Vivimos momento histórico, hoy confluyen tantos elementos favorables a la Revolución que pasarán muchísimos años para que esta situación revolucionaria se repita. Veamos.
El imperio capitalista atraviesa una crisis global que amenaza con profundizarse. En Venezuela existe una Revolución que camina hacia el Socialismo, un líder con una fuerte conexión con el pueblo, una alta disposición de construir una nueva sociedad y defenderla.
Nunca antes el pueblo humilde, los trabajadores, habían construido la posibilidad cierta de concretar sus mayores sueños. Ahora vamos por caminos de redención. Sólo hemos dado algunos pasos y ya somos asombro para el mundo.
Se preguntan ¿Cómo es que en Venezuela no disminuye el empleo? La respuesta es siempre la misma, porque construimos Socialismo.
¿Cómo hacen para expandir su sistema de salud, de educación, de distribución de alimentos, cómo esa sociedad se importa por los excluidos? La respuesta es: Socialismo.
En el Continente se forma una ola de insurgencia que construye gobiernos progresistas y un poderoso eje de solidaridad continental que es la ALBA. No hay dudas, la aurora revolucionaria es hoy y es aquí en la América.
En este escenario maravilloso para hacer Revolución, para construir un mundo nuevo, viable, corregir el rumbo suicida que marca el capitalismo ¿Cuál es el papel de los trabajadores y de sus dirigentes?
El momento histórico exige de los trabajadores subir la mirada más allá de su territorio de trabajo, ver al país, a la sociedad, al mundo, y desde allí diseñar su conducta. El momento exige que los obreros se constituyan en eje de la Revolución.
¿Cómo hacer ese cambio en su conducta?
Los obreros, sus dirigentes, tienen que resolver la contradicción entre la lucha sólo por las reivindicaciones del sector, aumentos, reducción de jornadas, estabilidad, que son de resistencia a la explotación capitalista, pero que en definitiva lo legitiman y contribuyen a su perpetuación. Opuestas a la lucha obrera están las exigencias de la sociedad, que reivindican a la clase y a la sociedad.
Permanecer unicamente en la lucha por las reivindicaciones propias de la resistencia al sistema capitalista, que no lo cuestionan, al contrario, lo legitiman, es permanecer en la esclavitud, y en circunstancias revolucionarias es una actitud reaccionaria, de allí el apoyo que le da globovisión a ciertos dirigentes obreros.
Pero, permanecer sólo en las reivindicaciones más generales, es aislarse de las masas obreras, y perder fuerza para el cambio.
La posición correcta es entender que las reivindicaciones de la sociedad y las de la Clase Obrera se resuelven en el Socialismo, sólo el Socialismo garantiza las mayores reivindicaciones a los obreros y a la sociedad.
Siendo así, el límite de las reivindicaciones obreras estará dado por las reivindicaciones sociales, es decir, irán al máximo posible sin poner en peligro la construcción del Socialismo, al Comandante, al Estado Revolucionario, sin cometer el crimen de entregar el país a los explotadores.
Ese debe ser el espíritu de las discusiones obreras, y ese espíritu sólo lo garantizan los delegados socialistas, chavistas.
¡Chávez y los obreros son Socialismo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario