lo que los revolucionarios proponen.
Un buen término sería Sistema Sanador, o quizá Socialismo Sanador. Que definiríamos como un sistema capaz de sanar a la humanidad y a la naturaleza enferma. Veamos.
La humanidad está enferma de egoísmo, esa conducta, que emana de lo profundo del capitalismo, disgrega al humano, que es genéticamente un animal social. Esta disgregación es el origen de enfermedades psíquicas severas, y de comportamientos sociales patológicos, suicidas.
La humanidad está enferma de capitalismo. El capitalismo no es capaz de revertir el camino hacia la extinción, ni es capaz de dar a los humanos una vida apacible, lo condena al desasosiego, a la angustia, al temor.
El capitalismo nos transformó en una especie donde todos somos extraños, y somos una patología para el resto de la vida planetaria.
La naturaleza está enferma de humanidad capitalista, que altera el equilibrio ecológico a niveles que los científicos consideran cercanos a la zona de no retorno, de extinción sin remedio. Nos hemos convertido, o mejor, el capitalismo nos convirtió en una especie asesina.
Entonces no basta decir Socialismo, tiene que añadirse que es un sistema ¡Sanador! capaz de resolver la explotación del hombre por el hombre, no puede ser un sistema en el que sea “normal”, por ejemplo, que unos chinitos sean millonarios y ocupen puestos destacados en las listas de los mayores ricos del mundo. O que los niveles de contaminación sean los más elevados del planeta. Un sistema así se podrá llamar como quieran, pero no será Sanador, será otro paso en el camino al infierno.
Debemos decirlo, y no nos alegra, China no es ejemplo de Socialismo Sanador. Y debemos decirlo con el sentido de la responsabilidad que eso significa: “somos nosotros, aquí en la Revolución Bolivariana, los llamados a construir el ejemplo”. No podemos conformarnos con subir un índice, bajar otros dos, es necesario que fundemos unas relaciones sanas entre los humanos, que es el paso previo para sanar la naturaleza.
Y lo repetimos una vez más, no puede haber sanación sin superación del capitalismo, de su forma de propiedad no social y la conciencia egoísta que allí se entrelaza.
¡Chávez es Socialismo!

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